Introducción: Te extraño.

May 15, 2011 12:37

Se encontraba sentado frente a su máquina del tiempo, observándola sin cesar…hace un rato había escuchado a Spanner decirle algo pero en realidad no había puesto atención, simplemente dijo que si y luego escucho que se iban…todos. Momentos después escucho de nuevo pasos y pudo sentir que el décimo Vongola le tomaba por el hombro…apenas volteo a verle.

-¿Qué ocurre Tsunayoshi-kun?-

-Sigues con eso…-

-Ah…cierto, perdón. Me acostumbre a llamar así a tu viejo yo…-Se disculpo mientras formaba una sonrisa, ah, que fácil era sonreír cuando no quería hacerlo.

-Shoichi…- El Vongola solo le abrazo al tiempo que le permitía recargarse en su hombro. -Ya no tienes que fingir…recuérdalo.- Los ojos del pelirrojo se abrieron en sorpresa al tiempo que apretaba los dientes intentando controlar los deseos de su interior.

-Yo…yo…no debí de jugar con…los repuestos de la bazuca- Dijo comenzando a sollozar mientras se aferraba a la ropa del hombre a su lado, pero por más que se aferrase no podía sentirse seguro, no podía sentirse capaz de decir todo lo que quería…esa ropa negra…esa ropa negra no le invitaba a llorar.

-…Shoichi- Susurro -Tranquilo…no ha sido tu culpa, si bien…ahora estamos en paz…no me gusta verte mal, puesto que tu…- Antes de poder decir más el pelirrojo le soltó y volteo el rostro a otro lado.

-…Es algo que debo de afrontar- Las lagrimas seguían ahí, sin lugar a donde ir, no podía retenerlas pero de igual forma se negaban totalmente a salir, sus cuerpo estaba buscando un calor que nunca más tendría, un calor que no existía más en ese mundo. -Tsunayoshi-kun…gracias pero, quiero estar solo-

-…Hay algo, que quedo…me lo dio…Gokudera-kun- Le extendió la mano, Shoichi volteo y observo impresionado el anillo Mare del cielo. -Y no solo eso…- Le mostro un trozo de pañuelo que parecía un poco quemado pero había salido prácticamente ileso. -Parece que al final…Daisy no era la verdadera corona fúnebre de Byakuran…- Shoichi abrió sorprendido los ojos mientras destapa lo que fuera que estuviera cubierto y vio el anillo Mare del Sol. -Te dejo solo entonces.- Y así, el Vongola se retiro.

Shoichi observaba casi petrificado ambos anillos, apretando con fuerza el del Sol, sintiendo nuevamente deseos de llorar y al mismo tiempo esa fortaleza que se había forjado en su interior que le impedía el dejar salir cualquier emoción que pudiera ser un problema para su plan, por ello su plan había sido un éxito…
Por ello Byakuran ya no existía en el mundo…

Por ello ahora ya no tenía que guardar nada dentro de su corazón…pero…nada salía de cualquier forma…dejo caer el anillo del sol y solo continuo con su mirar sobre el anillo del cielo…casi como si solo por hacerlo Byakuran fuese a volver…Byakuran fuese a aparecer frente a él de la misma forma que cuando choco con él 10 años atrás…

Cerró los ojos con fuerza...recordando cómo había comenzado todo y recordando su terrible error al haberle amado…al haber caído ante sus palabras, ante sus roces, ante sus toques…ante sus ojos y su voz…se maldecía por haberse vuelto adicto a su presencia…necesitado de sus abrazos para expresar cualquier cosa.

Se abrazo a si mismo pero su cuerpo se sentía frio, alzo sus piernas y se escondió en ellas mientras trataba de alejar esa sensación de necesidad. Debía ser firme, aun debían de terminar de reparar las cosas…debían de asegurarse de que la familia Gesso y la Giglio Nero ya no tuvieran conflictos, debían de informarles de la muerte de Gamma y…

Alzo la mirada un momento…Gamma y Uni estaban muertos…habían hecho un enorme sacrificio, pero en el fondo, él pensaba, ¿De verdad era tan malo? Ambos estaban sonriendo en el momento que desaparecieron, ambos se veían felices, ¿Qué se sentirá desparecer del mundo al lado de la persona que más te importa?

Se rió, ¿Por qué estaba pensando eso? Volteo a ver la maquina, observo el anillo y luego de nuevo la maquina…

¿Quién podría culparle por querer verle de nuevo?

