Título: Once y once minutos.
Clasificación: PG-13
Género: Universo Alterno, Romance.
Pareja: SuSoo, Krislay (SuLay, KriSoo).
No. de palabras: 2549
Notas: Para Zafiro, de mami.
11:11
(once y once minutos)
1.
La voz de uno de los sujetos se alza por encima de todas las cabezas en el bar que a oscuras los observan iluminados por spots baratos dirigidos a ellos que les circulan como lunas rojas en la duela bajo sus pies. Las sombras le dibujan las piernas y las facciones negras al más grueso de ambos que canta, casi grita, aunque con melodía salvaje y control increíble, hacia el techo del tapanco que usan de escenario, con los ojos cerrados a la noche.
La segunda voz, la voz aguda, se une a la primera y el muchacho que la porta es mucho más menudo que la otra, mucho más fino de facciones, como esculpido en mármol. La sombra les hace ver las piernas del mismo grosor pero la voz aguda y mucho menos potente, las tiene más delgadas y enclaustradas por ajustados vaqueros casi blancos.
Cantan con salvajismo, brutos, armonizando como ningunas otras voces que haya escuchado jamás y cantan, sílaba lenta tras sílaba perezosa, con perfecta dicción e inimaginable química, sobre amor y muerte, sobre armas y luz de luna, hundidos en oscuridad que les enmarca las pequeñas figuras, figuras de las que parece imposible que salgan tales voces, tan graves como agudas, tan pesadas como ligeras, con graves imposibles y agudos finos como hilos de seda.
No se miran, no miran más que al oscuro techo a la distancia.
2.
La segunda canción que les escuchan es la que llama más la atención de Yixing porque el hombre que toca detrás de ellos,un hombre largo y desgarbado, toca muy bien la guitarra. Yifan, por el contrario, no puede quitar los ojos de encima de los cantantes. Parecen de su edad, es más, seguramente lo sea, pero hay algo en su canción que les hace parecer más libre y más jóvenes que ellos, volátiles como alcohol y fragancia de flores.
Se les ve la luz y el viento a pesar de que en el mismo tapanco rojizo oscuro están cantando, en las sonrisas con las que se miran, sin la brutalidad de la canción anterior, con más frescura y todos los asistentes a la noche de música viva se quedan con la boca abierta porque han logrado una atmósfera por completo diferente que les hace sonreír a ellos.
Se sonríen cuando hablan de piernas y de olas, de luz, de mar, de anhelo.
3.
Son un hit en ese bar, descubren la semana siguiente que se dan cuenta que no son los únicos que han venido a verlos específicamente. Es un bar de ambiente que un compañero le invitó a intentar, no sólo porque la cerveza era barata y el lugar agradable y bien ubicado, sino porque la música los sábados era excelente.
Kyungsoo y Junmyeon eran la mayor atracción del bar, lo comprueban algunas noches más tarde y además exclusivos. Sin importar quién se presentara antes o después, a la hora a la que Kimdo empezaran a tocar, cada sillón, silla, taburete y superficie se ocupaba en perfecto silencio para oírlos; Esa noche, sentados uno frente al otro, se cantan una tonada cadenciosa y lenta, por igual golpeada en las voces pero melódica en las letras.
El cigarro clandestino ahuma el bar y ellos cantan como si nada, sin detenerse, sin dejar de mirarse a los ojos y sonreír y Yixing mira a Yifan y en sus ojos, Yifan ve la misma expresión que en los ojos del mayor de los cantantes, de Junmyeon. Ve química y chispas y cuando salen esa noche, después de varios aplausos y vitores a los cantautores chaparritos que platican ser subestimados en la calle entre risas de su pequeño pero atento público, se abrazan en la noche fría de Seoul.
Al llegar a casa, se besan las pestañas y Yifan jura amor eterno.
4.
La noche siguiente, tras un par de meses de no asistir juntos porque alguno de los dos no tiene suficiente tiempo o suficientes ganas, vuelven a ir juntos un sábado y está más lleno que nunca antes de que ellos canten, la gente pide una cerveza y guarda su asiento desde horas antes de que Chanyeol, Junmyeon y Kyungsoo se asomen al tapanco.
A las once y once minutos, tienen a todo el bar aplaudiendo con ellos una canción que Yifan no puede catalogar de un cierto ritmo pero que es extranjera, pegajosa y a casi todo el edificio tiene meciendo la cintura en los asientos. Se avientan un grito mutuo, Junmyeon el falsetto muy agudo que Kyungsoo contesta tan grave como puede y tan sensual que en esa cara infantil de gruesas mejillas y ojos asombrados parece imposible.
