Proceso de restauración de memoria 4/5
Fandom: Kingsman: The Golden Circle
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Eggsy no intentaba ocultar su malestar, mientras escuchaba a la gente de Stateman - Ginger y Champagne en particular - exponer la situación y plantear un posible plan de acción.
Esa tal Poppy estaba decidida a terminar con cualquiera que pudiera entrometerse en su venganza contra el mundo, incluso de forma preventiva, como había sido su ataque a Kingsman.
Luego de la muerte de Valentine y todo el caos generado por su operación, Poppy descubrió la existencia de Kingsman y el alcance de su trabajo y decidió deshacerse de ellos de la forma más definitiva posible. Con la organización recuperándose luego de aquello, vulnerable y con personal reducido, bastó solo un golpe certero a su HQ para reducirlo a cenizas, literal y figurativamente.
Stateman monitoreaba su operación y había detenido algunas de sus acciones terroristas en el pasado, pero cuando Poppy tomó ventaja del daño dejado por la operación de Valentine - que dejó sin líderes a más de la mitad de los países del mundo - , la organización radicada en Kentucky tuvo que aceptar que había dejado pasar la oportunidad de detenerla cuando aun era posible controlarla.
Merlín maldijo entre dientes cuando les mostraron el material tomado por su equipo de vigilancia que mostraba a Charlie Hesketh trabajando al lado de la tal Poppy; situación que explicaba, en parte, como había obtenido esta la información para hacer más letal su ataque contra Kingsman. Eggsy se había mordido los labios para no hacer comentario alguno sobre el asunto, aunque la rabia le estuviera devorando las entrañas. Pero su paciencia estaba acercándose al límite.
- Tenemos un aproximado de la ubicación de Poppyland, que es donde creemos que el Círculo Dorado, que es la organización para quien Poppy trabaja, tiene su base principal. Suponemos que tienen a su amigo prisionero ahí. - Ginger informaba a los presentes en la reunión. - Podemos enviar a un grupo de avanzada al lugar y…
- ¿Y cómo planean hacer eso, uhm? - Eggsy la interrumpió, ignorando a Merlín pidiéndole que se callara. - Nosotros tenemos la inteligencia - dijo, señalando a Merlín a su lado - y la fuerza - refiriéndose a él mismo. - Y ustedes que tienen, ¿una soga?
- Es un lazo. - El agente Whisky lo corrigió, molesto.
- Cómo sea. - Eggsy no ocultó su desdén. - Yo iré en ese equipo, Merlín será mi respaldo y ustedes pueden servir como apoyo.
Merlín se cubrió el rostro con una mano y Eggsy miró retador al resto de los presentes.
- Hacemos esto juntos o no se hace nada. - El agente Tequila, un hombre alto y fornido vestido de mezclilla, con unas botas vaqueras impresionantes y un acento sureño muy marcado, quien había estado observando todo desde una esquina de la amplia habitación, se unió a la conversación. - Están en nuestro territorio, la información es nuestra y ustedes no son más que los restos de Kingsman. Debería estar agradecidos de que estemos compartiendo esta información con ustedes.
- Y lo estamos. Y haremos lo que ustedes dicen, siempre y cuando rescatar a nuestro agente sea parte primordial de la misión. - Merlín habló justo cuando Eggsy mostraba claras intenciones de lanzarse sobre Tequila y liarse a golpes con él. - Cuando tengamos a Harry a salvo, estaremos más que dispuestos a ayudarles a deshacerse de Poppy, el tal Círculo Dorado y cualquier otro asunto que se les ponga enfrente.
- Supongo que algo se puede arreglar. - Champagne llenó su vaso y lo alzó en un brindis. - A la salud de nuestros nuevos amigos.
Se llenaron los vasos de los presentes en la reunión y compartieron el brindis. Todos sonreían satisfechos, aunque la sonrisa forzada de Eggsy no pasó desapercibida para nadie.
*-*-*-*-*
- En dos horas, deberá presentarse en la entrada principal, donde le espera un auto con chofer que lo llevará al punto destinado en su misión. - Harry estaba en el despacho de Poppy, escuchando sus órdenes. - Al llegar ahí, Charlie ya habrá preparado el terreno para que pueda entrar sin problemas. La misión es plantar explosivos suficientes en el lugar para hacerlo desaparecer.
En las pantallas tras el escritorio de Poppy podían verse imágenes de una enorme construcción que a Harry le resultaban familiar.
