-Cristales Rotos
Jalau =3,
Beh, esta es mi primera entrada la segunda porque mi queridísima amiga eyeslashes subió la primera y el primer fic que subo =)
Autor: kill-me-thrice
Fandom: RPS - My Chemical Romance
Claim: Frank/Gerard
Título de la historia: Cristales rotos
Advertencias: One shot
Miles de diminutos cristales yacían en el suelo rotos y molidos.
Un alma en la habitación observando con detenimiento los minúsculos cachitos esparcidos por aquí y por allá. Su mirada neutra, su sonrisa maliciosa, su puño apretado y sus sentimientos perdidos, rotos, hasta podría decirse que se identificaban con los cristales.
Esparcidos, partidos, aniquilados, pequeños, transparentes.
Si se lo proponía podía ver su apagado reflejo en los cristales. Y no precisamente por ser transparentes, si no porque el estaba en el mismo estado que ellos. Le habían partido el corazón, lo habían masacrado sin piedad y después lo habían pisoteado dejando las huellas de "sus" zapatos en las paredes del enfermo órgano que a pesar de la herida que tiene, intenta seguir adelante, intenta reanimarse aunque eso signifique romper cuarenta ventanas más.
No importa cuantas ventanas, figuritas o fotografías de ellos dos tenga que romper, porque lo odia.
Lo amó como nunca pudo amar a alguien en la vida, pero lo odia y le gustaría, gozaría tanto que fuera él, el que una vez tuvo su corazón el que estuviera partido en el suelo en miles de trozos. Y al mismo tiempo se odia, por el dolor de sus nudillos reventados, embarnizados en sangre y por creer que algún día pudo amarle.
Solo se aprovechó de un simple muchacho enamorado de los encantos de un ser frío pero sensual. Un pequeño niño enamorado dispuesto a dar todo por estar al lado de aquél hombre que una vez en un pasado no muy lejano entró en él, le llenó de pasión y lo envolvió con palabras dulces al oído mientras lo sellaba con caricias sin fin.
Caricias llenas de locura.
Caricias que solo pudo darle él y que a pesar de odiarlo daría todo y más por volver a sentirlas correr por su piel de nuevo. Daría todo para que volvieran las noches de amor y pasión, cuyas no tenían límites. Y le gustaría escuchar por última vez aquellas palabras que cada noche se repetían en su oído, aquellas palabras que nunca se cansaba de escucharlas porque ya podría decirse que dependía de ellas...¡Es que parecían tan sinceras!
Pero él sabe mejor que nadie, que el pasado es una cosa imborrable e irreversible, no vale la pena recordarle en silencio. Porque romperá todos los cristales que sean necesarios hasta que el olvido atrape de su mente el nombre de Gerard Way y se lo lleve lejos, muy lejos... Donde todo quede borrado y donde no hayan más cristales que romper.
Beh, esta es mi primera entrada la segunda porque mi queridísima amiga eyeslashes subió la primera y el primer fic que subo =)
Autor: kill-me-thrice
Fandom: RPS - My Chemical Romance
Claim: Frank/Gerard
Título de la historia: Cristales rotos
Advertencias: One shot
Miles de diminutos cristales yacían en el suelo rotos y molidos.
Un alma en la habitación observando con detenimiento los minúsculos cachitos esparcidos por aquí y por allá. Su mirada neutra, su sonrisa maliciosa, su puño apretado y sus sentimientos perdidos, rotos, hasta podría decirse que se identificaban con los cristales.
Esparcidos, partidos, aniquilados, pequeños, transparentes.
Si se lo proponía podía ver su apagado reflejo en los cristales. Y no precisamente por ser transparentes, si no porque el estaba en el mismo estado que ellos. Le habían partido el corazón, lo habían masacrado sin piedad y después lo habían pisoteado dejando las huellas de "sus" zapatos en las paredes del enfermo órgano que a pesar de la herida que tiene, intenta seguir adelante, intenta reanimarse aunque eso signifique romper cuarenta ventanas más.
No importa cuantas ventanas, figuritas o fotografías de ellos dos tenga que romper, porque lo odia.
Lo amó como nunca pudo amar a alguien en la vida, pero lo odia y le gustaría, gozaría tanto que fuera él, el que una vez tuvo su corazón el que estuviera partido en el suelo en miles de trozos. Y al mismo tiempo se odia, por el dolor de sus nudillos reventados, embarnizados en sangre y por creer que algún día pudo amarle.
Solo se aprovechó de un simple muchacho enamorado de los encantos de un ser frío pero sensual. Un pequeño niño enamorado dispuesto a dar todo por estar al lado de aquél hombre que una vez en un pasado no muy lejano entró en él, le llenó de pasión y lo envolvió con palabras dulces al oído mientras lo sellaba con caricias sin fin.
Caricias llenas de locura.
Caricias que solo pudo darle él y que a pesar de odiarlo daría todo y más por volver a sentirlas correr por su piel de nuevo. Daría todo para que volvieran las noches de amor y pasión, cuyas no tenían límites. Y le gustaría escuchar por última vez aquellas palabras que cada noche se repetían en su oído, aquellas palabras que nunca se cansaba de escucharlas porque ya podría decirse que dependía de ellas...¡Es que parecían tan sinceras!
Pero él sabe mejor que nadie, que el pasado es una cosa imborrable e irreversible, no vale la pena recordarle en silencio. Porque romperá todos los cristales que sean necesarios hasta que el olvido atrape de su mente el nombre de Gerard Way y se lo lleve lejos, muy lejos... Donde todo quede borrado y donde no hayan más cristales que romper.