Criká, meme, e Hiatus.

Jul 02, 2010 21:45

Bueno, my ladies, llegó el día de decir que...

Me espera un viaje a Inglaterra. Me voy mañana, a la hora del partido. ¿Debo decir lo mucho que me molesta -jode- que sea a esa hora? Bien. Pero no puedo esperar, estoy nerviosísima y con muchas ganas de ir otro año más a Cheltenham. Así que me despido, pero no con las manos vacías del todo.

Título: What's wrong and what it isn't. (1/2) <--Sí, tengo ya la otra parte, pero, me conocéis. No me convence. Ya la subiré.
Pairing: Criká (Cristiano Ronaldo/Kaká)
Rating: NC-17 (Tampoco esperéis buen pr0n porque entonces os llevaréis la decepción de vuestra vida :P)
Advert: Criká, lleva mucho tiempo cogiendo polvo en mi cabeza, y, aunque me cueste escribir este tipo de cosas, me encanta hacerlo. Espero que os guste :)

No se distinguen más que dos sombras jadeantes y sudorosas sobre las sábanas revueltas. Las respiraciones agitadas rompen el silencio de una tarde demasiado fría para acomodarse en un mes de mayo. Los quejidos de la figura más delicada-algo desesperados, casi suplicantes- hacen vibrar la cruz que cuelga de su nuca, provocando destellos en la oscuridad. Como si intentara recordarles lo que representa en ese ambiente de pecaminosa embriaguez.

*

Se corre. Sólo puede sentir una presión sobre su pecho, y los dedos de Cristiano entrando cada vez más adentro. Más fuertes y más confiados. Maliciosos. Mantiene el beso todo lo que sus fuerzas le permiten, hasta que no puede inspirar más de ese aire viciado y caliente. Antes de poder retenerlo en un jadeo,  están de nuevo esos labios húmedos colándose entre los suyos, y esos dientes mordiendo, en una lucha que ya saben tener ganada. Trata de recomponerse, palpando la cadena del crucifijo en un latigazo de culpabilidad.

Pero esos dedos no le dejan, esos dedos, calientes, siguen entrando y saliendo de él, con más tranquilidad, aunque igual de insistentes. Levanta la cabeza un instante para adivinar una sonrisa pincelada de lujuria en la penumbra, y el placer empieza a cegarle de nuevo. La voz de Ricardo se quiebra, no parece poder soportar. Deja caer la cabeza hacia atrás, como una marioneta, y, si no fuera por ese brazo que le sujeta la cintura, su cuerpo se habría caído en peso muerto. Sólo quiere que todo acabe, porque no sabe si es capaz de soportar tanto placer concentrado. La lengua que antes recorría su cuello ahora martiriza a su pezón derecho, erizando el vello de sus brazos. Distingue sus propios gimoteos cada vez que su miembro roza con los abdominales de Cristiano, y él gime sólo de verle en ese estado de enajenación. Con un quedo suspiro se envuelve en el fuerte abrazo que le retiene, y su semen baña ambos cuerpos mientras nota un agotamiento tan satisfactorio como aplastante.

El portugués le deposita con cuidado sobre la cama, y su murmullo -“Ricky”- se mezcla con una perezosa sonrisa de satisfacción. Ricardo adelanta su mano hacia  la erección de Ronaldo, pero éste se aleja, dándole un beso en la mejilla. Como siempre. El roce aún aletea en su piel cuando Cristiano se levanta de la cama y se dirige al cuarto de baño.

*

Durante un instante, siente odio. Agarra con furia la cadena que rodea su cuello, que rodea su vida, tira de ella hasta que las lágrimas se le saltan por el dolor, y deja caer la mano, muerta, en su pecho. No se permite llorar, porque él no es quién está realmente pasándolo mal. Es Cristiano. Ese futbolista egocéntrico, vanidoso. Incluso creído. En apariencia. Aquel famoso que no puede pasear sin escuchar el ruido de las cámaras atacándole con miles de capturas, y que parece -parece- feliz por ello.

El chico que entró en su vida con una sonrisa tímida, de respeto, y algunas bromas, su acento insular marcado en ellas. El que le esperaba a la salida de los vestuarios para hablar de las costumbres españolas. O del tiempo. O del próximo partido. O de cualquier cosa que le permitiera pasar unos minutos más a su lado. Ese que poco a poco fue ganándose su confianza, invitándole a jugar partidos del FIFA y tomándose la revancha hasta altas horas de la madrugada. El mismo que, en una de esas victorias celebradas entre botellines de cerveza sin alcohol y sofás de cuero, le dio un beso en la mejilla como premio de consolación, desbaratando su mundo.

Ese que le hizo olvidarse de su religión sin proponérselo.

*

Llevan meses con el juego, y, desde el primer encuentro, Cristiano se separa de él para terminar en el cuarto de baño -acabando en minutos, la frente apoyada en la puerta cerrada que da a la cama, suspirando su nombre entre quejidos sollozantes-, mientras a él le carcome la culpa y la impotencia. Nunca le ha obligado a tocarle, incluso se ha apartado cuando ha tenido la tentación de acariciarle, la locura de pecar aún más ante su Señor. Está aterrorizado de no poder ser perdonado. Y lo está más aún de no importarle realmente que esté mal quererle. (Querer que él esté dentro suyo de una vez.)

Intenta no pensar demasiado lo que hace cuando se levanta, sólo el rasgueo de las sábanas capaz de delatarle. Acerca sus pasos a la puerta entornada, lo suficientemente abierta para percibir la respiración estremecida al otro lado de la madera. Ejerce un poco de presión al pomo con sus dedos, entrecerrando los ojos por la claridad que llega desde la ventana del fondo del lavabo. Busca al portugués mientras la vista se le llena de puntos negros, pero el sonido agitado le hace girar la cabeza levemente hacia la izquierda.

No puede evitar sonreír, tímido, al recibir una mirada de sorpresa en el pulcro rostro de Ronaldo. Avanza hacia su torso desnudo, su mente dando mil vueltas. En el breve trayecto las ideas explotan, se expanden, se aclaran, se mezclan. Pero ninguna es capaz de argumentar algo contra lo que va a hacer. Besa sus labios entreabiertos antes de que puedan formular pregunta alguna.

*
Y añadir algo más. Puede que no a pleno gas, pero sigo escribiendo. He escrito muchas parafilias para contestar el reto de tehlongfbquest, y juro que voy a contestaros (los pasaré de papel a teclado en las horas libres de la academia de Inglaterra). Aunque me pase del 15 de Julio, os contestaré, en serio.

Y decir que os voy a echar mucho de menos. Mucho muchísimo. Espero que en Twitter os acordéis de vez en cuando de mí (@julescaramel) y pueda saber algo más de vosotras mientras estoy allá lejos.

Os quiero muchísimo, lo sabéis.

15 años tiene mi amor, criká, kaká, fics, crispy

Previous post Next post
Up