Llevaba tiempo queriendo ver esta película (desde que empecé a ver los carteles que la anunciaban en los autobuses antes de su estreno, de hecho), pero tuve bastantes dificultades en encontrar a alguien que quisiera venir a verla conmigo porque, como todo el mundo sabe, las películas no infantiles con adorables perros como protagonistas siempre acaban mal. Me ha sorprendido darme cuenta de cuán desagradable es para mucha gente ver sufrir a un perro en el cine. Conozco a gente a quien le encantan los dramones y sin embargo cuando propuse ir a ver Hachiko dijeron "no, no" con gesto de dolor. Curioso.
En fin, el caso es que al final fui a verla anoche con mi madre, que fue la única a quien pareció hacerle ilusión que se lo propusiera (y no sé por qué, no me sorprendió XD Ahora veréis por qué).
Si estáis leyendo detrás del cut sabréis (o no os importará saber) que Hachiko se basa en una historia real sobre un perro japonés que esperó en la estación a que su amo muerto volviera de trabajar durante 10 años, hasta que él mismo murió sí, historia tremendamente parecida a la del perro de Fry. A mí me gusta ver estas películas con animales porque me recuerdan que todavía soy humana. XD Sí, me explico: yo tengo muchas dificultades para empatizar. Puedo identificar fácilmente las emociones de la gente y pensar racionalmente cómo se deben de sentir, pero no soy capaz de ponerme en el lugar de estas personas y acabar sintiendo lo mismo que ellas sienten. Es una facultad que antes tenía, pero que he ido perdiendo con el tiempo no sé exactamente por qué. Veo a alguien llorar y me quedo tan pancha, no me afecta en lo más mínimo aunque sea algún amigo o alguna persona que me importe (aunque racionalmente pienso: "tal persona está triste, voy a intentar que deje de estarlo". Dejemos clara la diferencia entre ser poco empática y ser un monstruo sin corazón XD). El caso es que ahora sólo soy capaz de empatizar con los animales, y por eso me va bien de vez en cuando una buena dosis de sufrimiento animal ficticio para recordarme que no soy tan mala persona como a veces creo ser.
Pues sí, como os podréis imaginar esa película fue una tortura para mí, aunque como una es masoca, la verdad es que me gustó bastante. XD (Estaba muy bien hecha, y el perro era amor en estado puro *O*). Cuando encendieron las luces y yo intentaba ocultar disimuladamente el hecho de que la última escena me había dejado hecha puré (el pobre perro muriéndose mientras recordaba todos los felices momentos que había vivido junto a Richard Gere 10 años atrás, ¿a qué clase de director despiadado y sin corazón se le ocurre una escena como esa?), mi madre me comenta:
- Pues tampoco ha sufrido tanto ese perro, yo pensaba que no iban a parar de pasarle cosas malas.
- Joder, ¿te parece poco sufrimiento estar 10 años esperando a alguien que nunca llega? T_T
- Bueno, pero dentro de todo ha tenido una vida feliz, la gente de la estación le cuidaba.
- ...
Y yo me preocupaba porque creía que era poco empática. Vaya tela. XD
Dato curioso para acabar: en toda la sala sólo éramos diez mujeres. XDD No sé si se debe más a que era una de las denominadas "pelis de tías" o a que el protagonista era Richard Gere. :P