Sangre Incólume c. 21

Jun 23, 2012 16:10

TÍTULO: Sangre Incólume.
CAPÍTULO: XXI.
PAREJA: Ron / Ginny.
ADVERTENCIA: Incesto.
WORD COUNT: 2250~.



XXI.

Después de la información dada por el médico fue muy difícil separar a Molly del Sanatorio pero lograron convencerla. Percy y Audrey se encargaron de acompañar a su madre, quien al despedirse volteó con la mirada llena de lágrimas para ver al más pequeño de sus hijos.

Bill y George por su parte decidieron acompañar a Ron. George de hecho, pensaba quedarse con él durante la noche. A pesar de todo, no lo juzgaba y sabía que no debía estar solo.

Mientras Bill por su parte, había dejado con Ron una respuesta que en el aire se había hecho silencio. Él había sido su confidente durante los conflictos importantes de la relación de sus hermanos y quería saber cómo habían sucedido las cosas. Los conocía demasiado bien a ambos.

Al llegar a la Hura, los chicos no habían cruzado palabra alguna desde el sanatorio. Al entrar, Ron se quedó mirando fijamente los muebles afectados por el incidente y las manchas de sangre que habían quedado en el piso.

-Muéstrame las cartas, quiero verlas. - pidió Bill a su hermano.

Ron volteó hacia Bill ausentemente, se quedaron en silencio unos momentos mientras George le indicaba a Bill con la mirada dónde la había guardado. Pero Bill no la tomaría sin su consentimiento, ni era necesario.

-Es sólo una. - respondió Ron tomándola del lugar dónde la había puesto y entregándola a su hermano mayor.

Bill la abrió y empezó a leer cada línea mientras por detrás George fisgoneaba también. Ambos se llenaron de asombro al ver que la carta, lejos de ser de Hermione, era de Harry.

-¿Esta es la carta por la que pelearon? - preguntó Bill.

-Sí. - respondió secamente el chico.

-Entonces ella no la leyó.

-No.

-¡Roon! ¿Eres idiota? ¿Entonces por qué no negaste lo del engaño con Hermione? - cuestionó alterado el gemelo.

El menor simplemente levantó la mirada sin responder. La respuesta debía ser obvia. George tardó en comprenderla pero Bill lo había sospechado siempre.

-¿Cuándo fue la última vez que te acostaste con Hermione?

Ron se sentó mecánicamente sobre una silla de la cocina. -Un par de semanas antes de que se fuera.

George y Bill se voltearon a ver meditantes.

-¿Entonces cómo se enteró de lo tuyo con… -reflexionaba Bill.

-No lo sabía, ella sólo se imaginó que la carta… - deducía Ron cuando fue interrumpido por George.

-No, ella ya lo sabía. Cuando te reclamaba dijo: “Confié en ti, te lo perdoné y te seguiste viendo con ella…” Yo la escuché, por eso pensé que era cierto.

-No puede ser, ella no lo sabía. - repitió Ron confundido.

-Bueno, eso ya no importa. La cuestión es que no podías negarlo y que… las cosas se nos salieron de las manos. Los bebés se perdieron y ahora lo más importante es que Ginny esté bien. De mamá yo me encargo. Descansa Ron. - se despidió Bill mientras dejaba a George y Ron instalándose en la casa.

A la mañana siguiente todos volvieron al sanatorio, cuando llegaron Ron y George ya se encontraba ahí Molly con Fleur y Victorie acompañadas nada menos que del Delegado Porter. A Ron se le cerraron las mandíbulas. Los ojos de Porter se clavaron en Ron incisivamente, lo estaba esperando.

-Al fin llega Sr. Weasley. Necesito platicar con usted sobre ese lamentable tropezón de su esposa.

-Ginny sufgió un tgopezón casego, todo lo que necesita sabeg se lo hemos dicho ya. Se lo explicó mi egsposo. - intervino rápidamente Fleur, buscando que Ron alcanzara a comprender.

-Comprendo señora, pero de cualquier manera debo platicar con el Sr. Weasley. Podría usted explicarme el incidente.

-Sí, bueno yo… estaba arriba bañándome, entonces… ella bajó a buscar algunas cosas y entonces… entonces como la sala estaba llena de cosas de mi oficina, se tropezó y se cayó.

-Claro… ¿No me había dicho usted que el tropezón había sido en la escalera Señora? - preguntó el Delegado a Molly poniendo a temblar a todos.

-Mamá no estaba ahí. Pero yo sí, sucedió como dice Ron. - respondió George rápidamente.

-Discúlpeme Delegado, en realidad no me habían dado detalles y yo supuse… - agregó su madre.

-Bien, levantaré mi reporte ante la Comisión. Tendrán noticias mías. Espero se mejore la Señora. - dijo desconfiadamente a la familia.