Junmyeon, cuando la canción termina y ambos aplauden, le guiña un ojo a Yixing, que ha venido otras noches sólo a pesar de que Yifan había dicho no tener ganas y por dentro, algo empieza a retorcerse. No es por mala leche, pero la bestia es así.
Yixing le asegura que nada, que Kimdo se aman y san seacabó. No hay nada que temer, tarado.
Dice con cariño.
5.
La última canción que cantan al siguiente mes es terrible. Es una canción sobre equidad de género, un tema típico en ese tipo de bar {no hace falta una bandera de arcoiris para saber qué tipo de concurrencia va a ver cada sábado y jueves -les han extendido- a dos amantes cantarse a los ojos y en las mejillas cuando están especialmente cachondos}, pero por algún motivo muy evidente Junmyeon no la está sintiendo, su segunda voz es débil, le falta sentimiento, le falta concentración y aunque se le ve sonriente y se le ve animado, no está cantando con Kyungsoo.
No está allí y Yixing dice no ver nada.
A Yifan le queda claro que la fuerza que Kyungsoo pone en la voz para compensar que Junmyeon está cantando sin emoción, está cargada de desesperación y de rabia si juzgar se permite, el dolor con el que cada tantos segundos Kyungsoo le miraba esperando que le mirara de vuelta y Junmyeon ignoró sus ojos por mirar al frente.
Esa noche, después de la tocada, Yifan les invita una cerveza y aunque Kyungsoo responde “No, el bar no nos permite…”, Junmyeon no lo deja terminar y le dice que por supesto!
Yixing y Junmyeon parecen haber ido a la misma academia de música aunque nunca estuvieron en un mismo curso y durante el tiempo que hablan, en el que Yifan sólo pregunta una cosa u otra para que sigan hablando, Kyungsoo no dice una palabra.
En medio de una plática sobre cierto profesor, mira al más joven y más chico de los presentes en la mesa, que perdió a su compañero de charla, el guitarrista, a las dos de la mañana y le sonríe. “Do”, el apellido que conforma la segunda partícula de “Kimdo”, Do Kyungsoo, se sonroja y se encoge de hombros.
-No te preocupes, Junmyeon gusta de hablar y Chanyeol y yo somos calladitos.
-Igual acá. Igual.
6.
Yixing convence a Yifan de que la mirada sobre él de Junmyeon no quiere decir nada, que le ha asegurado que él y Do están de maravilla, pero quien esta noche canta sin una gota de sentimiento, quien es la segunda y desconvencida voz, es Kyungsoo.
Alguien junto a su mesa dice ¡Mira qué apagado está hoy Do! Mira al suelo, mira al techo, mira a Chanyeol, mira a la guitarra y canta con la perfección de siempre, con la técnica exacta, con la misma voz hermosa y fuerte, pero ausente.
Chanyeol y Kyungsoo recogen los instrumentos inmediatamente después de su tocada y Junmyeon se despide de ellos. Yixing lo invita a su mesa y Yifan le dice que tiene que irse temprano, que le deja las llaves del carro y que se quede todo lo que quiera pero que él pasa. Yixing acepta de buena gana y Yifan agradece como cada vez que van a verlos, por una excelente función. Junmyeon tiene una sonrisa de ángel que a Yifan le da tanta ternura como odio.
Encuentra a Kyungsoo y Chanyeol en el estacionamiento y se ofrecen a llevarlo; En vez de ir a su casa, van al cuarto que tiene Chanyeol en la parte más céntrica y vieja de la ciudad y con soju barato, porquerías de harina inflada y nada más que una guitarra, Kyungsoo, Chanyeol e incluso él mismo, cantan todas las canciones que Kyungsoo puede recordar, tumbados en un colchón viejo pero limpio hasta que dan las siete de la mañana y sale el sol.
Yixing tampoco duerme en el departamento esa noche, pero Yifan se siente culpable para pensar más de ello.
7.
Se les ve rotos dos semanas después que Yifan va solo porque Yixing no quiere y él ha llevado buena relación con ambos Chanyeol y Kyungsoo por Facebook, donde platican casi a diario y dicen siempre tener pendientes algunas botellas de soju más.
Va solo y Junmyeon se ve incómodo, se ve que mira de reojo a Kyungsoo cuando Kyungsoo mira al suelo, mira al techo, mira a Chanyeol, mira a la guitarra. Las canciones son también un enorme luto y Yifan siente las palabras sin decir en el espacio que se dan porque ya no se cantan al oído a gritos, no se toman las manos, no se sientan uno frente al otro, no se brillan en los ojos ajenos y aunque el dolor de lo que cantan es palpable, incluso Chanyeol, apesadumbrado parece sentir que el dolor no se acaba al final de la canción.
