3ro y 4to de abril:
"¿Con qué ojos...?" POR JAIME GARCÍA ELÍAS
Cuando coincidió el malestar de la ciudadanía contra los gobernantes priistas (los escándalos de "Los Papayos", la posible -aunque improbable- negligencia criminal en las explosiones de hace casi 16 años en el Sector Reforma de Guadalajara...) con un marco adecuado para realizar, por fin, unas elecciones creíbles, los candidatos propuestos por el Partido Acción Nacional (PAN) desplazaron, de manera aplastante, a los cuasi propietarios de los cargos públicos emanados del "invencible" Revolucionario Institucional (PRI). Hubo quien equiparó el episodio con el criterio de la Iglesia -"hablando de arañas patonas..."-, con respecto a los pecadores: "No es que el pueblo quiera que el PRI perezca, sino que se depure y cuando vuelva a gobernar, lo haga mejor que antes".
-II-
"Vivir mata", dice el axioma. De la misma manera puede decirse que "gobernar desgasta"... Nada tiene de sensacional, por tanto -aunque, paradójicamente, resulte escandaloso- que ahora mismo, ante las ejemplos de ineficiencia en el desempeño de los cargos públicos y de falta de sensibilidad -o de honradez, al menos- en el manejo de los dineros del pueblo, ciudadanos desencantados porque el prometido "cambio" representó, en muchos casos, "salir de Guatemala... para entrar en ‘Guatepeor’", anticipen su intención de "no volver a votar" por quienes ahora gobiernan.
En esa lógica, el anuncio, vaticinio, profecía o lo que sea del presidente estatal del PRI, Javier Guízar, de que su partido capitalizará la desilusión de legiones de potenciales electores con respecto a los gobernantes panistas y volverá a ganar la mayoría en el Congreso y de los municipios en 2009 y el Gobierno de Jalisco en 2012, admite dos preguntas. Una: ¿con qué candidatos?... Y la otra: ¿con qué intenciones?...
-III-
Por lo demás, el sentimiento del ciudadano común acerca del PAN sería éste: "No es que se quiera que desaparezca, sino que también él se depure y, cuando vuelva a gobernar, lo haga conforme a los nobles principios de doctrina -"el bien común", "la patria ordenada y generosa", "la identidad entre ética y política"...- de sus padres fundadores, a los que el buen Dios, en su infinita misericordia, salvó de "la prueba del ácido" del poder, que ha reprobado a tantos...
Garcia Elias, Jaime "Con que Ojos" El informador. 3 Abril 2008.
Astillero
Julio Hernández López
■ Otro ritmo
■ Felipe, silencioso y elusivo
■ PRI, agiotista político
Felipe Calderón no pudo sacar adelante por sí mismo la reforma energética a la que apostó cuanto pudo. De entrada tuvo graves errores de cálculo político, menospreciando la capacidad de respuesta que podría tener el segmento social que obviamente se opondría a esas reformas y obstinándose, en términos más pasionales que políticos, en instalar a un político de quinto nivel como jefe de la política interior y como operador, entre sabidos conflictos de intereses, de las negociaciones para abrir las puertas de Pemex a capitales privados. Todo cuanto ha sucedido era previsible, pero una infundada soberbia ha cegado a los ocupantes de Los Pinos, les ha desprovisto de los discutibles méritos de oficio político que pudieron haber tenido y les ha llevado a una situación diezmada en la que su única asidera para avanzar es el clavo ardiente del beltronismo, que practica con ellos una forma de agiotaje político.
Calderón ha sido incapaz siquiera de presentar una iniciativa de reformas legislativas sobre la materia, fugitivo de sus propias promesas, súbitamente dialogante y aparentemente reposado cuando semanas atrás creía tener una maquinaria apabullante para avanzar de un golpe en la conquista de los tesoros de aguas profundas que publicitó en medios electrónicos como urgencia inaplazable. Felipe el Silencioso podría llamársele, pues le ataca sin remedio una mudez política en cuanto un problema sube de tono: nada ha dicho respecto a su favorito, el tierno Juan Caído Mouriño y las probadas acusaciones de que ha violado las leyes al actuar en beneficio de empresas familiares desde puestos públicos; tampoco quiere enfrentar las acusaciones taimadas de sus presuntos socios del PRI que ahora le exigen que asuma los costos políticos de presentar una iniciativa de reformas en materia de energéticos y que no decline a una de sus facultades de gobernar (en días pasados, el candidato del PAN a presidir la República -sí, el tecleador ya sabe que estamos en 2008, pero el lic. F.C. todos los días se comporta como aspirante a llegar al poder- dejó saber que él no negocia con el narcotráfico, sin decir más -nuevamente mudo- respecto a esas propuestas de arreglo que le habrían hecho ¿quiénes, a través de qué conducto, en qué términos, con qué consecuencias ante un sí o un no?)
