[Tabla Adicciones Legales] #Sexo
Autor:meztli_lu
Titulo: Después de la junta
Tabla: Adicciones Legales
Tema: Sexo
Parejas: Ivan Braginsky (Rusia)/Toris Lauritainis (Lituania) / Alfred F. Jones (Estados Unidos)
Rating: La señora obviedad dice que el título lo dice todo =3
Resumen: Ivan y Alfred como siempre discutían al terminar una junta, Toris los detuvo, aunque terminó en una situación comprometedora.
Advertencias: yaoi, lemon, trio.
Disclaimer: Ningún personaje me pertenece. ¿No es cruel?
Notas: Participa para el quinesob de esta quincena.
Espero que les guste lo que leen. Cualquier cosa, detalle, etc, ya saben, es bienvenido ^^
Después de la Junta
Trató de detener a Alfred e Iván de una de sus constantes discusiones. Para su mala suerte no había nadie cerca en la bodega de utensilios que lo pudiera ayudar. Todos se habían marchado. Toris se desesperó, ninguno lo escuchaba. Buscó muchas maneras de detenerlos: desde usar la fuerza, buscar ayuda o dejar que se mataran; ninguna lo convencía y no era su estilo.
Iván estaba a punto de soltar un golpe a Alfred cuando mencionó el viaje a la luna con tono de burla. El lituano se lanzó sobre Iván y lo besó profundamente. El ruso consternado bajó los brazos, miró a Toris. Alfred estaba asombrado. Ivan lo abrazó.
― No podías esperar a llegar a casa. A caso te excita verme enojado. Te gusta, ¿verdad?
El lituano se sonrojó, trato de disculparse y explicar lo que hizo. Iván no lo dejó hablar y le dio otro beso sin importarle la presencia de Alfred, esperaba que se marchara pero no fue así. Toris estaba avergonzado no quería que el norteamericano lo viera en esa situación, tenía una reputación y respeto delante de él que esto lo ensuciaba todo. Iván desabotonó la camisa del muchacho y metió la mano por debajo hasta acariciar una tetilla y con la otra la entre pierna. Alfred seguía sin dar crédito. Iván también lo notó, así como algo más que su admiración.
- ¿Te gusta mirar Alfred? Qué aburrido… mirar no trae ningún placer, es mejor hacerlo que verlo― Alftred se avergonzó.
Pudo haberse marchado y dejarlos a solas, pero no podía, sentía lo mismo o quizá más y un poco de curiosidad.
Mientras Ivan atendía el cuerpo de Toris que respondió al instante, a merced de lo que hiciera el ruso con él, aprovechó. Ordenó a Toris al oído: Has sentir bien a Alfred.
Al cabo de unos minutos Toris tenía en su boca el miembro del americano mientras Ivan lo tomaba por detrás y movía sus caderas con fuerza. Alfred sólo gemía y acariciaba el cabello castaño de Toris. Era tan erótica su mirada y la lengua lasciva que recorría su erección. Estaba a punto de correrse.
A decir verdad se estaba acostumbrado. El dolor en su trasero había pasado y la lengua de Alfred era hábil. Dejo de preguntarse como terminó en medio de esa situación tan… caliente. Durante las dos horas siguientes hizo cosas que nunca se había imaginado. Por lo menos Ivan y Alfred no estaban discutiendo. Hasta que Ivan tuvo la genial idea de demostrarle a Alfred que él era mejor amante. Incluso en el sexo tenían que competir.
Alfred tomó las piernas de Toris y las colocó alrededor de su cuello y comenzó con las embestidas.
- Esto no vale sino confiesas quien lo hace mejor― dijo Alfred con una sonrisa malévola que desconocía.
Su cuerpo se agitaba, no podía pensar. Qué importaba quien era el mejor, ambos lo hacían muy bien. Si decía algo, la discusión seguiría, así que su espíritu amable se limitó a decir: No puedo… los dos son muy buenos. Y gemía.
― Toris es muy amable, jamás lo dirá― aseguró Iván.
Finalmente luego de tres vueltas más y seis orgasmos, todo terminó. Toris se vistió de prisa. No miraba a nadie. Acomodó su corbata y esperaba que los dos se marcharan rápido. Sentía tanta vergüenza.
― Yo en verdad quiero saber quién es el mejor― Alfred insistió, tomó del brazo a Toris con esa mirada perversa que sólo le dedicaba a sus enemigos. El lituano sintió miedo.
Miró a Iván que tenía su misma expresión malévola. Una incomodidad extraña lo dominó. Usualmente no se enojaba, pero lo que había sucedido lo llevo al límite, así que sin comprender lo que iba a decir, habló:
― Si tanto quieren saber quién es el mejor. ¡Por qué no lo hacen entre ustedes y me dejan en paz!- los apartó de su camino, abrió la puerta, lo escucharon hablar por el pasillo muy molesto- yo tengo la culpa por ser buena persona. ¡Cuando voy a entender que debo dejar de ser así!- se detuvo― es inútil, ya me siento mal de sólo pensar así. ¡Lo siento mucho América-san, Rusia-san, no puedo decidirme!― gritó y corrió por los pasillos hasta la salida.
Iván sonrió mientras miraba a Alfred.
― Cuando quieras la revancha me avisas. Aun tengo secretos que no conoces― Susurró el ruso y se marchó dejando a Alfred con la duda.