Juegos
G
Tuti & Gaku
164 palabras | Escrito para
30vicios"El infierno son los demás."
En la práctica ninguno se quejaba, nadie decía nada y pocos se atrevían a mirarlo de manera inadecuada. En la realidad era una situación muy distinta sin embargo, pues no pocos quedaban pensando lo que sucedía, aunque fuese en silencio, sin saber si descalificar al joven mayor o comprenderlo y seguirle la corriente.
Era extraña la manera en que Tsuchiya podía encontrar placer en golpear a Katou, desde una palmada sonora en la nuca, el hombro o la espalda, hasta severos ataques con la espada de turno, ropa y comida. Y más peculiar era que el otro mas bien no se quejara, sino riera tontamente o replicara en un tono que por falta de credibilidad causaba risa.
Era un juego bastante infantil, muy incoherente, totalmente fuera de lugar, que Tuti no se tomaba el tiempo de explicar pues nadie preguntaba, y cuya razón Gaku no necesitaba para reaccionar, fuera positiva o negativamente.
Simplemente sucedía y lo dejaban pasar. A pesar de todo, se entretenían.
Entrenamiento
PG-13
Gaku/Tuti
434 palabras | Angst, slash | Escrito para
30vicios“La sabiduría consiste en saber cuando evitar la perfección.”
Le ha costado demasiado llegar tan lejos, a su edad, con su físico, con los prejuicios de la gente, con los gustos del público. Manabu Katou lo sabe, sabe que debe ser fuerte, tolerar las burlas, ‘el entrenamiento’ al que sus compañeros lo someten. Aún si duele ser aparentemente ignorado, y aunque a pesar de esto siempre le escuchan, él no dice nada a su favor. Se exige más, sigue trabajando, tolera el ridículo.
Cuando Tsuchiya Yuuichi lo besa la primera vez, sabe que es únicamente para molestarlo, para continuar con aquél tonto rumor en el teatro, que corre y quema, aquél surgido con otros más.
“No soy de esa forma” quiere decir en su defensa, pero temiendo que esto ofenderá al joven, simplemente lo aparta, lo mira en total sorpresa, se queja y tras ello sale de la habitación, escuchando al otro reír. Sabe que el más joven de *pnish* está recargado en la blanca barra de los vestidores, que le mira salir con diversión.
Tsuchiya puede ser muy cruel cuando lo desea, aún si solo juega. ¿Pero no todos los niños lo son?
La segunda vez que un beso torpe, húmedo, le toma, está atrapado contra la puerta, con el cerrojo echado. Empuja al otro, se sonroja, quiere salir y no lo logra. El gesto es repetido, y ésta vez sí duele, pues en los labios de Yuuichi hay una sonrisa, no sincera sino maquiavélica. Manabu siente ganas de llorar de rabia, mas no lo hace, simplemente lo aleja lo suficiente, lucha contra el cerrojo un par de segundos y sale corriendo de la habitación.
“¿Por qué haces eso?” pero no quiere ni busca una respuesta. Sus palabras son reclamos y nada más. Divierten al otro.
No entiende cómo los besos del otro joven se vuelven una costumbre, porqué en lugar de girar la perilla sus dedos aprietan fuertemente su ropa como evitando el sostener al otro con fuerza. Sabe que en cuando tome a Yuuichi éste se alejará, reirá y no volverá a tocarle. Sabe que si sigue el juego, si finge ofensa, si se sonroja, si se horroriza, Tsuchiya le tolerará un par de días más, antes de aburrirse.
El saber de Katou consiste en no desear más de lo que puede lograr, el conformarse con lo que puede tener, el no buscar la perfección, ni palabras, ni más de lo que Yuuichi ya ofrece. El quedar pasivo, tolerar y encontrar por breves minutos un beso muy tibio, húmedo, placentero, al borde de su boca. Esto es suficiente, y aunque pasajero, incluso si le atormenta, le hace también increíblemente feliz.
Tabla [Tsuchiya Yuuichi]