G. Drabble. Kise/Kasamatsu. I'm really cruel. Like, really, I hate myself for this.
“Déjame en paz”
El infantil gesto de pena que hace el rubio con los labios duele un poco. La tristeza que logra ver en aquellos ojos dorados tal vez más que solo un poco, y requiere de toda la resolución de Kasamatsu el sencillamente no voltearse y dejarse caer en los encantos del menor.
Pero no puede.
Hay algo en Kise Ryouta que sencillamente atrae a la gente hacia él. Ciertamente es atractivo a la vista (tal vez demasiado para su propio bien, el bastardo), pero el encanto de Kise va más allá de lo físico: está en su carisma y en como siempre sabe que decir. En su preocupación y dedicación: como cuando está jugando un partido particularmente difícil contra un oponente fuerte y su determinación hace que el corazón de Kasamatsu lata un poco más rápido: es entonces cuando sus grises ojos no pueden apartarse de él. Y Es realmente estúpido: pero no puede negar la maldita atracción que siente por el rubio…
“¡Kasamatsu-sempai! ¡Por favor espere-”
Kise no es un mentiroso por naturaleza, y Kasamatsu puede casi ver los ojos de cachorro que el rubio debe estar haciendo a sus espaldas; sus pasos se aceleran un poco más, apretando los puños y presionando fuertemente los dientes hasta que su mandíbula duele. No puede hacerlo.
“Ya deja de seguirme, Idiota!”
“No, no lo haré, solo quiero que me escuche!” Pero no quiere, porque sabe lo que Kise va a decir , y que no es mentira, pero Kise sencillamente no entiende.
“Me gusta, senpai,¿ Por qué no lo acepta?” dice el más alto frustrado.
¿Por qué…Pregunta?... ¿¡No puede verlo?! Kise es todo lo que el capitán de cabellos negros quiere, desea incluso. Pero Kise es sencillamente demasiado brillante, demasiado perfecto.
Quedaría ciego. Le asusta la idea de perderse.
“Deja de molestarme, Kise” Se detiene abruptamente y aprieta los puños aun más fuerte. Tiene que hacer esto “No me siento de la misma forma así que… solo… encuentra a alguien más. Hay muchos entre quienes escoger, para ti es sencillo”
Y la sonrisa herida de Kise, esas lágrimas que amenazan con caer haciendo brillar esos ojos dorados serían suficiente para hacer a cualquiera rendirse. Cualquiera que no fuese Kasamatsu.
Cualquiera que no amase a Kise lo mucho que Kasamatsu lo hace: porque sabe que Kise nunca será completamente suyo (los lazos entre Kise y el resto de la Kiseki no Sedai son demasiado fuertes, extendiéndose mucho más allá de cualquier sitio que Kasamatsu pudiese alcanzar. Aquel deseo por la atención de Kuroko, su admiración por Aomine, su---) Y que incluso si Kise se sentía herido ahora, no sería nada comparado a lo que Kasamatsu se heriría a si mismo diciendo que sí: sabiendo que nunca sería el único.