Se levanto y camino hacia la maquina con total tranquilidad, se coloco el anillo Mare del Sol en la mano después de recogerlo y guardo el anillo Mare del cielo en su saco que tenía a un lado, no podía llevarlo…

Comenzó con sus cálculos, debía de llegar en un momento donde no causara problemas a su yo pasado, un momento ideal donde pudiera ver a Byakuran un momento y…

Detuvo todo lo que hacía solo para verse a sí mismo, ¿Qué estaba haciendo? Si cambiaba un poco lo que hacía en el pasado…si lo cambiaba…quizás no ganarían y…

Cerró los ojos mientras negaba fuertemente, su determinación para vencer a Byakuran era total, si…pero nunca pensó que dolería tanto, que no podría soportar ese sentimiento de soledad, estaba volviendo a ser egoísta y no era que le importara, en esos momentos lo que más retumbaba en su mente era el deseo de verle y oírle de nuevo…una vez fijo los parámetros, se acerco a la maquina y cerró los ojos esperando la sensación de viajar en el tiempo, era algo que conocía bien pero ya había pasado tiempo desde la última que incluso era atrayente de nuevo.

Se sintió caer sobre el suelo, observo a su alrededor y rápidamente reconoció los pasillos, estaba ahí, en los cuarteles de la familia Gesso, a sus pies noto unos documentos, los tomo y leyó rápidamente para poder darse una idea de la fecha en la que se encontraba, sus ojos se abrieron en sorpresa, era justo una semana antes de que la reunión con Uni se diera.

Escucho pasos y tomo sus cosas rápidamente mientras corría, sin ver realmente, solo corría hacia donde su mente le indico que fuera, era casi de noche y se metió a una habitación sin siquiera fijarse si estaba bien o no, una vez que dejo de escuchar pasos, se tranquilizo y suspiro aliviadamente.

-¿Sho-chan?-

Se petrifico, tenía poco en realidad de haber dejado de oír ese apodo pero a él le parecían ya siglos, no quería voltear, no quería voltear…sabía que estaba en el pasado pero, tenía grabada en su mente la escena de Byakuran desvaneciéndose entre las llamas de Tsunayoshi-kun, sentía que si volteaba volvería a ver la misma escena.

-¿Estás bien Sho-chan?-

Volteo despacio, la mirada baja, primero vio solo el suelo, empezó a alzar la mirada y topo con ropas semi rotas, subió un poco más la mirada y vio el cuello roto de la playera favorita de Byakuran, sonrió y dejo caer las cosas mientras acercaba sus manos a esa ropa y tiraba de ella.

-¿Cuántas veces te he dicho que no te pongas esto cuando estés aquí?- Comenzaba a acomodarle esa playera como si apenas lo hubiera visto hacia unos segundos, sintió una mano en su mejilla y su vista era borrosa…estaba llorando.

-¿Por qué estas llorando?-

-…Byakuran-san…- No podía verlo a la cara, si le miraba ahora…mierda, mierda, ¿Qué demonios estaba haciendo? Si se echaba a llorar arruinaría sus planes, arruinaría todo… ¿Por qué había ido? ¿Por qué no podía aceptar la realidad? ¿Por qué demonios estaba a punto de abrazarlo y llorar tan desconsoladamente como quería? -Yo…Yo…la verdad es que…-

-Sho-chan… ¿Acaso otra vez estas demasiado nervioso? No~ no~ debes estar feliz- Le tomo el rostro y lo hizo que le viera, Shoichi solo le sonrió y al instante se aferro a él, entregándose al llanto mientras trataba de no decir nada, de no hablar de más, de solo sacar lo que debía. -¿Sho-chan?-

-…Byakuran…- Se aferro a su cuerpo, sintió una caricia en el cabello de parte del peliblanco y su corazón parecía querer salirse de su pecho de la alegría de poder verle y oírle de nuevo pero también de dolor al saber que tendría que irse, que debía de irse…la maquina le llamaría de vuelta en cierto tiempo…

-… ¿El futuro es tan malo?- Shoichi abrió los ojos de golpe y le volteo a ver aun entre lagrimas. -¿Qué te ha pasado?-

-¿Cómo…sabes?-

-Es fácil…Sho-chan aún no me ha dicho que me ama y sigue insistiendo en llamarme Byakuran-sama- Comento bajamente mientras le seguía limpiando las lagrimas. -Y…los ojos de Sho-chan son fríos…no como los de Sho.-chan del futuro, se ven más vivos~ incluso parece que Sho-chan tiene alma~- Tan alegre y burlón como siempre, Shoichi se sonrojaba cada que le decían Sho-chan.

-B-Byakuran-san…-

-¿El futuro es tan malo?- De nuevo esa pregunta, ladeo la mirada y sintió de nuevo el peso de tener que fingir, le acariciaron el cabello. -Dime la verdad…-

-…No puedo- Y era tan débil ahora, y nuevamente se maldecía por haber ido a ese sitio, ¿Qué caso tenía verle? Su sentimiento de culpa solo se acrecentaba. -Yo…debería de irme…-

-…Solo respóndeme una cosa- El tono que Byakuran usaba era un poco más serio, le miro casi sin ganas. -¿Logre hacerte feliz?- Shoichi abrió los ojos de golpe de nuevo y vio la mirada de Byakuran, tan dulce, tan suave, tan amorosa hacía él.

¿Era…así?
Byakuran… ¿Le miraba así?
¿Por qué nunca se había dado cuenta?