- La destilería Stateman es la fachada de su organización y el principal centro de información de la misma. Destruirla les dejará temporalmente ciegos y reducirá parte de su personal activo. - Poppy fijó su mirada en Harry, esperando una reacción que nunca llegó. Satisfecha con ello, Poppy se puso de pie y le ofreció su mano. - Completar esa misión le asegurará un pago considerable, unos días de asueto y cuatro sesiones con nuestro especialista.
- Y la oportunidad de estirar los músculos y respirar algo de aire. - Harry se sirvió una medida de whiskey. - Extrañaba la acción y agradezco su confianza al asignarme esta misión.
- Diversión para todos, garantizada. - Poppy aplaudió, divertida, y Harry sonrió tras el filo de su vaso, planeando su estrategia para poner a la gente de Stateman sobre aviso, sin que Charlie se diera cuenta.
Realmente necesitaba algo de acción para poder quitarse de la cabeza esas imágenes de su borroso pasado que le atormentaban por las noches.
Si Eggsy era real, quizá su vida aún tenía sentido.
*-*-*-*-*
Merlín y Eggsy estaban en una de las oficinas de la destilería, esperando a que todo estuviera listo para su partida a Poppyland. Merlín revisaba en una tablet los planos y la información que Ginger le había proporcionado, mientras Eggsy caminaba a grandes zancadas a lo largo y ancho de la habitación. Merlín había renunciado a tratar de convencerlo de calmarse y trabajar en equipo con Stateman. La testarudez de Eggsy siempre le ayudaba a salir avante en sus misiones, pero mezclada con la ira y la frustración de saber que Harry estaba casi al alcance de sus manos, no podía significar más que problemas.
- ¿Recibiste bien la información que te envié, Lancelot? - Merlín hablaba con Rox vía videollamada. Le había enviado copia de todo el material que Ginger le había dado, para tener un respaldo en su base de datos, además de pedirle investigar todo lo que pudiera sobre todos y cada uno de los involucrados. - Ah, y Eggsy envía saludos. - Eggsy le dio la espalda, molesto. - Oh, si. Se está comportando tal como esperábamos. - Sin darse la vuelta, Eggsy le mostró el dedo medio y Merlín rió de buena gana. - Me reportaré contigo en cuanto tengamos noticias. Cuídate y protege el fuerte por nosotros. Ciao.
- Esa flema escocesa tuya realmente esta crispando mis nervios. - Eggsy se volvió a mirarlo. - Desde que todo esto empezó te has mantenido tranquilo, ecuánime, encantador. ¿No estás ni un poquito molesto con estos idiotas sureños?
- Tu mismo lo dijiste, soy el cerebro. El bruto eres tú.
- Al diablo contigo, imbécil. - Eggsy le respondió y salió de la habitación, furioso, esperando encontrarse con el tal Tequila y desquitar con alguien toda la frustración de los pasados días, meses. Años.
Encontró su camino a los jardines aledaños al edificio principal. Respiró profundamente, buscando calmarse un poco. Tenía los ojos cerrados, el cuerpo en tensión, cuando escuchó un ruido cerca de la barda perimetral que rodeaba el lugar. Se ocultó tras unos pilares, sacó su arma, y esperó.
- Qué el diablo me lleve… - murmuró entre dientes cuando vio a Charlie moverse sigilosamente junto a la barda. El brazo metálico era impresionante visto de cerca y Eggsy se dio cuenta de que estaba en desventaja. No podía pedir ayuda sin delatarse, pero necesitaba hacer algo. Si atrapaban a Charlie quizá podían intercambiarlo por Harry.
- Vaya que el mundo es pequeño. - Eggsy salió de su escondite, sorprendiendo a Charlie. - Supongo que no alcanzaron a ponerte uno de esos malditos chips.
Charlie soltó una carcajada, luego de sobreponerse a la sorpresa de ver a Eggsy. Este levantó su arma, apuntándole a la cabeza.
- Hubiera deseado que nuestro encuentro fuera en otras circunstancias, pero creo que el destino ha decidido que fuera así. Si yo lo hubiera planeado, no habría salido tan bien. - Charlie acercó su muñeca a sus labios. - Campo libre, puedes entrar.
Eggsy se le echó encima, esperando que el resto del personal se hiciera cargo de aquellos a quienes Charlie había dado la señal de entrar. El impacto del puño de metal contra su pecho lo dejó sin aire por un momento, pero alcanzó a activar su señal de peligro, confiando en que Merlín recibiera el mensaje de que algo andaba mal. Disparó a ciegas, alcanzando a Charlie en el hombro normal, lo que lo detuvo por apenas un momento, para luego lanzarse contra Eggsy haciendo uso de las habilidades especiales de su brazo mecánico.
