Quester:
julesmind Título: Vendas.
Battle: 7
Desafío nº: 4
Personajes/Pairings: Joaquín Sánchez/Juanito Gutiérrez
Advertencias: Inspirado en la canción. Pareja nombrada casi de paso, pero pareja al fin y al cabo. Drama. Cero p0rn. Ni siquiera manitas, Juanito(MÍO y de nadie más) no aparece.
Clubes: R. Betis/ Violencia Valencia CF
Allá va...
Allí estás tú, mirándole suspirar con resignación. Sentado en su sillón preferido. Meditando sobre toda su vida, entre logros y derrotas. Envejecido y armado, con los ojos azules algo más apagados que en su inocente juventud, pero con esa rectitud escondida que nunca ha llegado a perder.
Te preguntas por qué sigue esperando, si sabe que hoy ella no va a venir. Tu hermana ha roto la tradición que todos intentasteis proteger, y aún ese hombre canoso no quiere reconocer que sus hijos han crecido, tienen ocupaciones y no aprecian-al igual que él mismo hizo con sus progenitores- todo lo que tu madre y él han trabajado por sacarlos adelante.
Tú sí has venido. Para anunciar algo importante. Algo que creías prescindible hasta hace unos días. (Hasta ese día en el que tu propio padre, situado en ése mismo sillón en el que se encuentra mirando ahora por la ventana, te habló acerca del matrimonio. Sobre ese tema en el que tú nunca piensas, ni has querido pensar, y menos ahora. De compromiso, anillos, hipoteca e hijos. Sabes que busca lo mejor para ti, pero tampoco eres tan inocente como para no darte cuenta de lo que verdaderamente quiere.)
Quiere mantener la esperanza de que alguno de sus hijos haga algo correcto en la vida. Quiere olvidar la vergüenza que le causa pensar en el divorcio de su hija. En el maltrato que no ha sabido ver durante tantos años de matrimonio, y comidas en familia todos los domingos con morados en los brazos. Quiere actuar como un buen padre con el único hijo que le queda aún sin manchar.
Y tú, Joaquín, no puedes evitar pensar que eres realmente el primero que se desvió del camino. Y que tu padre no lo sabe- o no quiere saberlo-. Desde que ha insinuado el fin de tu soltería, no has podido parar de reflexionar en cómo decirle que no te quieres casar. Quieres que deje de intentar planear tu futuro, porque necesitas libertad para ser feliz. Que recuerde que en parte, fue su culpa lo que le pasó a tu hermana. Por presionarla a una boda y hacerle pensar tan pronto en hijos. Sacarla de su sueño de ser profesora y dejarla sola con un hombre al que atender. Como una esclava.
Decidiste ya la semana pasada que irías. Aunque has estado dudando durante esos siete días, vas a aclararle algunas cosas a tu padre. Y vas a hacerlo, por ti, sí, pero sobre todo, por tu hermana.
- Papá.
- Joaquín.
Está abstraído, sumido en la confusión. Responde con su seriedad habitual, pero no fija su mirada en ningún lugar. Y sabes que eso quiere decir que está inseguro. No quieres esperar.
- No me voy a casar.
- ¿Tú crees?
Eso es lo que suele decir cuando no sabe qué decir. Lo dice con un deje de angustia, y tú ves en su rostro algo de súplica. Rectificar sobre ese punto, decirle que tendrá hijos, una mujer guapa, y que podrá olvidar su fracaso con su hija gracias a ti es algo que jamás vas a hacer. Y él lo sabe.
- No me voy a casar, porque no puedo, pá.
Tu padre agacha la mirada, rendido. Le has confirmado lo que no quería creer, lo que guardó en un rincón de su mente desde que se dio cuenta siquiera. Eso que nunca hubiera querido sacar a la luz de nuevo. Aún menos ahora.
- ¿Tu madre lo sabe?
- Hace años.
“Y tú también”, quieres decirle, pero te muerdes los labios y no completas la frase.
- ¿Tu hermana?
Aunque está tenso por nombrar a tu hermana, esperaba que le dijeras algo más. Cuando se atreve a levantar la mirada, localiza a tu madre, que se encuentra en el marco de la puerta desde el principio. Tu padre no se había dado cuenta, y mira ahora a su mujer con los ojos humedecidos y como si nunca la hubiera visto en realidad. Notas su cruce de miradas resuelve una guerra muy antigua. Esa batalla por la que tu madre tanto había sufrido, y de la que por fin, sale vencedora.
Porque ella sabe, y tú sabes, que en este momento se siente realmente arrepentido. Por vendarse él mismo los ojos. No ver crecer a sus hijos, girar la cara ante los obvios golpes de su hija y tratar de amigo a tu pareja desde que lo conoce, hace más de cinco años.
Cuando se levanta, con gestos indecisos, pone una mano en tu hombro. Lo aprieta, y notas cómo te está pidiendo perdón. Una y otra vez, por todo este tiempo de negación.
- ¿Es Juan?
- Es Juan.
Sonríes ampliamente, perdonándoselo todo, mientras él, que había cerrado los ojos un instante, los abre, llenos de gratitud. Sólo necesitaba enfrentarse a algo que no quería admitir. Se había sumergido en una pesadilla, imaginaria, y ahora ve su parte de culpa.
Vuelve la firmeza en su rostro, y aprecias cómo está tomando fuerzas para hacerlo todo bien, reconstruir aquello que quería derribar. Se gira, serio, hacia la puerta. Y te hace una pregunta antes de salir.
- ¿Va a volver?
- No, de momento.
Ves cómo su espalda se relaja al escuchar esto último, y entonces sabes que ella volverá. Porque él luchará por haceros felices de nuevo
LJ no quiere que haga cuts, por lo que veo...
Digamos que estoy muy contenta por algo. Ese algo es este Livejournal. Nunca pensé que me atrevería a entablar relación con alguien/álguienes a la/los que no conocía de nada. Ni a escribir para otra página que no fuera Fanfiction.net. Ni a nada de lo que estoy haciendo aquí.
Pero bueno, veo que no me conozco demasiado. Porque estoy conociendo a chicas fenomenales, que escriben de escándalo, que hacen gifs, que dibujan, que hacen cosas que jamás podría hacer yo.
Y eso, ladies, no se paga ni con Mastercard, ni con nada. A pesar de ser una tía rara, noto que encajo, por una vez en mi vida.
Así que gracias. Por leerme, por escribir, por lo llevaderos que me estáis haciendo llevar estos días de caos, rutina, y algo de soledad, en la vida real.
Enjoy!
.