Dudo de mi capacidad para escribir y ahora -bueno, vale, no es de ahora- también de mi capacidad para dibujar.
Así que os pregunto... Adivina, adivinanza, ¿de qué ave se trata?
Cada día que pasa me replanteo más y más el dejar de mostrar mis cosas... Total, son sólo chorradas que a nadie importan. Y, además, sé que llego a ser muy pesadita con el tema. Así que creo que se acabó. Fue bonito mientras duró.