[exo] (balance anual) (3/3)

Mar 09, 2015 23:15

Sehun debería entender que la vida no se trata sólo de cazar Quaffles y esquivar Bludgers. Y que el amor es casi como una Snicht.

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La victoria contra Hufflepuff los ha llevado a festejar hasta pasada la medianoche, con cervezas de mantequilla y la comida que logrado traerse desde las cocinas aún cuando una tormenta de verano arremete contra las ventanas y crea estruendos solo comparables al bullicio que se está armando en la Sala Común de la Torre de Gryffindor.

Desde su posición encima de la mesa, Baekhyun se las arregla para evitar el primer haz de luz y continuar gritando, creando curiosidad e impaciencia. Atención.

-¡¿O deberíamos llamarlos Elfito y Es…?!

El segundo haz de luz lo golpea de llena y lo paraliza. Cae aturdido y todas las miradas escandalizadas empiezan a mirar alrededor, a buscar culpables, razones, lo que encuentren primero. Sehun nota con pavor que la mayoría recaen en él y en Lu Han, quien está sentado a su lado.

-¿Estás loco, Jongin? -escucha a Jongdae chillar. Está sorprendido, y no es para menos, porque nadie lo esperaba. Menos el propio Sehun.

-¡Cállate y ayúdame a llevarlo arriba! -sisea su hermano mientras agarra al chico aturdido de los brazos.

Dubitativo, Jongdae lo ayuda. Entre dos el trabajo parece más fácil y pronto se ocultan escaleras arribas, en los dormitorios, lejos del lío. Los cuchicheos no tardan en tomar volumen y enseguida los están acosando a preguntas. Él se encoge de hombros, actuando como si estuviera tan perdido como el resto. Y por un lado lo está, con el exabrupto de Baekhyun, pero por el otro, mira a Lu Han y sabe exactamente a qué se refieren.

Incapaz de seguir tolerando la situación, Sehun le hace una seña a Lu Han y se escapa hacia los dormitorios.

Está acercándose al suyo cuando escucha la voz de Jongin alzarse.

-¿Acaso tú estás loco, Baekhyun?

Oye un ruido ahogado y, cuando abre la puerta, descubre que es Baekhyun que está saliendo del aturdimiento.

-¡Te hicieron daño! -exclama y, por un segundo, Sehun puede jurar que un sonido gutural, casi como un gruñido, se escapa de su garganta-. ¡Hablando de lo hechiceros! -bufa cuando se da cuenta de su presencia. La de Lu Han también, al parecer.

-Baekhyun, ¿estás bien? -cuestiona Lu Han y se acerca unos pasos. Recibe solo un resoplido como respuesta.

-¿Y por eso querías exponerlos a todos? -cuestiona Jongin, incrédulo.

-Repito: te hicieron daño.

Jongin suspira y se frota los ojos. Está agotado y sus hombros parecen a punto de derrumbarse.

-¿De qué habla? -pregunta Lu Han.

-De ustedes casi follando en el baño -contesta Jongdae con velocidad y mucha más frialdad. Tiene la mandíbula tensa y está enfadado, como pocas veces lo han visto, tan acostumbrados a sus sonrisas.

Sus músculos se ponen rígidos y Sehun no sabe qué hacer. No sabe cómo contestar. Ni siquiera tiene idea del cómo. No es que hayan pactado discreción, pero no están listos para decirlo tampoco.

Como si le leyera el pensamiento, Baekhyun bufa.

-¡Lo vi con mis propios ojos! -aúlla.

Entonces salta desde su posición en la cama y se lanza hacia Jongdae, quien abre los brazos de forma automática. A medida y a la velocidad en que su cuerpo se mueve, las extremidades de Baekhyun se van acortando y el vello le crece hasta volverse un denso pelaje. Para cuando aterriza en los brazos de su amigo, ya no es el mismo cuerpo, es un pequeño cachorro color chocolate, de cola larga y ojos oscuros, sospechosamente humanos.

En su mente, todo finalmente se corresponde. Las bromas, el rumor, la indignación.

-Baekhyun se va a anotar como animago el año que viene, con los ÉXTASIS -explica Jongdae con voz clara, aunque dirigiéndose a su hermano.

