Está lloviendo agua y pólvora sobre Medellín. Son las 12:05, ya es Navidad.
La Navidad y yo estamos peleadas. De chiquita me gustaba por la misma razón que le gusta al resto de los niños: los regalos, el árbol, las vacaciones y las lucecitas de colores.
Más crecidita me empezó a inspirar desconfianza y lo único que hacia el reverenciado
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