Fic: Sangre Incólume c.14

Nov 27, 2011 09:08

TITULO: Sangre Incólume.  
CAPITULO: 14.
PAREJA: Ron/ & Ginny.
RATING: NC-17.
WORD COUNT: 2000~.

XIV.

A la mañana siguiente todos se levantaron temprano y por demás sonrientes, nadie hizo alusiones de ningún tipo, todo parecía indicar que los sonidos no habían llegado al otro extremo de la tienda. Y los involucrados, evidentemente no tenían comentarios qué hacer, simplemente estaban relajados y sonrientes.

Después del desayuno no pudo faltar un partido de… volibol. ¿Quidditch? No había permiso, ni mucho menos escobas. Habría sido genial un partido de quidditich justo ahora que estaban todos reunidos, pero tendría que ser en otra ocasión. El volibol fue sugerencia, una vez más, de Percy, pero la verdad era que aunque parecía fácil, ni lo conocían bien, ni les daba mucha motivación. Aunque a pesar de ello se divirtieron bastante.

Mas tarde, Molly pidió a Ron que fuera a conseguir algunos leños para poder mantener encendido el fogón y lo necesario para preparar las comidas que faltaban. Ron invitó a Ginny y empezaron a caminar entre los arboles alejándose del campamento.

La experiencia de la noche anterior había sido muy buena para ambos. Ginny hacía mucho que no se sentía como aquella noche. Se sintió realmente mujer, antes era sólo un objeto de fecundación. Y Ron había logrado tener una mujer en los brazos, una mujer con respuestas que lo había hecho sentir un hombre que podía complacer. El cambio había sido bueno y no podían negarlo, hacer el amor se sentía bien. Ambos deseaban volver a vivirlo, tal vez pronto... Pero Ron no quería esperar al destino, a ver si sus hermanos volvían a darles una oportunidad, por eso se había conseguido una por sí mismo.
Ginny sabía que la invitación de Ron a recolectar leños llevaba una doble intención, lo presentía y aunque se sentía escrupulosa y nerviosa al respecto, pues no sabía hacia donde los llevaría todo eso, su libido se había despertado. ¿Quién no quiere sentirse como ella se había sentido la noche  anterior? Y lo más peligroso era que se sentía dispuesta a hacerlo.
Cuando los chicos se sintieron solos, escudados por los árboles del bosque Ron la tomó de la mano y se acercó a ella tocándola con ligereza por el cuerpo.

-Hay que aprovechar que estamos solos, ¿no?

-¿Aquí? - preguntó ella nerviosamente.

-¿Por qué no?

Ginny tuvo ganas de reírse pero se contuvo, por lo visto todos los hombres calientes eran iguales. No importaba que ella no le gustara a Ron, ni fuera su tipo, con una noche en la que se habían entregado al sexo de manera casi normal, era suficiente para que Ron se sintiera de Luna de Miel. Pero ella también estaba cayendo directamente en la trampa mientras era tocada por encima de la ropa con esa fugaz pasión hormonal.

De pronto se escucharon algunos ruidos cerca de ahí, las ramas de los árboles se movían. Se soltaron repentinamente y esperaron un momento tratando de fingir que recogían maderas. El ruido cesó. Ginny ya podía imaginarse un animal grande y de dientes afilados, pero cuando volvían a acercase Ron alcanzó a ver la figura de Victorie que los buscaba juguetonamente.

-¡Victorie! - llamó Ginny sorprendida. -¿Cómo llegó hasta aquí?

La niña una vez que vio a su padrino acercarse se echó a correr con una gran sonrisa. Ron la alzó en brazos.

-¡Ninino!

-Hola nena. Nos siguió.

Ginny se mostró preocupada. No se podían descuidar, ni ellos, ni nadie. El jugar a ser muggles había permitido que la niña se alejara demasiado de sus padres y del campamento. Ron también lució preocupado.

-Ten, cuídala tú. - le dijo Ron entregándole en brazos a Victorie mientras recogía apresuradamente algunas maderas para volver lo más pronto posible. Bill se debía estar volviendo loco.

