Fic: Sangre Incólume c.6

Sep 18, 2011 10:06

TITULO: Sangre Incólume.
CAPITULO: 6
RATING: NC-17
PAREJA: Ron. Ginny.
WORD COUNT: 2100 ~.

VI.

La chica se había quedado en medio de la pieza mirándolo partir. No podía estar hablando en serio. No podía haberse desaparecido así ante sus ojos. Era Ron, su hermano más incondicional. Y se había ido.

No logró dormir en lo que restó de la noche, su mente daba vueltas y más vueltas con cientos de pensamientos. No sabía cómo solucionarlo y no podía siquiera comentarlo. Con nadie. Si su madre o hermanos lo sabían, le preguntarían los porqués, y ella ¿qué les iba a decir?  Que a Ron no le gustaba que ella se durmiera mientras tenían sexo, o tal vez sonaría mejor que ella simplemente no había querido ayudarle en su tarea. Valiente cosa, con ambas le iría fatal a ella.

Nadie podía saber que él se había ido, si llegaba a oídos del Ministerio estarían en serios problemas. Los Delegados que estaban a cargo de ese tipo de casos tenían un olfato muy sagaz para darse cuenta de cuando esas cosas pasaban. Si notaban esa misma mañana que él llegaba de otra parte... Tal vez se fuera con Bill, o ¿a un hotel?... o si llegaba al Ministerio por las entradas muggles…
Antes de darse cuenta la chica ya estaba caminado dentro de la habitación haciéndole surcos al piso.  Su mirada chispeaba ideas, pero ninguna era buena. Estaba confundida, estaba segura de no ceder en algunos puntos discutidos con Ron, pero en un resquicio de su cabeza una tenue voz le preguntaba quién había tenido la razón aquella noche.

Cuando llegó la hora de entrada de Ron al Ministerio, Ginny se movía inquieta por la casa, ya le parecía que en cualquier momento llegaría alguien del Ministerio a ponerle algún tipo de multa, o que le llevarían a Ron de las orejas y lo dejarían en su casa con la advertencia de que no se le fuera a escapar otra vez. Pero nada de eso sucedió durante el transcurso del día.

Por la noche, no le quedaban dedos qué tronarse, estaba como una loca desquiciada a punto de jalarse los cabellos uno a uno. Ni una noticia, ni una visita, ni una lechuza… ¡nada! Ron oficialmente la había dejado y por lo visto tampoco había comentado nada con nadie, había sido discreto. Y eso, ¿qué demonios significaba? ¿Que estaba enojado y no volvería jamás?  Ella no pensaba buscarlo, ni siquiera tenía idea dónde.

Al día siguiente tenía miedo incluso de salir de su casa, su madre quien se vivía al pendiente de ellos, ya podría haber notado que Ron no deambulaba por la casa, no salía ni entraba, no había ido a verla, etc… pronto se empezarían a dar cuenta y los tendría encima a todos. Y no se había equivocado.

Fue hasta el día siguiente cuando George pasó por La Hura antes de irse al trabajo, evidentemente enviado por su madre, que a pesar de todo respetaba los límites que le había puesto Ginny sobre su vida matrimonial. De cualquier manera, sería difícil seguir escondiendo que vivía sola. George no era tonto y la atrapó en sus mentiras antes siquiera de terminar de decirlas con tartamudeos. Pero no pudo sacarle razones, ella sólo levantaba los hombros y decía no saber.

Al atardecer ya no pudo escaparse de la visita de su madre. La situación se había salido de sus manos y ahora tendría que enfrentarla. Gracias a Merlín se había esperado a que llegara Bill y además se habían traído a Percy. Al menos, ella sabía que Bill mediaría las cosas, pero algo en su interior le hacía pensar que esta vez, quizá no la favoreciera.

-¿Qué fue lo que pasó Ginebra? Dímelo. - requirió Molly severamente después de obtener únicamente monosílabos de su hija.

-NADA. Nada mamá, no tengo nada qué decir.

-¿NADA? ¿Dónde está Ron? Niña, vas a hablar o me vas a conocer.

El corazón de Ginny latía como locomotora, empezó a estrujarse las manos.