Eggsy terminó en el suelo, probablemente con un par de costillas rotas, cuando el brazo de Charlie, con un mecanismo de extensión que Eggsy no esperaba, lo arrastró por todo el jardín, golpeándolo con cualquier superficie sólida que se encontró en el camino.
Mientras trataba de liberarse del brazo metálico que le aprisionaba el pecho, escuchó disparos. Finalmente los refuerzos habían llegado. Varios agentes de Stateman se dieron a la tarea de contener a Charlie, mientras Eggsy corría dentro de las instalaciones, buscando a Merlín o a Ginger, para advertirles sobre el otro agente de Poppy en el lugar.
Se comunicó con Merlín, quien ya estaba en la sala de control, monitoreando las instalaciones desde el circuito cerrado, buscando al intruso. Un equipo de técnicos estaba recorriendo el lugar, advertidos por Merlín de buscar los explosivos que habían aparecido en su primer rastreo del lugar para buscar cualquier aparato extraño que irradiara energía.
Merlín le informó que el intruso se encontraba en los sótanos del edificio principal, trabajando en los toques finales de su ataque. Eggsy se tomó un momento para hacerse de un par de armas más y tomarse un respiro, tratando de controlar el dolor por las costillas rotas.
Bajó con cuidado hasta el sótano, leyendo en los lentes el mapa del lugar que Merlín acababa de transmitirle. Podía escuchar a alguien moviéndose en la oscuridad. La tal Poppy realmente era peligrosa. Ese ataque al HQ de Stateman, sin motivo aparente, certero y letal, como lo fue el ataque a Kingsman, era prueba del alcance que el Círculo Dorado tenía y le hizo considerar su reticencia a trabajar con los yanquis. Se enfrentaban a un enemigo peligroso que estaba dispuesto a pelear hasta el final.
Se acercó a un claro en medio de la impresionante estructura bajo las instalaciones principales, donde un hombre preparaba lo que parecía ser una bomba de alto calibre. Amartilló su arma y disparó un tiro de advertencia que hubiera dado en la espalda del hombre junto a la bomba, si este no se hubiera movido al momento en que escuchó el sonido del arma amartillarse. Eggsy maldijo entre dientes y se puso a cubierto, esquivando apenas la bala que pasó rozándole el hombro.
Se enfrentaba a un hombre bien entrenado y tuvo que ajustar su estrategia. Necesitaban al hombre vivo, para poder tener algo de ventaja para negociar la liberación de Harry. Escuchó al hombre moverse en las sombras, acercándosele. Necesitaba salir de su escondite para tener mejor visibilidad, pero sabía que el otro sujeto estaba preparado para dispararle apenas estuviera a descubierto.
Disparó hacia la derecha de su posición y salió de su escondite por el otro lado, esperado haber distraído la atención del hombre, para encontrarse de frente con el cañón de una pistola, a unos centímetros de su rostro.
Levantó las manos en señal de rendición y cerró los ojos un momento, recalculando sus posibilidades.
- Mataría por un traje como ese. - El hombre que le apuntaba habló y Eggsy sintió que se quedaba sin aire. - Apreciaría que me facilitaras el nombre de tu sastre antes de que tenga, de hecho, que hacerlo.
El arma de Eggsy cayó al suelo ruidosamente. Sentía que no podía respirar y no sabía con certeza si era porqué las costillas le habían perforado el pulmón o por estar frente a frente con Harry Hart.
- Harry. - Eggsy dijo su nombre, mientras caía de rodillas, vencido por el dolor y la impresión de volver a verlo. - Soy yo, Harry. - Harry se le acercó, con el arma aun apuntándole al rostro, listo para disparar. - Soy Eggsy, ¿no me reconoces?
Eggsy vio el arma temblar en las manos de Harry y alzó la mirada para ver su rostro. El ojo izquierdo estaba cubierto con un parche y su ojo sano lo observaba con detenimiento.
- Harry. - Eggsy aprovechó la confusión de Harry para mirar a su alrededor, buscando el arma que había dejado caer. En un movimiento podía recuperarla y someter a Harry, pero no se atrevía a moverse. - Harry, mírame bien, soy Eggsy, sé que me recuerdas. Dime que recuerdas quien soy. - El arma en la mano de Harry recuperó su posición y disparó. Eggsy se tiró al suelo, tomó su propia arma y le disparó a Harry, dándole en el hombro derecho, haciéndole soltar el arma y tambalearse por el impacto. Eggsy se puso de pie, y contra todo lo que sentía en ese momento, le tiró un golpe al rostro, noqueándolo.
Luego de comprobar que estaba inconciente, se dirigió a la bomba, comprobando que seguía desactivada. Se recostó en el suelo al lado de Harry, respirando con dificultad.