Las lagrimas volvieron a fluir y se quedo sin palabras, solo se tapo la boca con una mano al tiempo que se sostenía el estomago y comenzaba a dejarse caer al suelo, pero unos abrazos le envolvieron por la cintura y termino recargado en el pecho de Byakuran, nuevamente tomo su ropa y se aferro a él, ¿Por qué nunca había notado esa mirada? El…todos esos años, había creído que Byakuran no le quería…pero… ¿Acaso estaba equivocado?

-Te amo…- Dijo sin muchas fuerzas, recibiendo un beso en el cabello -Te amo, te amo, te amo…- Lo abrazo con todas sus fuerzas y comenzó a llorar como de verdad quería. -¡Perdóname! No debí de jugar con la Bazuca…no debía de ser tan egoísta de querer cambiar mi futuro, no debí de viajar en el tiempo…no debía de ser…como soy…no debía de hacerte esto…no debí, no debí conocerte…- Y cuanto le dolía admitir la verdad…

-¿Sho-chan se arrepiente de conocerme?- Escuchaba atentamente, e incluso preguntaba tranquilamente, manteniendo su tono alegre y a veces algo infantil.

-…No es….yo, yo solo….desearía haberte podido conocer de otra forma, de una manera en la que no terminaras haciendo todo esto…de una manera en la que pudiera estar a tu lado…pero, pero aunque no me amases, aunque no me quisieras a tu lado…yo sería feliz con solo poder estar contigo, como personas normales y…- Observo una sonrisa algo extraña de parte de Byakuran, se tensó al tiempo que fue callado con un leve roce de labios. -Byakuran…-

-Eso no es verdad…-

-¿Eh?-

-Sho-chan no estaría feliz siendo solo mi amigo, si Sho-chan esta así solo porque, al parecer, ya no puede verme en el futuro…dudo que Sho-chan fuera feliz siendo solo mi amigo.- Se acerco al oído de Shoichi y lo lamio lentamente. -Porque Sho-chan es egoísta-

-Byakuran…- Ahí estaba, de nuevo cayendo ante los toques de aquel hombre que tanto amaba, del hombre que se había vuelto su mundo en más de un sentido, se perdía entre sus manos y entre su boca, sin siquiera poner resistencia al ser llevado a una cama, cayendo en cuenta que había entrado a la habitación de Byakuran.

Curioso.

De alguna u otra forma había terminado en donde más deseaba estar, el no lo sabía…el solo quería verle y sentirle, y esta forma era más que suficiente, poderse entregar a él por completo, sin tener que preocuparse por revelar nada…su mente estaba en blanco, ya no le importaba el futuro, el pasado, lo que fuera…en ese momento solo quería poder expresar lo que tantos años evito demostrar.

Su adicción a Byakuran. Su deseo de estar a su lado, su deseo de poder estar juntos para siempre…vaya, de verdad que era egoísta y un ingenuo…quería cosas que el mismo sabía eran malas, muy malas para el mundo…

Estar con Byakuran representaba también el hecho de que el mundo caería en caos y sería prácticamente destruido…pero, que más daba. No era algo que fuera a realizarse, no era algo que fuera a ocurrir…

Su mente solo debía concentrarse en las caricias del albino en su cuerpo, en los besos que eran depositados sobre su piel, los suaves movimientos entre sus piernas que envolvían al otro, las dulces palabras que le eran dichas a ratos y en sus manos entrelazadas por una vez, era un vaivén dulce y lleno de sentimientos verdaderos, era…casi como un sueño, entre sabanas blancas, la luz del atardecer comenzando a volverse luz de luna, Byakuran tratándole como si fuera a romperse…

Todo era maravilloso, todo era tan irreal que incluso sentía que era un sueño que al despertar nada habría ocurrido, y si era así, prefería vivir su sueño…o ir y hacerlo realidad, lo primero que llegara a su mente si es que todo era un delirio debido al dolor causado por la perdida.

Pero a su vez, existían razones que le hacían creer que era verdad, que le demostraban que no estaba mintiendo, y entre esas razones estaba el anillo que portaba en su mano y que Byakuran besaba cada cierto tiempo, el anillo que a veces parecía ser su recuerdo de que estaba ahí de verdad, traicionando tantas cosas por las que había luchado, pero que mas daba…

Eso ya no importaba al momento en que su voz su unió a la de Byakuran en un dulce grito, ambos llamando al otro, viéndose unos segundos y luego volviendo a unir sus bocas mientras pareciera que no pudieran estar más tiempo sin sentirse, Shoichi subía las manos y lo ataba a él, con fuerza, con deseo y pasión mientras el vaivén volvía a comenzar…ambos querían saciarse del otro, mientras tuvieran tiempo…mientras fuera posible, mientras ambos pudieran estar con el otro sin más juegos mentales, sin más trampas en las palabras, sin más que solo el sentimiento, lo único real de toda su vida.

Y Shoichi entendía que esta no sería la única vez que lo haría…
Porque…una vez cayendo en la tentación…

¿Qué podía impedirle el hacerlo de nuevo?
 

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