Una vez que el Delegado se marchó, Fleur le explicó que Bill antes de ir a trabajar había logrado hablar con él y con el Sanador, quien conociendo la situación… y que en todo matrimonio hay diferencias, accedió a mencionar el incidente como mero “impacto” sin entrar en detalles. De cualquier manera, en el fondo Ron sabía que Porter no se había tragado nada de lo que le habían dicho. No sabía a dónde iría a parar ese asunto. Hasta ese momento ni siquiera recordaba al tipo ese.

Más tarde, el sanador pudo decirles que Ginny había pasado bien la noche y que la hemorragia se había controlado estupendamente. Si ella continuaba así el resto del día podrían permitirles visitas por la tarde y darla de alta al día siguiente.

Al atardecer, Molly había pasado la mayor parte del tiempo de visita con Ginny. Ron no sabía si debería entrar o qué debía hacer cuando ella saliera. Cuando lo pensaba sentía su estómago encogerse.

Al salir su madre fue directamente a él y con autoridad le ordenó: -Entra.

Sus dudas quedaron a un lado. Las manos le sudaban mientras caminaba hacia la habitación. Ella se encontraba despierta cuando él llegó, parecía no poder moverse mucho y tenía los ojos irritados y las marcas de lágrimas que habían rodado por su cara. Pero eso no detuvo su reacción.

-¿Qué haces aquí? No quiero verte.

-Yo…

-¡VETE!

Ron no quiso imponerle su presencia, ¿cómo había pensado su madre que ella lo recibiría? Él no sabía qué hacer, ni sentía capaz de ofrecer una disculpa sobre algo que escasamente entendía. Cuando estuvo de regreso tan rápidamente su madre le lanzó una mirada fulminante. Entonces se encaminó Bill hacia la habitación, no sin antes darle una palmada amable a su hermano.

Sin más complicaciones, Ginny fue dada de alta al día siguiente por la mañana, a lo cual llegó muy puntualmente el Delegado Porter. Los Weasley esperaban la resolución de la Comisión sobre la prórroga que se les otorgaría para el nuevo engendramiento del bebé. Cuando suceden abortos espontáneos en estos casos, se puede dar incluso más de un año adicional.

-Voy a ser muy claro. -dijo el Delegado Porter cuando abordó a la familia. -Las condiciones del “tropezón” de la Señora, son bastante irregulares. Hay discrepancia en las declaraciones y creo que pudo haber una agresión directa… Esto podría ser violencia doméstica y usted es el principal sospechoso. -Le dijo directamente a Ron. El chico lo miró fijamente sin responder.

-Para ustedes serán las mismas reglas. Se les indultarán sólo 7 de las 13 semanas que habían logrado gestación; y nada más. - finalizó Porter.

-¿Qué? Usted no puede estar hablando en serio. ¿Se cree que Ginny podrá embarazarse mañana después de esto? - enfrentó Percy sumamente alterado.

-Tienen tiempo suficiente, gracias a los estupendos avances mágicos, el tiempo de recuperación de su pérdida será de alrededor de un par de semanas según el sanador. Y, deben agradecer que no levante cargos… pero los tendré muy vigilados. -contestó el hombre enfrentando a Ron al terminar.

Los hermanos estaban bastante alterados mientras que Molly sólo pensaba en llevarse a casa a Ginny y olvidarse de todo por unos días. Bill había platicado con su madre sobre muchas cosas que ella había tenido tiempo de reflexionar. El matrimonio que habían enfrentado sus hijos era un reto enorme; y lo más importante, aunque Ron había engañado a Ginny al principio, ella se equivocaba al pensar que seguían juntos. A Molly le había constado más que a nadie que a la chica se le había revuelto un poco la cabeza con el embarazo.

Obviamente, Ginny fue instalada en La Madriguera en la que fuera su recámara de soltera, al lado de su madre. Ron estuvo presente todo el tiempo al igual que sus hermanos y Fleur, aunque Ginny no se giró jamás a verlo siquiera.

En los días siguientes el Ministerio entero se enteró de la triste pérdida y todo fueron pésames para el chico. La gente también supo que había sospechas de que Ron la había maltratado y después de darle el pésame de frente, decían habladurías a sus espaldas. Él lo sabía.

George por su parte, decidió hacer un intercambio, y mientras Ginny vivía en la Madriguera con su madre viviendo cosas de mujeres, él se quedó con Ron en La Hura a darle apoyo de hombres a su hermano. El gemelo tampoco lo juzgaba, mientras convivieron esos días tuvo la oportunidad de conocer más la situación y sabía que era difícil tomar partido. Todos podemos ser débiles alguna vez.