- Merlín, la bomba está desactivada. Dime que viste todo.
- Quédate quieto, Eggsy, la ayuda va en camino.
- No sabe quien soy, Merlín. Harry no sabe quien soy. - Eggsy finalmente se quebró, ahogándose entre sollozos.
- Lo recuperaremos, Eggsy, lo prometo. Cálmate, estamos cerca. Aguanta un poco.
Para cuando los agentes llegaron al lugar, Eggsy ya estaba inconciente.
*-*-*-*-*
Harry despertó, de nuevo en una habitación desconocida. La única diferencia ahora, eran las ataduras en sus manos y pies. Sintió el escozor en la herida de su hombro. Miró a su alrededor, alcanzando a ver al hombre vigilando la puerta de su habitación, armado hasta los dientes.
Y notando al ocupante en la cama de al lado.
Eggsy.
Eggsy.
Eggsy
Estaba inconciente, conectado a un respirador. El rostro hinchado por los golpes, moretones visibles en aquellas partes que no cubrían las sábanas, el bipbip de su corazón en el monitor.
Eggsy era real y no podía recordar porqué le importaba tanto.
- Saldrá de esta, como siempre lo hace. - Harry se sobresaltó ante las palabras del hombre que acababa de entrar a la habitación, mirándole como quien no puede creer lo que tiene enfrente. Harry se removió, incómodo.
- Trabajaremos con el problema de tu memoria, Harry, y… - Harry sonrió con desdén.
- He escuchado esa promesa demasiadas veces. Todos han ofrecido eso a cambio de mis servicios como mercenario. - El hombre frente a él, asintió comprensivo. - ¿Por qué sería diferente con ustedes?
- Porque nosotros somos tus amigos. Porque ese chico necesita que lo recuerdes y yo sé que tu necesitas recordarlo. - Harry volvió a mirar a Eggsy, furioso por encontrarse en esa situación, donde todos sabían quien era, lo que sentía, y él seguía hundido en las sombras.
- Merlín es mi nombre. He sido tu amigo por más de treinta años y te prometo que haré todo cuanto esté en mis manos por traerte de vuelta.
- Eggsy… - Harry miró al tal Merlín, buscando algo de luz en medio de todo ese enredo en que se había convertido su vida. - ¿Es importante para mi?
- Primero fuiste su mentor, luego su amigo. En algún punto del camino, supongo, se convirtió en algo más. - Harry bajó la mirada, confundido.
- Su nombre y su rostro era lo único que recordaba de mi pasado, pero no podía entender por qué.
- Créeme, el chico es memorable. Y quizá tu conexión con él pueda ayudar en tu recuperación. - Merlín se acercó a su cama, señalando las ataduras. - Pido disculpas por eso, pero necesitábamos tomar ciertas precauciones. Estás aquí en calidad de prisionero de momento, como comprenderás, pero no será por mucho tiempo, lo prometo.
- Haces muchas promesas, ¿no te lo han dicho? - Un grupo de médicos y enfermeras entró a la habitación, pidiéndole a Merlín salir del lugar.
- Tu. Cientos de veces. Espero que cuando recuperes tu memoria, no recuerdes cuantas veces no lo cumplí. - Le sonrió desde la puerta. - Iré a arreglar lo de tu liberación y comenzaremos a trabajar en tu recuperación, mientras el chico maravilla se repone.
Merlín salió y Harry permitió que los médicos lo revisaran, mientras escuchaba con suma atención los comentarios sobre el paciente de al lado.
*-*-*-*-*
- Utilizaremos la terapia de electroshocks para estimular tus neuronas mientras te presentamos imágenes relacionadas con tu pasado. - Harry había sido liberado - con ciertas restricciones, que incluían agentes a su lado todo el tiempo - y se encontraba en uno de los laboratorios de Stateman, en compañía de la agente Ginger y Merlín. Su corta relación con Ginger facilitaba su cooperación y su instinto le decía que podía confiar en el hombre que aseguraba ser su amigo más cercano.
Estaba sobre una cama de hospital, con electrodos colocados en su cabeza, cables conectados en su pecho para monitorear su corazón, una sonda en su brazo para inyectarle un suero paralizante para ayudar al procedimiento.
Le habían dado de alta un par de días después de su llegada al lugar y estaba más que listo para lo que fuera que ese par de locos tuviera en mente para ayudarle a recuperar sus recuerdos.
Eggsy había recuperado la conciencia casi una semana después del ataque a la destilería, pero aun se recuperaba de la operación en su pulmón, las tres costillas rotas y una contusión.