Y no se equivocaba, antes de llegar lograron escuchar sus gritos llamando a Victorie. Ron le gritó en respuesta y pronto estuvieron juntos. Fleur estaba llorosa y se miraba muy alterada. Fue un gran susto pero no había trascendido, las eventualidades con los niños pequeños nunca faltan en los paseos familiares.

Desafortunadamente, el imprevisto les había cortado el calor y se había robado la oportunidad. Sin embargo, no era algo que no se pudiera retomar.

Una vez pasado el susto, volvieron a comer  juntos al aire libre ahora con un guiso elaborado en su totalidad sin varita y Molly tuvo que reconocer que las mujeres muggles eran personas de admirar. Claro que lo que Molly no sabía es que en el mundo muggle, lo que ella hace con la varita, las mujeres muggles lo hacen con aparatos eléctricos. Es, otro tipo de magia.

La convivencia familiar era maravillosa, divertida. Los unía mucho como familia. Después de que cada uno de ellos se fuera a Hogwarts y al terminar siguiera su camino, pocas eran las ocasiones donde podían convivir todos. Y a pesar de que durante la muerte de su padre  habían estado juntos, también debían pasar tiempo reunidos sin necesidad de que motivos trágicos los unieran. Les hacía falta. Sobre todo a Molly.

Fleur, después del susto que se habían llevado con Victorie en la mañana, decidió llevársela junto a ella y Bill para pasar la noche, y también para dejar descansar a la abuela.

Al caer la noche, Charlie y George se despidieron de todos diciendo que irían al pueblo a conocer costumbres muggles, más específicamente las parrandas seguramente. Y después de jugar un poco dentro de la tienda, las chicas: Fleur, Audrey y Ginny se ofrecieron a dejar todo recogido para que su madre se retirara a descansar, esos días habían sido pesados para ella. Las chicas se entretuvieron tratando de dejar todo lo más limpio y preparado para su partida del día siguiente, pues  esperaban salir al mediodía según sus planes.

El día había transcurrido con muchas actividades, y a pesar de ello, la idea no se alejó de la cabeza, o mejor dicho, del cuerpo de Ron. Estuvo esperándola despierto a que volviera y con la intención de recuperar el momento perdido. Él sentía que cuando se quedaron solos en el bosque ella estaba dispuesta a estar con él en los mismos términos que el día anterior, pero se sentía nervioso pues las circunstancias que le habían dado aquella prerrogativa, tal vez no las volviera a tener, esa noche o al volver a casa.

Cuando Ginny entró en la habitación lo halló simplemente en bóxers sobre la cama, él se sentó al verla. La chica se sonrió, él la llamó con la mirada. Podían leerse claramente sus planes.

-Fleur se trajo a Victorie. -  susurró Ginny señalando hacia la habitación de al lado.

-Ya está dormida. Lo hacemos sin ruido. - secretó Ron jalándole los dedos de la mano.

La chica se dejó llevar, Ron la detuvo frente a él con las dos manos en su cintura. Las bajó… las subió… tocándola sobre la ropa, apreciándola. El chico seguía sentado en la orilla de la cama, ella se hincó frente a él y le jaló el bóxer. A pesar de lo que Ron pudiera pensar, ella también sabía corresponder, y sabía de lo que se trataba la intimidad en pareja. Que no lo hubiera hecho hasta esas fechas, tenía otras razones.

Ron tragó saliva. Mientras Ginny mantenía la cabeza sobre su regazo, él aprovechó para desatarle  la trenza que llevaba. De alguna manera debía desahogar la sensación que le provocaba la felación. Estaba excitado  y aunque le gustaba mucho lo que Ginny le hacía sabía que él no era quien necesitaba los estímulos, era ella quien debía excitarse y lubricar para que la diversión empezara.

Entonces trató de encontrar la manera de estimularla sin perderse del placer que le daba pero sus manos lograban poco, sólo acertó a acariciar su nuca y cabeza. Cuando la chica sintió que él comenzaba a mover su cadera con impaciencia y a sujetar su cabeza más de lo necesario, supo que era hora de retirarse.

