Pocas veces me he visto arrastrada a la escena artístico-cultural local de la mano de una pareja. Usualmente suele ser al revés. Todo empezó el lunes, cuando fui a recoger a Paco a su trabajo, y por x o y, después de reponer su credencial, acabamos comiendo en la cafetería de la universidad. Tomamos una revista cultural de la ciudad y empezamos a
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