Merlín, junto con los médicos, recomendaron que - por el bien de ambos - no se vieran de momento. Eggsy aun estaba un poco alterado por el reencuentro y Harry necesitaba calma y serenidad para recibir el tratamiento especial para su pérdida de memoria.
Las luces se apagaron y una pantalla sobre la cama en que estaba recostado se encendió. Ginger apretó su mano y el respondió al gesto.
- Mezcladas entre varias imágenes aleatorias, te mostraremos algunas relacionadas con tu pasado. Cuando estas aparezcan, recibirás una descarga eléctrica que deberá estimular tu lóbulo temporal, donde se almacenan los recuerdos. - La voz de Merlín en medio de la oscuridad, le pareció reconfortante, situación que lo confundió un poco. - Por ser la primera vez, solo haremos esto por un par de minutos. Si vemos que tu cuerpo puede soportar el procedimiento, consideraremos alargar las sesiones un poco más.
La imagen de la campiña inglesa llenó la pantalla frente a sus ojos y Harry respiró profundo un par de veces.
- Eres Harry Hart, eres inglés, tienes 57 y eres un agente Kingsman. - La voz de Merlín sonó distorsionada en sus oídos. - Uno de los mejores, por cierto.
Varias imágenes genéricas pasaron en la pantalla, por escasos segundos cada una. Cuando apareció un pequeño y adorable gatito, Harry abrió la boca para comentar algo y la imagen cambió. El choque eléctrico lo tomó por sorpresa mientras un símbolo pasó frente a sus ojos como una ráfaga: una K estilizada dentro de un círculo. Siguieron otras imágenes, un Bentley, el Big Ben, niños jugando. Otra descarga, una sastrería en Savile Road.
Un arma, una mansión, un hombre de edad, cada imagen acompañada de una descarga. Merlín y él juntos, en uniforme negro. Harry se sentía desconectado del exterior, concentrado en las imágenes que ahora se movían vertiginosas frente a sus ojos.
Una descarga más fuerte que las anteriores hizo que su cuerpo se tensara de pies a cabeza, haciéndole morderse los labios para no gritar. Sobre su cabeza, la imagen de un expediente con la fotografía de Eggsy en una esquina permaneció más tiempo de lo usual.
Cerró los ojos, retorciéndose sobre la mesa cuando el buzz de la electricidad en su cabeza fue demasiado.
Aspiró aire con fuerza cuando la descarga terminó, relajando su cuerpo, dejándolo a punto del desmayo. Las luces se encendieron y el golpe de luz lo mareó aun más. Sintió las manos de alguien sobre su pecho, una aguja entrando en su brazo y luego nada más que silencio y oscuridad.
Gary Unwin, hijo de Lee Unwin, fue la última idea en su conciencia antes de perder el sentido por completo.
*-*-*-*-*
- La gente aquí está completamente desquiciada, Rox. - Roxie había llegado a Kentucky poco después del rescate de Harry. Merlín organizó al resto de los agentes para estar listos para actuar en cuanto se armara un plan de ataque contra Poppy junto a Stateman, programado para los siguientes días. Con Eggsy aun convaleciente, necesitaban el respaldo de un agente calificado y Lancelot era su mejor opción.
- La tal Ginger siempre anda revoloteando alrededor de Merlín. - Rox comentó, sin ocultar su molestia. - Y Merlín adora ser el centro de su atención. - Eggsy le sonrió, divertido.
- Contigo aquí, marcando territorio, no le será tan fácil. - Le tomó las manos, sin dejar de sonreír. - Me alegra mucho tenerte aquí, Rox.
- ¿Has hablado con Harry? - Eggsy soltó sus manos, recostándose en el sillón del balcón donde había salido a caminar un poco, como parte de su recuperación.
- Merlín dice que no es apropiado de momento. Está en algún lugar de aquí, siendo electrocutado sin misericordia por él y tu querida Ginger. - Su recuperación iba bien, pero le tomaría mucho tiempo, dejándole fuera de la acción, lo que, sumado al no poder ver a Harry, solo aumentaba su frustración.
- Merlín dice que la terapia está funcionando, así que ten paciencia y confianza. - Rox besó sus cabellos revueltos y Eggsy se dejó consentir.
- Estuve en el interrogatorio de Charlie. - Eggsy la miró, esperando a que continuara la historia. - Sigue siendo el mismo imbécil de siempre, solo que ahora es mitad robot, mitad patán. - Eggsy comenzó a reír a carcajadas, hasta que el dolor le hizo doblarse.
- A la mierda con estás malditas costillas, ni siquiera puedo reír a gusto.