-Quítate la ropa. - pidió el chico con la mirada llena de deseos.

Ginny se puso de pie frente a él y empezó por quitarse los ajustados jeans, Ron habría podido hacer poco con ellos. Después la blusa y el sostén, y finalmente las pantaletas. El chico se urgía por saber si ella estaba tan excitada como él. Pero aunque Ginny ahora tenía una disposición inusitada, aún necesitaba ayuda para ponerse a tono.

Sin embargo, Ron no se quejaba, el simple hecho de que Ginny lubricara, aunque fuera poco, era bueno para él. Lo demás, lo podía conseguir. Y ya mismo se ocupaba en ello, rápidamente empezó a estimularla. Luego de explorarla y estimularla la condujo a recostarse y le abrió las piernas sin pudor. A Ginny le seguía pareciendo demasiado lo que habían rebasado de sus límites pero no tuvo voluntad para oponerse y volvió a dejarlo poner su boca en ella.

Ella estaba exhalando con fuerza, estaba más que lista. El chico no esperó más y entró en ella con decisión, pero al hacerlo, como ella estaba en la orilla de aquella enclenque cama de estructura tubular, las dos patas del otro extremo se levantaron y estuvieron a poco de irse al suelo.

-¡Aah! - exclamaron los dos tratando de equilibrar  el catre.

-Ssh jajajaja. - rieron ambos.

Los chicos apretaron los labios y trataron de no hacer más ruidos aunque estaban bastante divertidos con su travesura. Entonces Ron se acomodó de nuevo pero la altura no era nada cómoda para él y cada que el chico empujaba, el catre se iba moviendo y hacía ruidos contra el piso. El día anterior no había sucedido, o al menos no había sido tan notorio como esa noche en la que ellos eran los únicos en acción.

-Puta cama. Ven. - llamó el chico poniéndose de pie.

Una vez de pie los dos, él simplemente se puso tras ella y sosteniéndola con seguridad se dieron a la faena. La posición era complicada y además excitante. La penetración era poco profunda y requería de esfuerzo físico por parte de ambos. Les estaba resultando complicado mantener el silencio. Ninguno de los dos podía comprender que hubieran tenido sexo tantas veces prácticamente en silencio y ahora simplemente no pudieran contener los jadeos.

Luego de algunos minutos un catre comenzó a sonar… y naturalmente, no era el de ellos. Eso los hizo sentir mejor, al menos Percy era siempre solidario. La misión ahora, seria no despertar a Victorie. Por eso, aunque Ginny moría por volver al catre, Ron no se movió un ápice. Harían menos ruido parados.

Audrey, quien parecía su cuñada más seria, disfrutaba bastante de su marido. Al parecer aunque también trataba de ser discreta, Percy era buen amante y la hacía ahogarse en respiros. Pero Ron sentía que no tardaría mucho, la limitación que producía la posición lo tenía al borde. El chico la sujetó del talle y bajó su mano para acariciarla de nuevo. La chica no podía más, iba doblándose sin remedio.

-Ah…

Ginny se vino y quedó temblando en su mano, pero esta vez él no se volvió más suave, por el contrario, aceleró la marcha mientras pujaba su éxtasis.

-Mmh… MM-MH!

El chico se separó de ella un momento después y se aventó en el catre sin importarle el rechinido.

-Wow… estuvo bueno… - jadeó él.

Ginny se entretuvo mientras tanto aseándose un poco y vistiendo su pijama. Pero para Ron, si había algo que le molestaba después del sexo, era ver que una mujer se preocupara por eso después de haber gozado como ella lo había hecho. ¿Por qué no simplemente iba a acostarse a su lado? Entonces recordó: ella no es Hermione, las palabras de Bill. Ginny nunca será Hermione y tenía que aceptarlo… y aceptarla.

N/A: Espero que les haya gustado y hayan extrañado mi tardanza... xD

par: ron.ginny, sangre incolume, rating: nc-17, fic:español

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