Claim: Agencia Armada de Detectives
Número de palabras:360
Advertencias: - -
Notas: muuuy mal escrito. Necesidad urgente de revisión.
LA FRANCE
// SUEÑA LA MARGARITA CON SER ROMERO //
Lo más extraño no es el caserón, estilo europeo de arriba abajo, perdido en medio de los viñedos.
Tampoco lo son los dos perros echados a la sombra de la entrada (dos perros de montaña, enormes, que pese a todo no se inmutan cuando el grupo aparece y se acercan a la campanilla).
No es ni siquiera el que sea Dazai (Dazai, desaparecido sin dejar rastro nueve meses atrás, sin una nota, una explicación, simplemente no fue un día a la Agencia y desde entonces no han sabido nada de él) el que abra la puerta, y sonría al verles como si fuesen visita que ha llegado cinco minutos tardes -aunque quizá, y por quizá Atsushi quiere decir probablemente, Dazai les llevase esperando ya algún tiempo.
Tampoco es (aunque influye) la camiseta azul cielo que está llevando. Es azul y clara y Dios, piensa Tanizaki, nunca ha llevado manga corta en todo el tiempo que le he conocido. ¡Encima es… ancha!
Casi es, pero no del todo, el hecho de que-de que- no lleve vendas bajo la camiseta. No hay vendas, es el pensamiento que aparece en la mente de los visitantes (en algunos casos, con un deje más de sorpresa, mientras que en otros es de horror). La piel está totalmente destrozada, llena de arriba debajo de cicatrices de todos los tipos: grandes, pequeñas, antiguas, nuevas. Todos se quedan mirándolas por más tiempo del que las normas sociales estipularían como correcto, pero no pueden apartar la mirada. Kunikida, siempre más correcto, tose. Todos levantan entonces la vista, volviendo a fijarla en Dazai.
Y- es lo más extraño, sin duda. Lo más sorprendente, lo más aterrador.
La postura de Dazai. La tranquilidad, la paz.
En todo el tiempo que ha pasado con él, Ranpo nunca le ha visto en un estado de relajación mínimamente parecido al que tiene ahora. No parece llevar el peso que le caracterizaba durando todo el tiempo que trabajó en la Agencia.
La postura es distendida, abierta, cercana.
Es aterradora.
-¿Por qué no pasáis dentro? -pregunta Dazai, sonriendo. No hay ningún tipo de maldad en su sonrisa, y un escalofrío recorre la espalda de Atsushi.
Bueno, subo esto porque hoy acaba abril y tengo que seguir cumpliendo el reto de publicar algo cada mes. Me voy ahora a buscar pendientes para mi vestido de gitana, que hoy empieza la feria de abril.