Escucharon los pasos de alguien acercándose. Whisky se detuvo a la entrada del balcón, esperando su permiso para unírseles.
- Lancelot, Eggsy. - Rox le invitó a sentarse con ellos con una sonrisa y Eggsy murmuró algo entre dientes, lo que le ganó un ligero codazo de Rox en el costado, al que siguió un gemido de dolor.
- Champagne tiene listo nuestro plan de ataque y se requiere su presencia. - Eggsy bajo la cabeza, resignado a quedarse al margen. - De ambos.
Eggsy aceptó enfurruñado el subirse a la silla de ruedas y ser llevado por los pasillos por Rox, aunque por dentro estaba entusiasmado por escuchar a Champagne y lo que esperaba, no fuera un estúpido plan.
*-*-*-*-*
El salón estaba lleno. Merlín y Ginger, Champagne y el agente Whisky. En una esquina, Tequila observaba. Rox estaba sentada al lado de Eggsy.
- Gracias a la información obtenida de nuestro prisionero, Charlie Hesketh, hemos logrado localizar y deshabilitar al menos dos de los equipos de campo de Poppy, quienes preparaban ataques en New York y Chicago. El tipo no se detuvo en presumir que su jefa tiene todo listo para destruirnos y que el haber detenido su plan de volarnos en mil pedazos solo va a alargar nuestra tortura. - Champagne relataba los preliminares de su plan. - También obtuvimos del prisionero la posición del escondite de Poppy y la forma de acercarnos sin llamar la atención.
Eggsy iba a interrumpir a Champagne, pero la mano de Rox en su brazo lo detuvo. Ella lo miró, pidiéndole un poco de paciencia.
- Dejaremos que pasen un par de semanas antes de acercarnos y atacar, esperando que, en su desesperación, nuestra loca enemiga se distraiga y podamos acercarnos lo suficiente para hacer más daño.
- Iré en esa misión. - Todas las miradas se clavaron en Eggsy.
- Si para entonces estás recuperado, no veo porque no. - Champagne le sonrió. - Ginger, ¿ya tienes los resultados sobre el señor Hart? - Eggsy miró a la agente, confundido.
- Uhm, podemos decir que si, Champ. Aprovechando la terapia de electroshocks, confiamos en que cualquier orden implantada en la mente de Harry haya sido borrada y eliminada. También se le extrajo el chip de localización que le fue injertado, operación que se realizó de igual manera en Hesketh.
- ¿Cómo se atreven? - Eggsy se levantó con trabajo de la silla de ruedas, furioso. - Y tu lo permitiste, ¿uhm? - Se dirigió a Merlín, quien bajó la cabeza, avergonzado. Tequila se le acercó, tratando de intimidarlo.
- En cuanto me recupere, imbécil, voy a patearte el trasero. - Rox lo tomó del brazo, tratando de llevarlo de vuelta a la silla de ruedas, pero Eggsy se resistió. - Acabaré con la tal Poppy y luego me la veré con ustedes.
Eggsy echó a andar fuera del salón, tan rápido como sus heridas se lo permitían. El resto de los presentes se quedó en silencio por un momento para luego continuar con la presentación del plan de ataque.
*-*-*-*-*
Eggsy caminaba despacio por los pasillos del lugar, furioso. Encontró la salida a los jardines, buscando algún lugar donde sentarse. Sabía que Rox iría a buscarlo tan pronto terminara la reunión y esperaba estar recuperado para entonces. Se sentó en la primera silla que vio, llevándose una mano al costado, respirando profundamente.
- ¿Eggsy? No se supone que debas estar levantado, ¿te encuentras bien? - Harry Hart y su impecable mal timming - Te ves muy pálido, puedo ir a pedir ayuda y…
- Estoy bien, solo necesitaba sentarme, ya pasará. - Harry estaba de pie a su lado, con un gesto de confusión en el rostro, como si quisiera acercarse a tocarlo, pero no estuviera seguro de que pudiera hacerlo. Eggsy sintió un nudo en la garganta, deseando tener la fuerza suficiente para ponerse de pie y alejarse del hombre que le llamaba por su nombre, pero que no parecía reconocerlo.
- Se supone que no debemos vernos ni hablar. - Harry se sentó en una de las sillas opuestas a la de Eggsy, evitando deliberadamente acercarse a él. - Merlín fue categórico sobre eso, blahblah esto, blahblah lo otro y…
- ¿Me recuerdas Harry? O solo sabes aquello que Merlín te ha contado. - Eggsy lo interrumpió, la tristeza llenando su voz, su mirada fija en él. - Necesito saber si todo lo que te han hecho ha servido de algo, porque no soportaría sabe que te han estado torturando en vano. - Sus miradas se cruzaron y Eggsy sintió que el corazón se le quebraba dentro del pecho. - Es que, si no me recuerdas, yo… - Eggsy bajó la cabeza, vencido por la pena y la desesperanza.