Felipe prefiere callar o, en el mejor de los casos, eludir. Ayer, por ejemplo, reunido con empresarios, señaló que “frente a la tentación de eludir los problemas para evitar los costos políticos, mi gobierno ha optado claramente por enfrentar los problemas del país y resolverlos”. No, pos sí. ¿Y la Cheyenne (la iniciativa), apá? Ante el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios también dijo que el “reto” de “fortalecer a Pemex” sólo podrá lograrse si se discuten “con objetividad, con base en datos reales” las alternativas disponibles. “Por eso es necesario que se analice con seriedad el diagnóstico (…) que se presentó el pasado domingo”, añadió.
Pero resulta que el tal diagnóstico ha resultado peor que la enfermedad. Los doctores Kessel y Reyes Heroles júnior dieron a conocer un mamotreto lleno de generalidades y recetas básicas que no levantó el ánimo ni de sus propios presentadores y que ayer mismo fue acribillado por los priístas (que han olido la sangre de la presa en fuga), quienes lo tacharon de incompleto, falso, alarmista e indigno de ser apoyado. De esa debacle documental ha emergido la egregia figura del sonorense que hoy cogobierna el país, M.F.B., quien trata de llevarse al baile al michoacano enmudecido y su banda desafinada, proponiendo “autonomía” al tal Pemex y la instauración de un consejo que defina políticas sobre hidrocarburos. El precandidato presidencial priísta ha insistido en establecer un jefe de gabinete para que el partido de tres colores asuma parte del poder que sabe no ejercen los Pet Shop Boys de Los Pinos; también ha intentado que se establezca un consejo para manejar los recursos de la política social.
Cierto es que el olor a pólvora se ha diluido ante el hecho de que los detonantes básicos han sido pospuestos: mientras no se presente la famosa iniciativa nonata, y se opta por la treta del “diálogo” y “análisis”, tampoco hay resistencia civil pacífica. Pero los apetitos desatados por el botín de la privatización no desistirán tan fácilmente; las pifias terribles del equipo calderonista están en vías de ser corregidas por el “colmillo” del priísmo legislativo (Beltrones y Gamboa) y en cuanto vuelvan a darse acuerdos (encarecidos por las circunstancias) entre el PRI usurero y el PAN menesteroso se presentarán propuestas que, se dirá, estarán bendecidas por el diálogo y el análisis que con toda calma se hubiese realizado. Lo importante, para el segmento que se ha organizado para enfrentar tales privatizaciones, será mantener unidad y capacidad de acción, tomando muy en cuenta lo que se ha logrado a pesar de las condiciones adversas, del bombardeo mediático en contra, de las divisiones del perredismo y la difusión tácticamente magnificada de sus miserias electorales. Esa movilización (las brigadas y comités) y el anuncio firme de acciones de confrontación con lo institucional y su legalidad facciosa, han dado un triunfo condicionado en la primera batalla, pero la guerra por la defensa del petróleo no ha terminado.
Astillas
El sacristán de Jalisco, Emilio González Márquez, destinará mucho más que los 90 millones de pesos originalmente anunciados para la construcción del Santo Erario (pronúnciese santuario) de los Mártires Cristeros. Con una inyección económica de 2 mil millones de pesos, el gobierno estatal pretende convencer al Vaticano de que el gobernador real, Juan Sandoval Íñiguez, debe ser mantenido en el cardenalato ejecutivo aunque haya cumplido 75 años la semana pasada y esté en condición de pasar a retiro… Y, mientras Elba Esther arregla en Los Pinos la continuidad de su cacicazgo, ¡hasta mañana, con el góber precioso viendo a uno de sus cercanos, el presidente municipal de Izúcar de Matamoros, siendo juzgado en Estados Unidos por narcotráfico!
Hernandez Lopez, Julio "Astillero". La Jornada. 3 Abril 2008.
4 abril:
Astillero
Julio Hernández López
■ Debato, luego privatizo
■ IFE Money, Gordillo, PRD
■ Rememorar en Puebla
Un amplio descrédito ha sufrido el diagnóstico sobre la situación petrolera nacional que el domingo anterior fue presentado por la secretaria federal de Energía y el director de Pemex. Tan vapuleado está el documento que ayer hubo de salir en su defensa el jefe de esos funcionarios, alegando una catástrofe por venir si no se atiende el texto que, entre otras cosas, es acusado justamente de contener un falso catastrofismo creyente de que así se lograría la aprobación de soluciones privatizadoras de emergencia. Con tácticas de vendedor de tiempos compartidos en hoteles playeros, el gerente general de la empresa C.C. (formada por Felipe Camilo y Juan Cariño Moulderón) trata de forzar el cierre de una operación desaseada. No debían ser tantas las angustias de los comisionistas supremos de la venta del siglo (los antes citados accionistas de la empresa trasnacional Ca. & Ca.) , pues aun cuando no avanzó su pretensión original de aplicar una medida privatizadora directa y sin atenuantes, ahora va caminando la modalidad del debate que, aunque más tardada, tiene la gran ventaja de que puede crear una burbuja de apariencias incluyentes y legitimadoras que, con el adecuado manejo mediático, dote a una futura iniciativa reformista de mendaces características de apertura, discusión, pluralidad y aritmética legislativa que, según esos estrategas suponen, arrinconaría a los opositores y permitiría que los mexicanos todos, oh, sí (salvo esos lunares eternamente inconformes), se sientan felices y contentos con el rescate de los múltiples tesoritos petroleros.