El hermano más renuente a las acciones del menor, era Percy. Quien a pesar de todo no lograba comprender cómo Ron podía haber puesto un espejo frente al hechizo de Ginny… y adicionalmente su infidelidad, la cual trataba de comprender pero, no dejaba de ser una falta en contra de su hermana. Audrey en esos días se abstuvo de  visitarlos pues su embarazo la tenía sensible a ella también y saber del penoso desenlace del de Ginny, la hacía sentir temerosa.

Ron por su parte, iba a la Madriguera un rato por la tarde pero sólo a informarse de su estado sin tratar de verla o hablar con ella.

Pasadas un par de semanas de incidente; un día por la tarde, que Ron llegaba con George a visitar la casa, se encontró reunidos a Bill, Fleur, Percy, su madre y Ginny conversando en la cocina.  El silencio se hizo presente. Ginny no levantó la mirada para verlo. Él sin embargo la miraba curioso esperando una reacción. Entonces Molly tomó la palabra.

-Hijo, qué bueno que llegas. Mira nada más, Ginny está mucho mejor y más animada.

-Que bien. -respondió secamente Ron, expectante.

-Ginny… - llamó Bill tratando de suavizarla. La chica le respondió con una mirada dura. -Creo que si te sientes mejor es hora de que vuelvas a tu casa.

-Tú no eres quién para correrme. - respondió la chica a la defensiva.

-Nadie te corre hijita, nadie te corre. Pero… tú tienes una casa y… cosas que arreglar en ella. - aconsejó su madre cautelosamente.

La chica de pronto se sintió atacada. Le parecía que realmente la echaban de su refugio en medio de la tempestad.

-¿Quieren que vuelva con él?? ¡Quieren que… P-pero, ¿qué demonios les pasa?

-Ginny linda, escucha. Es hora de hablar. La carta que querías leer, no era de Hermione. - empezó Bill serenamente.

Entonces ella empezó a mirar a todos desconcertada. -¿Eso te dijo? ¡Venía de estar con ella! Por eso llegó tarde a casa. - respondió agresivamente.

-Yo la leí Ginny. No era de Hermione. - afirmó Bill.

-Err… y, no venía de estar con Hermione, de hecho, pasamos toda la tarde juntos. - comentó modestamente Percy.

-¡MIENTEN! No puede ser… Yo sé que ellos fueron amantes. ¡Mamá, no puedes permitir esto!

-Escucha hija, estas son cosas que debes arreglar con tu esposo y en tu casa. Yo repruebo totalmente lo que Ron hizo, pero ustedes deben hablar de esto, platicar de lo que sucedió.

-¡MAMÁ… mamá no me puedes hacer esto!

-No te estoy corriendo hija, pero tienes que enfrentar las cosas. Tu y Ron tienen mucho qué hablar y…

-¿No te importa que me haya engañado? - terminó la chica con lágrimas saliendo de sus ojos.

-Hija, tú y él han vivido muchas cosas, como en todos los matrimonios. Pero han engendrado vida y eso es más grande que todo. Cuando tengan en sus brazos un bebé, comprenderán…

-¿Bebé? ¿No cuenta el embarazo que ya tuve? ¿No quedó incólume nuestra sangre ya?

-No. -dijo Percy después de un suspiro. -Y no nos dieron prórroga… a causa de las irregularidades del caso. Tuvimos que decir que te tropezaste.

Un balde de agua helada estaba cayendo sobre ella. ¿Había alucinado? La carta no era de Hermione, y su familia le pedía hacer las paces con Ron a pesar de su infidelidad para engendrar otro bebé… La cabeza le daba vueltas.

-Ginny sé que todo esto te parece increíble, pero ¿Quieres que el trámite se pierda?? Que todo lo que has vivido, sea en vano. - cuestionó sinceramente Percy.

La chica se quedó de una pieza mientras se sentaba en el sillón.

-Ginny, te lo juro. Nada de esto importa, si tú dices que no quieres continuar, no hay ningún problema, todos lo aceptaremos y nadie dirá absolutamente nada. Pero, aparte… de todos modos tendrás que enfrentar las cosas con Ron. Es algo que tienes qué hacer. Ustedes no dejarán de ser hermanos…. Yo leí la carta junto con Bill y te puedo decir que no era de Hermione, y que hace mucho… mucho, que él no la ve. - dijo George con el corazón en la mano.

Ginny se quedó inmóvil unos momentos dejando pasar los pensamientos por su cabeza. Se sentía estúpida, pues al parecer había llevado a la tragedia a su familia por una estupidez; vacía, sin sus bebés y sin familia; y devaluada; como si la traición de Ron pudiera pasar de largo sólo porque había sido en las primeras semanas de su matrimonio. ¿Dónde quedaban sus sacrificios?

-OK. Volveré a casa… pero, con una condición. Quiero ir a Albania.

N/A: Espero les haya gustado. Besos!!

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