... No tardó en suceder lo inevitable. Un sobre, una carta, el adiós.
-Lo que siento por ti está en ese sobre- dijo ella.
Él sólo sonreía, una sonrisa boba, apenas esbozada. Abrió el sobre con dedos temblorosos; ansioso como un niño que abre sus regalos en Navidad.
Pero la carta estaba vacía.
Fue como un terremoto. Una explosión... sintió una onda
(
Read more... )