Otro acto de deshonra pública está a cargo del rápidamente desgastado consejero presidente del Instituto Federal del Monitoreo Electoral (IFE Money), el siempre sorprendente L. V. Zurita, que se ha revelado como todo un gourmet del presupuesto, deseoso de incrementos económicos antes de dar siquiera medianos resultados de algún asunto más o menos aceptable. Los pasos del citado IFE Money han sido sostenidamente lamentables: desde la propuesta leonardina de organizar apresuradas exhibiciones bajo vitrina de documentación electoral de 2006 antes de destruirla, hasta los aumentos salariales y la pretensión de más presupuesto para quemarlo, entre otras cosas, en procesos de verificación de pautas de espots partidistas (chido: según eso, con la tal reforma electoral se hicieron ahorros que ahora serían gastados en ver que se cumplan los términos de la reforma que hizo ahorros para que…) Por lo pronto, desde la jefatura máxima del IFE V. Zurita, es decir, desde los dominios de Manlio Fabiruchis, se ha expresado rechazo a la voracidad de los “nuevos” consejeros.
La profesora Gordillo exhibe a todo México la crudeza del poder caciquil. Por un lado, cumple con la farsa de un congreso electoral que acaba confirmando que la jefa sigue siendo jefa, con su mismo caporal, Rafael Ochoa, y cambios menores en la distribución sólo nominal de un poder que no tolera disidencias. La coordinadora de acción electoral subterránea de la campaña presidencial panista de 2006 ha recibido, además, regalías agradecidas de su pupilo llegado a Los Pinos: formas de exención fiscal para demostrar que la presidencia formal de la República es agradecida con sus puntales, concediendo beneficios exclusivos a las fuerzas armadas (aunque hay descontento entre militares porque las promesas no se han cumplido plenamente) y a las fuerzas electorales (el gordillismo especializado en manejo de mapaches).
Los aspirantes a presidir el PRD siguen empeñados en hacerse de un triunfo que desde hace rato está deslegitimado. No es posible ocultar la gravedad de lo sucedido (en esta elección y en anteriores) argumentando el uso político que, de manera obvia y natural, de esa circunstancia hacen los adversarios de esa dizque izquierda. El partido del sol azteca se ha mostrado tal cual es: un amasijo de intereses menores (plurinominales) disputados por bandas diferenciadas por el uso de la fraseología de izquierda y por la pertenencia provisional a proyectos políticos dialoguistas o impugnadores del poder presidencial fraudulento. El acuerdo al que según eso habrían llegado ayer Encinas y Ortega, de respetar los resultados que arrojen los órganos institucionales del PRD, sin impugnarlos ante instancias federales, es una confesión de que esos comicios internos son irrecuperables (mucho menos susceptibles de “limpias”, como con ánimos detergentes proponen cochambrosamente unos y otros) y que a fin de cuentas lo que se busca es el arreglo privado, la negociación a oscuras.
Y así se llega en esta columna a las Memorias de una Infamia que este sábado serán presentadas en el zócalo de la ciudad de Puebla, a las 12 horas. El libro con ese título, que ha escrito Lydia Cacho, narra la historia que en sus tramos más conocidos arrancó con el secuestro de la periodista en Cancún y su traslado irregular y ofensivo a Puebla, donde fue encarcelada y procesada en una obscena confabulación de poderes que fue conocida a nivel nacional mediante grabaciones en las que se escuchaba al gobernador Mario Marín, desde entonces llamado “precioso”, y al empresario financista de campañas electorales e involucrado en actos de pederastia, Kamel Nacif. Para demostrar que las infamias continúan, y que la impunidad incuba nuevas agresiones, la presentación de las citadas memorias ha sido poco difundida en algunos medios poblanos de comunicación y, según los organizadores del acto, entrevistas concertadas fueron suspendidas. En el colmo de la censura aldeana, la empresa Impresión total, soluciones creativas, que había firmado contrato para mantener en un lugar público una lona con información sobre el libro de Cacho y la mencionada presentación, retiró ese material publicitario el pasado domingo porque, según eso, las autoridades determinaron que no cumplía con las especificaciones oficiales protectoras de la seguridad de la población. De inmediato se colocó, con las mismas medidas de la lona relacionada con Cacho, otra en la que se anuncia una feria de artículos para bebé (nota de La Jornada de Oriente).
Y mientras en el DF sigue la polémica por las restricciones a fumadores, ¡feliz fin de semana!
Hernandez Lopez, Julio. "Astillero" La Jornada. 4 Abril 2008