Tabla Héroes: Angela Petrelli
Tabla Heroes
Fandom: Heroes (obviously)
Claim: Angela Petrelli
Cucaracha
Dicen que las cucarachas están en la cima de la pirámide evolutiva. Que lograron hace milenios lo que ningún otro ser ha conseguido: ser invencibles, inmortales, eternas. Incluso después de un holocausto nuclear, cuando todo lo demás ha desaparecido, siempre quedan cucarachas.
Son como una mala hierba, como una maldita plaga que se cuela en las casas y en los patios y hace que toda la limpieza no sirva para nada, que todo el cuidado del mundo no tenga sentido.
Angela sabe que, cuando tenga un piso propio - una casa propia, una mansión, dicen sus sueños - no tendrá que aguantar a esos bichos repugnantes. No es algo que haya visto: es simple convicción. Como la que tienen el resto de los mortales, supone. Esa que no se basa en hechos, que no tiene en cuenta los sueños, la que coge lo improbable y lo convierte en la fuerza que mueve el mundo.
Algún día, se dice, todo será distinto.
Este primer apartamento es una cochiquera. Podrían haber conseguido algo más grande, algo más impresionante, algo que mereciera la pena, pero Charlie no es estúpido, y los demás lo saben. Tiene razón. Puede que sea una buena idea lo de permanecer en el anonimato por el momento; acabamos de escapar de una especie de campo secreto de exterminio, dice Angela, y aunque los demás no están de acuerdo - Bobby, al menos -, no dicen nada.
En el fondo, les sigue dando lástima. Angela lo odia.
Hay sólo una habitación en el apartamento: tendría que haber sido para ella, pero, al fin y al cabo, Angie siempre ha dormido mejor acompañada. Y Charlie es cálido, firme, seguro: Charlie podría vivir para siempre en ese colchón estrecho y ella no querría moverse nunca de su lado. Estaría bien. Sería casi perfecto, piensa. y en ningún momento se le viene a la cabeza ese otro hombre, el del uniforme militar. Por qué iba a pensar en él; ni siquiera le conoce. El futuro puede cambiar, el futuro no está escrito aunque aparezca en sus visiones. Se lo dice mientras lo besa, dulce y húmedo y con ese punto de pasión, de locura, y Charles sonríe y niega con la cabeza.
El futuro está muy lejos, admite. El presente es lo único que nos queda.
Fandom: Heroes (obviously)
Claim: Angela Petrelli
Cucaracha
Dicen que las cucarachas están en la cima de la pirámide evolutiva. Que lograron hace milenios lo que ningún otro ser ha conseguido: ser invencibles, inmortales, eternas. Incluso después de un holocausto nuclear, cuando todo lo demás ha desaparecido, siempre quedan cucarachas.
Son como una mala hierba, como una maldita plaga que se cuela en las casas y en los patios y hace que toda la limpieza no sirva para nada, que todo el cuidado del mundo no tenga sentido.
Angela sabe que, cuando tenga un piso propio - una casa propia, una mansión, dicen sus sueños - no tendrá que aguantar a esos bichos repugnantes. No es algo que haya visto: es simple convicción. Como la que tienen el resto de los mortales, supone. Esa que no se basa en hechos, que no tiene en cuenta los sueños, la que coge lo improbable y lo convierte en la fuerza que mueve el mundo.
Algún día, se dice, todo será distinto.
Este primer apartamento es una cochiquera. Podrían haber conseguido algo más grande, algo más impresionante, algo que mereciera la pena, pero Charlie no es estúpido, y los demás lo saben. Tiene razón. Puede que sea una buena idea lo de permanecer en el anonimato por el momento; acabamos de escapar de una especie de campo secreto de exterminio, dice Angela, y aunque los demás no están de acuerdo - Bobby, al menos -, no dicen nada.
En el fondo, les sigue dando lástima. Angela lo odia.
Hay sólo una habitación en el apartamento: tendría que haber sido para ella, pero, al fin y al cabo, Angie siempre ha dormido mejor acompañada. Y Charlie es cálido, firme, seguro: Charlie podría vivir para siempre en ese colchón estrecho y ella no querría moverse nunca de su lado. Estaría bien. Sería casi perfecto, piensa. y en ningún momento se le viene a la cabeza ese otro hombre, el del uniforme militar. Por qué iba a pensar en él; ni siquiera le conoce. El futuro puede cambiar, el futuro no está escrito aunque aparezca en sus visiones. Se lo dice mientras lo besa, dulce y húmedo y con ese punto de pasión, de locura, y Charles sonríe y niega con la cabeza.
El futuro está muy lejos, admite. El presente es lo único que nos queda.