Whilst I alone...

Nov 14, 2008 12:57



Hace casi un mes que estoy en mi nueva casa. Va tomando forma poco a poco, así que he decidido enseñárosla por fin, y ya de paso, dar señales de vida.




El primer detalle en la entrada. Para asegurarnos de que no nos hemos equivocado de casa.




No he podido evitar el papel en algunas zonas de la casa, pero hay que aprovechar lo que se tiene. A falta de flores, plumas.

Por cierto, esta es la casa de los espejos, cómo iréis comprobando en las siguientes fotos. Hay espejos por toda la casa.




Tras una pequeña entrada tenemos una salita. No sirve para nada debido a la extraña distribución de la casa y a que nos quitaron una parte considerable al poner el ascensor. Así que me he centrado en ponerla lo más bonita posible. El mueble que véis es muy antiguo, pero está en buen estado y no he tardado en llenarlo de cosas, como podéis comprobar. Lo que más costó fue pintar la pared, porque mi santo padre ahora también casero se negaba en redondo. Pero lo conseguí, y soy feliz.

Lo que veis al fondo es el pasillo que da a la parte habitada de la casa.

A lo que íbamos. La sala de entrada:




En la vitrina están los recuerdos familiares que me obligan a conservar. Había muchos más, que me he encargado de esconder. Eso sí, algunos libros de la dictadura no tienen desperdicio.




Tengo cosas.




Muchas cosas.




Perchero bello que me hace feliz. Esquinina que debería gustarle al gato. Más espejos. Y flores! Esto es obsequio de N, y me encaaaaaaaaaaanta. Quiero toda mi casa con estos vinilos, son maravillosos y bellos y perfectos y gah.

Otro plano:







La del cuadro es mi santa hermana, ahí dónde la véis. Y ése es el sofá dónde dormiréis cuando vengáis a verme.




Al gato le gusta la alfombra, cómo podéis observar.




Más detalles de la entrada según entramos al pasillo.




La puerta de la derecha es la de mi habitación. Pequeñita, pero bonita.




Tengo muuuuuuuucha luz.




Y hay muchos espejos.




Aunque está un poco desordenada. Pero es que a Indiana le gusta sentarse en esa caja, ¿qué voy a hacer yo?




Esta es la vista desde mi cuarto y la cocina. Estoy en un quinto piso orientada al sur, y además no vive nadie en el piso de enfrente. Mucha luz, mucho sol, nada de ruido a pesar de vivir en el centro... bello.




La cocina está pegada al cuarto. Aquí no se aprecia, pero es enorme. Muy soleada también. Una pena que la instalación eléctrica no me permita usar la cocina y el horno al mismo tiempo...




Eso sí, mi kettle que no falte. Esta es la parte de la casa que más se nota que está un poco hecha polvo, pero teniendo tanto espacio parece que no puedes quejarte, ¿verdad?




Al fondo del pasillo está la cocina a la izquierda, el salón a la derecha y el baño de frente. Y en medio de las tres puertas he tenido que poner está alfombra para el bicho que básicamente vive aquí cuando no está durmiendo. Porque así puede vigilar TODA la casa. Ya sabéis.




Nunca en mi vida he limpiado algo tanto como ese baño. Roza, y probablemente sobrepasa, la obsesión. Pero los muebles de IKEA son taaaaaan bonitos... (aunque el agua caliente en la ducha me dure sólo cinco minutos!).




El salón. Le queda mucho por decorar. Para empezar tengo una pared entera vacía, pero ahí es dónde irá el mapamundi que mi padre se ha comprometido a comprarme. El problema es que no lo encuentra, porque tiene que ser geopolítico y grande y bonito, pero ese espacio está reservado y además tiene que comprarlo él (así que no lo apuntéis como regalo de Navidad, está encargado ya. Aunque sí sabéis dónde se puede comprar, mis padres os lo agradecerán eternamente).




He aquí la pared. Ese mueble nos costó un montón montarlo, pero me cabe toooooooooodo. Y sí, la tele es enorme y bella y alucino cada vez que la veo. No estoy acostumbrada a estos lujos (a otros sí, pero lo de las teles nunca se nos ha dado).




Este sofá es la joya de la corona. Me costó una pasta pero parece que merece la pena, es la mayor sensación de la casa cuando la gente viene a visitarme. Muy cómodo a la par que elegante, ya sabéis.

Lo de la manta, entre otras cosas, es porque no hay calefacción en la casa y hace frío.




Necesito un corcho. Esencial. Y sé que las sillas parecen amontonadas, pero hay una razón para que estén así (el gato, otra vez).




Erm... esto no lo tengo que explicar, ¿no? El cuadro es Glencoe. Lo gracioso es que se lo regalé a mi padre hace años cuando fui de vacaciones a Escocia, y nunca lo enmarcó, lo tenía ahí guardado. Y ahora que me he mudado aquí, me lo ha traído.

El vinilo es también regalo de N y me ha costado mucho elegir el sitio donde emplazarlo, pero creo que es el lugar adecuado. Es taaaaaaaaaan bonito. En fin, no quiero repetirme. ¡Gracias N!




Aquí es donde tengo el ordenador y mis cosas. Con música y Jack Sparrow cerca, ¿qué más puedo necesitar?

Lo que sí es cierto es que N me ha decorado la mitad de la casa. Los vinilos, el calendario, y la lámpara de lava son suyos. Y tooooooodos los muñequitos. He aquí un ejemplo:




¿Cómo no iba a ganar Obama si estaba protegido por un soldado imperial y el temible pirata Roberts? Era obvio quién iba a ganar...

Y esto es todo lo que tengo de momento. Insisto en que faltan cosas, pero ¿qué tal véis mi casa de momento? Soy muy muy muy feliz aquí. Supongo que la única pega es que tengo mucho menos tiempo libre, porque tengo muchas cosas que hacer cuando no estoy trabajando, pero al mismo tiempo estoy muy contenta de por fin hacer yo todas esas cosas, y sentirme independiente por fin. Mi propio espacio, yay! Sólo queda decir algo obvio:

VENID A VERME!

Fin.
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