- Recuerdo mi juventud, mi entrenamiento con Kingsman, a Merlín, a Chester King. A ese condenando Valentine. - Harry se había puesto de pie y tomó asiento al lado de Eggsy, quien se echó hacía atrás en su asiento, como si no pudiera soportar la cercanía de Harry. Este le sonrió, mirándole como quien se acerca a un animal herido, esperando ganar su confianza para ofrecerle ayuda y confort. Eggsy se tomó su tiempo, antes de bajar la guardia.
- Los recuerdos están ahí, pero aun no consigo conectarlos conmigo, ¿entiendes? - Eggsy negó con la cabeza. - Es como si todo eso le hubiera pasado a otra persona, ¿sabes?. De cuando en cuando, me llegan destellos de memoria, me veo a mi mismo haciendo esas cosas, pero aun no siento que sea yo esa persona de la que Merlín me habla. - Eggsy veía a Harry, pero no era el Harry que el conoció años atrás. En el exterior era el mismo hombre, pero los gestos, el brillo en su ojo sano, eran diferentes. Ahora podía entender las razones tras la orden de Merlín de no dejarles verse o hablar.
Su Harry Hart ya no existía. Y aunque este pudiera recordarlo, no sería el mismo Harry que lo sacó de las calles y lo llevó con Kingsman.
Ni el hombre que un día, luego de terminar su entrenamiento e invitarlo a su casa, mientras escuchaban música en la sala, se sentó a su lado y buscó su boca con la suya y luego lo llevó a su cama, donde pasaron el resto de la noche descubriéndose el uno al otro.
- Solo tengo un recuerdo que siempre ha estado conmigo. Una imagen que me acompañaba, despierto o en mis sueños. Un recuerdo que siempre fue mío y que no conseguía entender o poner en contexto entonces. - Eggsy tragó saliva cuando Harry se le acercó, sin apartar la mirada de la suya. - Te recordaba a ti, a nosotros, Eggsy. - Eggsy cerró los ojos y las lágrimas rodaron por sus mejillas. - Eras el faro en medio de la oscuridad. Llegué a creer que eras un invento de mi mente dañada, un mecanismo de defensa para no hundirme en la locura. Y entonces apareciste en ese sótano y eras real. - Los dedos de Harry acariciaron su rostro, limpiado las lágrimas y Eggsy se estremeció de pies a cabeza, apretando los ojos, temeroso de enfrentarlo.
- Eggsy, mírame. - Eggsy abrió los ojos de inmediato, acostumbrado a obedecer ante ese tono en la voz de Harry, maldiciendo en su cabeza por su debilidad. - Quizá no soy el mismo, pero mis sentimientos no han cambiado. - Se le acercó despacio y Eggsy cerró los ojos cuando los labios de Harry rozaron los suyos.
El mundo se detuvo por un momento cuando Eggsy respondió al beso tentativo de Harry. La angustia de todos esos años, ese peso en medio del pecho, el nudo en sus entrañas, se disolvieron bajo el calor de los labios de Harry sobre los suyos, sus manos enredándose en sus cabellos. Las manos de Eggsy recorrían el rostro de Harry, buscando confirmar que era real, que eso estaba pasando
La boca de Harry sobre la suya se sentía diferente a entonces. Aquella primera vez, los besos de Harry habían sido suaves, gentiles. El hombre que lo besaba ahora parecía estar reclamándolo, marcándolo como suyo, mordiendo sus labios, jalando sus cabellos, dominándolo.
Eggsy se había rendido al primer toque de sus labios, entregándose en cada gemido que salía de su garganta para morir en la lengua de Harry, dejándolo sin aliento para luego devolverle la vida en otro beso.
Eggsy sentía que el tiempo se había alargado, que ese momento sería eterno, que no habría nada más allá de la boca de Harry sobre la suya y sus manos en sus cabellos, en su cuello. En su nombre susurrado sobre sus labios, en el calor del cuerpo de Harry contra el suyo.