Por su expresión, era evidente que no lo sabía.

Jongin se toma unos segundos y suspira. Luego estira los brazos y pide levantar a Baekhyun. Lo acaricia suavemente detrás de las orejas y sonríe con algo similar a la dulzura, antes de volver a suspirar.

-Linda apariencia, Baek -lo felicita-. Y te agradezco la intención, en serio lo hago. Pero no puedes exponerlos así -replica. Baekhyun gimotea en sus brazos, como si no le gustara que lo reprendan, como si necesitara razones.

-Creo que dice, otra vez, que has sufrido -sugiere Jongdae.

-Bien, sí, lo hice -acepta-. Aún lo hago. Pero, maldición, son Sehun y Lu Han, son dos hombres. No puedes ir contando por el mundo que están saliendo -explica-. Y además… son Sehun y Lu Han.

Baekhyun gimotea y él suelta la respiración que no sabía que estaba conteniendo. Las magulladuras de la Bludger aún le arden pero las palabras de Jongin se sienten como un ungüento muggle; lento y no completamente eficaz, pero curativo.

*

A finales de su quinto año, Sehun se acerca a Jongin. Está adormilado y tiene un cachorro chocolate en su regazo, totalmente dormido, al que le acaricia detrás de las orejas. Lo hace con parsimonia, como si tuviera todo el tiempo del mundo y los últimos días previos al acto de fin de año y las graduaciones no estuvieran escurriéndose de sus dedos.

Es probable que solo para él lo haga.

Jongin ya no se niega a mirarle o hablarle, pero tampoco lo hace con la misma asiduidad de antes. Su amistad ya no es la que forjaron en esos primeros años y a Sehun le gustaría asegurarle que si hubiese imaginado todo este lío y pudiera hacer todo de nuevo, lo haría bien esta vez. No lo hace, porque no hay un modo “bien”, en realidad. No siente que haya un "bien" en el que no esté Lu Han a su lado. Además, lo más probable es que lo haría todo peor.

-¿Qué se siente atrapar una Snicht? -le pregunta Jongin. Se encoge de hombros; él no es Buscador, después de todo-. Deja, supongo que debería averiguarlo por mí mismo. Aún me deben quedar unos cuantos partidos, ¿verdad?

La mirada de Jongin es dubitativa, impaciente y un poco agresiva. Sehun asiente con seguridad. No le caben dudas de que su amigo lo conseguirá.

A finales de quinto año, también se le acerca Lu Han y le da la mano. Lo lleva hacia el estadio de Quidditch y allí lo abraza con fuerza por largos y rápidos minutos. Como si no quisiera que Sehun se escapara de sus brazos.

Besa su cabello rubio, su nariz respingona, sus labios partidos. Besa también sus ojos de elfo y su cuello de veela y accede con facilidad cuando Lu Han le pide que se salten las primeras horas de clases y se queden allí, en el campo de Quidditch, haciendo nada.

Se recuestan en el pasto verde y crujiente de inicios de verano y dejan que el sol les caliente las mejillas. Hablan de todo y de nada a la vez y planean sus vacaciones y sus vidas del año próximo.

-¿Cómo te sientes? -pregunta Lu Han. Sigue siendo una respuesta difícil de responder, pero lo intenta. Aprovechó Quaffles, anotó puntos y fue golpeado por dolorosas Bludgers. No atrapó una Snicht, pero sí algo parecido. Descubrió que la vida no es Quidditch y que el Quidditch no es su vida. Que las cicatrices no se borran ni con magia, pero que hay que calmar la herida para que no sean enormes.

Que no le gusta estar solo. Que le debe mucho a sus amigos. Que no quiere dejar ir jamás a Lu Han.

Frunce el ceño. Si tiene que hacer un balance anual, va a ser muy complicado.

Como respuesta, se encoge de hombros.

-Como una estatuilla de madera que se transformó en hurón que se transformó en otro ser vivo.

Lu Han lo mira con los ojos bien abiertos, entre curioso y atónito. Luego se echa a reír a carcajadas, con la mandíbula desencajada.

De alguna forma, lo encuentra encantador.

balance anual, r: pg-13, exo fanfic, p:hunhan

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