16.-Insecto
Iba por la calle, rodeada de gente que aseaba o compraba, pensando en ellos mismos sin fijarse en su entorno.
Me senté en el césped de un parque con mi botella de ron y sentí un cosquilleo en la mano. Una mariquita.
“¿sería fácil ser una mariquita?” pensé de repente. Me gustaría ser un insecto, daba igual cual. Sería como ahora pero distinto.
Me sentiría igual de pequeña e indefensa. Me sentiría libre al poder volar.
17.-Pimienta
Ya ha nacido. Ya soy hermana. Ya tengo una hermana.
Su llanto inunda cada habitación. Es un sonido molesto, incómodo, sobretodo cuando se une a los gritos de mis padres.
Ese sonido taladra mi cabeza. Es muy desagradable, más que cuando se te mete pimienta en la nariz y quieres estornudar, menos que cien pizarras siendo arañadas a la vez.
Mires como lo mires, es desagradable.
18.-Escalera
Esa niña está en esta casa como un intruso, pero no tanto como yo.
A veces me meto en su habitación y la veo dormir. Es agradable, reconfortante y un momento de paz hasta que mis padres se tiran los trastos a la cabeza y sus gritos atraviesan la cocina, el pasillo, la escalera, el otro pasillo y llega a nuestros oídos.
Mi hermana se despierta y llora. Yo la veo y lloro.
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