-Calma mamá. Ginny, - dijo Bill girándose hacia su hermana menor. - seguramente esto tiene solución, queremos ayudarte. Pero tienes que decirnos qué fue lo que pasó. ¿Por qué Ron no ha dormido en la casa?

La chica se quedó callada mirando el sillón de la sala. Ella sabía que no era así de fácil, que Ron una vez enojado era duro de convencer.

-¿Discutieron?

Ginny no se movió.

-Ginny, ¿pelearon? ¿pelearon fuerte?  - Percy insistió.

Finalmente volteó a ver a su hermano mayor y le respondió sólo con la mirada.

-¡Ya sabía yo! Discutieron y no has querido decirlo ¡porque tú has tenido la culpa! - exclamó su madre. -Ron no se iría así porque sí, algo
tuvo que haber pasado. ¿Qué fue? ¿por qué pelearon?

-No seeeé. Se enojó y se fue. Y-yy no fue mi culpa…

-¿Cuándo fue eso? - preguntó Percy preocupado.

-Anteayer.

-Pero cómo se pudo haber ido, ¡yo quiero saber qué fue lo que pasó! - preguntaba la madre desesperada.

-Mamá eso ya no importa. Lo que importa es que olviden el problema y Ron vuelva. -comentó Bill buscando soluciones.

-Noo, Bill. Es que si Ron es quien se fue, quiere decir que él es el ofendido, y tal vez no quiera volver… -continuó Molly.

Todos voltearon a ver a la chica, sólo ella podría saber la respuesta. O eso esperaban.

-¿Crees que quiera volver?

-Yo que sé… además, yo también estoy molesta.

Sus hermanos torcieron los ojos poniéndolos en blanco, parecía un juego de niños. Molly estaba muy alterada.

-Aaaaah, ¿Tu también estás enojada? Bien, entonces, lo vamos a solucionar a mi manera. -sentenció la mujer. ­ -Si la pelea fue anteayer han sido muchos días perdidos. Mientras Ron no vuelva, hermanos, es lo que te sobra Ginny… A partir de mañana, recibirás la visita de George o de cualquiera de los muchachos.

-No puedes hablar en serio mamá. - susurró la chica alarmada.

-Te voy a permitir esta noche, pero no me pongas a prueba, porque hablo en serio y lo comprobarás en 24 horas.  Buena Noches. - se despidió su madre dejando a Ginny sin palabras.

Bill salió con su madre acompañándola mientras Percy se quedaba con ella, le apenaba la situación pues Ginny se miraba realmente inquietada.

-Mira Ginny, no te alarmes. Yo mañana seguro que veré a Ron,  hablaré con él. ¿Quieres… que le diga algo?

-Pues… no. Tu habla con él, dile que… no sé. Convéncelo. ¿No se está quedando en casa de Bill?

-No, no sabemos nada de eso. Seguro que se está evitando estas pláticas precisamente. Pero mañana yo habló con él, no te preocupes.

-¿Me mandarás una lechuza?

-Claro.

Durante esa noche, la chica durmió poco. Sabía que su madre no dudaba y que ante semejante situación Bill, George y Percy muy posiblemente apoyarían a su madre. El problema se le había salido de  control y después de hablar con su madre sentía que lo había perdido por completo. En el fondo ella sabía que al día siguiente cuando hablaran Ron y Percy, sucedería una de dos cosas: 1) Ron le contaría a Percy, y este le iría a decir a su madre o; 2) Percy no lograría absolutamente nada con Ron.  Ninguna era buena para ella, de nuevo.

Por la mañana, esperó ansiosa la lechuza de Percy pero esta no llegó hasta después de la hora de comida. Y no fue lechuza, sino Percy en persona que había podido pasar por la casa.

-¿Qué ha pasado? ¿Qué te dijo Ron?

-No sé qué ha sucedido con ustedes pero Ron no ha dicho mucho. Me dijo que había sido claro contigo, que tú sabías cual era el arreglo
y que a él no le urgía volver.

Ginny se quedó en silencio. Lo dicho, no soltó ni siquiera la posibilidad de negociar. Su mente se quedó suspendida en blanco sin pensamientos por un momento.

-¿Qué harás?  Iré a la oficina más tarde.

-Nada. - susurró ausentemente Ginny.

Percy la miró confuso y la tomó de las manos.