- Ahora todo tiene sentido. - Eggsy se apartó de Harry y este se puso de pie, los puños apretados, el enojo visible en su rostro. Eggsy sintió la rabia como bilis subirle por la garganta. Tequila los observaba desde la entrada del balcón, con una expresión burlona en el rostro. - Con razón tanto interés de tu parte en esta misión, Galahad. Decir que era personal se queda corto, ¿uhm? - Harry dio unos pasos hacia el agente, quien alzó las manos, buscando calmar la situación. - No vine a buscar pelea, al menos no contigo, ¿Harry, cierto? - Merlín apareció en la puerta, observando la situación, buscando entender que estaba sucediendo. - Ah, Merlín, ya los encontré. Creo que interrumpí algo. - Merlín lo ignoró y Tequila pareció entender el mensaje. - Nos vemos luego y, Eggsy, muchacho, eres un bastardo con mucha suerte.
Eggsy trató de levantarse, pero el dolor le hizo volver a sentarse. Merlín se le acercó, preocupado, mientras Harry echaba a andar tras Tequila.
- Harry, déjalo así. Ese idiota ya la pagará, Eggsy y yo nos encargaremos de eso. - Merlín abrió su comunicador, pidiéndole a Rox que llevará la silla de ruedas al jardín.
- Si de verdad quieres ser parte de la misión, necesitas recuperarte, Eggsy, no reaccionar como un chiquillo a las bravuconadas de Tequila y haciendo berrinches frente a esta gente. - Eggsy mostró su descontento apretando los labios. - Y se supone que tu no deberías estar aquí Harry. Les prohibí verse por una razón, pero ustedes son las personas más testarudas que conozco. - Harry y Eggsy se miraron, compartiendo una sonrisa, gesto que no pasó desapercibido para Merlín.
- No, ¿en serio? - Eggsy agachó la cabeza, el rubor encendiendo sus mejillas, mientras Harry le sonrió satisfecho. - Yo preocupado como un idiota y ustedes dos comportándose como adolescentes. En cuanto todo esto termine, voy a presentar mi renuncia.
- Cómo si tuvieras una vida fuera de Kingsman, Merlín. - Harry comentó acercándose a Eggsy, para ayudarle a ponerse de pie. Rox llegó con la silla un momento después. Harry se hizo cargo de llevar a Eggsy a su habitación, con Merlín y Rox tras ellos, murmurando a su espalda.
Cuando llegaron a la habitación de Eggsy, Merlín obligó a Harry a acompañarle y Rox comenzó a acosarlo con preguntas. Eggsy respondió dándole un fuerte abrazo, un sonoro beso en la mejilla y echándola de su habitación.
Necesitaba estar a solas para disfrutar a sus anchas la emoción de haber recuperado a Harry.
*-*-*-*-*
- Quita ya esa cara, me estás haciendo sentir incómodo. - Merlín estaba dándole los pormenores del plan de Stateman.
- ¿Afectaría mucho a nuestra alianza si le parto la cara a Tequila? - Merlín lo miró con los ojos muy abiertos. - Ya deseaba hacerlo desde que lo conocí, pero ahora realmente lo considero necesario.
- ¿Qué estaban haciendo Eggsy y tu? Olvídalo, no necesito ver de nuevo esa expresión en tu rostro. Solo confió en que lo que sea que hayan hablado - Merlín hizo la seña de comillas con las manos - sirva de algo para tu recuperación.
- ¿Tu y tu amiga dejarán de tratarme como conejillo de indias? - Merlín no contestó. - Creo que he recordado lo suficiente como para que des por terminado el tratamiento.
- Veré que puedo hacer.
Siguieron discutiendo los detalles del plan, hasta que Merlín se cansó de tratar de mantener la atención de Harry en el tema.
- Cuando todo esto termine, ¿qué sucederá con Kingsman? - Harry preguntó de la nada y Merlín consideró por un largo rato su respuesta.
- Tenemos personal suficiente para reiniciar operaciones en un rango reducido, así que seguiremos dependiendo por un tiempo de la filial alemana. Habrá que ver si contamos con presupuesto suficiente como para construir un nuevo HQ y levantar de nuevo la tienda en Savile Road. Necesitaremos un nuevo Arthur, aunque estoy considerando presentarte como candidato temporal mientras nos recuperamos. - Merlín suspiró preocupado. - Nos espera un largo camino, amigo mío.
- O podemos quedarnos aquí y unirnos a las filas de los Stateman. - Merlín lo miró entrecerrando los ojos, hasta que ambos soltaron la carcajada.
- Cómo si nos fueran a aceptar luego de que tu y Eggsy le muelan el trasero a golpes a Tequila. No, Harry. Kingsman volverá a sus viejas glorias, ahora que te tenemos de vuelta. Solo trata de no distraer demasiado a Eggsy con tu crisis de la edad madura.
- Es bueno estar de vuelta, Merlín.
- Es bueno tenerte de vuelta, Harry.