-Si necesitas algo, mándame una lechuza.- Se despidió Percy con un beso en su frente.

Ginny se quedó inmutable el resto de la tarde, presentía que su madre le daría una nueva prórroga y  tal vez… Pero se equivocaba rotundamente, George estuvo ahí al caer la noche. El  chico ni si quiera tocó la puerta, la vio sentada mirándolo en la pequeña sala de la casa y entró. Los ojos de Ginny brillaban húmedos. George se sentó a su lado.

-¿Qué pasó Ginny? Cuéntamelo. - exhortó el gemelo invocando a la confianza que siempre se habían tenido.

-Percy habló con él, pero no quiso.

-No me refiero a eso, sino a qué paso con él.

-Ah, pues nos peleamos y… ya ves…

-Ginny, la situación está bien canija, y todos estamos metidos hasta el cuello. Mira nomás, ahora hasta yo estoy metido. ¿Qué va a decir la gente si tienes gemelos? Jejeje.

Ginny sonrió sin ánimo. Se quedaron un momento en silencio.

-Pensé que todo esto sería más fácil… - reflexionó la chica en un susurro.

-Bueno, yo no sé qué esté pasando con ustedes, pero por Merlin Ginny, se conocen de toda la vida, tu sabes a la perfección cómo es Ron, y él lo sabe de ti… No es como en los demás matrimonios, entre ustedes nada hay que te vaya a sorprender o que no sepas, han vivido juntos toda la vida. Eso es una gran carta a favor.

-¿Y si eso juega en contra?

-No puede jugar en contra Ginny. Se conocen de todos los humores. Hay mucha más confianza, hay cariño, hay lazos… eso no puede romperse. Seguro que en vez de ser malo hay muchas maneras en que puedes aprovecharlo. No te cierres nena…

Ginny se quedó pensándolo por unos momentos.

-¿Vamos arriba o te animas en el sofá? - Invitó el chico.

-Oh George, cállate por favor.

Si alguna vez pensó que ser amante de Ron era terrible y las cosas no podían empeorar más, se había equivocado. Llovía fuerte y su paraguas se había quedado en las varillas, ¿será que todavía faltaba el rayo por caer ?... Y el rayo era George, por qué diablos iba ella subiendo las escaleras hacia la recámara con George cuando ella sabía perfectamente que había escogido a Ron por ser mucho más cándido y accesible que los demás.

Ella sabía que ni con George ni con Percy, ni con Bill o Charlie podría darse el lujo de dormir y soñar con viajes maravillosos. Serían amables, claro está, pero ella sabía que Ron había sido benevolente con ella durante semanas y eso no lo tendría con los demás. ¿Por qué ahora mismo permitía que George le quitara suavemente la blusa, si era justamente lo que no había querido hacer con Ron? ¡Daba lo mismo!  ¿Y mañana quién? ¿Percy? Oh sí claro, Percy sería muy indulgente con ella, seguro…

-George no. No, no puedo.

-Lo siento Ginny, seguro al principio con Ron también fue feo, pero…

-No George, ayúdame. Quédate un rato y le dices a mamá que lo hemos hecho.

-No te va a servir de nada, mientras más evadas esto mas te subirá el agua al cuello.

-¡Es que no quiero esto! Ya es lo suficientemente fuerte estar casada con Ron como para además serle infiel ¡y tener como amantes a mis otros hermanos! Jajaja - rió Ginny impresionada por la situación aunque sus ojos seguían brillando húmedos. George rio con ella.

-El asunto es que si yo me voy, el problema no se soluciona Ginny… el hecho de que tú y yo no estemos juntos hoy… OK, perfecto, ¿y qué vas a hacer mañana con Bill…? o si viene Percy. Sigues… seguimos atorados con este asunto. El bebé no se va a hacer solo.

Ginny respiró profundo.

-Acompáñame a ponerle una lechuza a Percy.

-Vamos. Pero no se la mandes a Percy, mándasela a Ron y ya no le hagas al tonto.

La chica se puso la blusa de nuevo y buscó un suéter.

-Vamos.

N/A: El bebé no se va a hacer solo, eso es seguro xD.

par: ron.ginny, sangre incolume, rating: nc-17, fic:español

Previous post Next post
Up