Kyungsoo maldice a Junmyeon con la mirada, incluso él que es un lerdo puede verlo y un dolor enorme y ruidoso como la voz de Kyungsoo que se desquebraja en actuados sollozos, se le anida en el pecho.
8.
El siguiente jueves, antes de salir al bar, Yixing confiesa y Yifan no puede ir a verlos.
Tampoco puede perdonarlo, pero le besa furiosamente, lleno de rabia, mientras Yixing le llora en los brazos que lo siente, que no haga esos corajes, que tiene que decirle lo que siente y como no siente nada más que dolor, no puede sino causarle nada más que dolor.
Se lo folla como a un animal y Yixing se deja porque se siente culpable, él supone. No sabe si alcanza a disfrutarlo o no, tampoco le importa, antes de que su amante le pueda pedir que lo arreglen, se hace una maleta y se va de allí.
¿Fue un castigo? quizá, ¿fue cruel? probablemente, ¿fue la última vez? definitivamente.
Se muda con Chanyeol a su cuarto en la zona céntrica y antigua a beber y no decir ni una palabra de lo que pasó. Promete encontrar un departamento pronto y Chanyeol le dice que no hay problema, que puede quedarse todo el tiempo que quiera. No le conoce mucho pero es un buen tipo, le asegura que todo se arreglará, que la gente buena termina bien.
Llama cabrón a Junmyeon,
él llama cabrón a Yixing
y cuando piensan en Kyungsoo,
los dos suspiran.
Las siguientes semanas, sólo Junmyeon se presenta a cantar acapellas en el bar.
9.
Dos semanas le toma encontrar un departamento y durante ese tiempo ni Junmyeon ni Kyungsoo aparecen a la puerta de Chanyeol. Yixing le deja correos de voz, le llama a todas horas, lo busca en el trabajo pero Yifan le dice que lo deje por favor un par de veces antes de, directamente, ignorar sus intentos. Se prometió no ceder, perdonar, pero no olvidar.
Le juró a Yixing que en algún momento serían amigos pero que después de lo que había hecho, no podía volver con él, no cuando había sido tan en su cara, más de una vez, con un amigo de amigos, con una persona comprometida con otro alguien que nada le había hecho mal.
Muchas razones tenía.
No tenía ninguna para ir al bar, pero Chanyeol le sugirió ir y aunque sabía que sería difícil, por propio bienestar, por forzarse a volver a la normalidad, fue a pesar del fuerte frío de Noviembre.
Kyungsoo estaba sólo en el escenario cantando una canción de cuna, tocando una melodía sencilla en la guitarra de Chanyeol y Chanyeol, en el primer asiento, le había guardado un lugar al frente a Yifan. Le saludó con su brazo y mano enormes y le invitó. Con cierto miedo se acercó al tapanco bajo que servía de escenario a ese bar donde había perdido a su amor y que cada jueves y cada sábado se llenaba de voces hermosas, joviales o rotas que, nostálgicas o esperanzadoras sabían tocar las fibras de cada corazón que les permitiera ser escuchadas.
La voz de Kyungsoo era triste, a pesar de estar cantando una nana, pero hermosa como la luz que le enmarcaba las facciones, el nuevo corte de cabello, los kilos de menos, las manos callosas en la guitarra colorada
Cantó, mirando al frente, sobre la cabeza de Kris, con una sonrisa ligera en los labios y los ojos cerrados, tan alto como pudo, motes hermosos para un hijo, pedacitos de corazón, almas de alma, promesas de amor y de mañanas limpias, tarareó un trozo, cantó otro, se meció y con él todo el bar, al sonido de la guitarra y de su voz aterciopelada resonando en la madera del instrumento, del suelo, del techo.
10.
En junio, con el inicio del verano, el bar anunció a Kimdo juntos de nuevo y se abarrotó de la gente que tenía meses y meses preguntando por ellos en la página del bar. Quien los había reemplazado nunca había dado la talla, ni siquiera ellos mismos en solitario y por eso, cuando anunciaron que volvían a trabajar juntos, hubo cola, cover, y venta de discos a la entrada.
Afinaron las guitarras bajo la mirada expectante del público que los había extrañado y curiosa de quienes se habían enterado de lo que había pasado. Al final, dijo el dueño del bar a una clienta nueva, lo que importa es que lo importante se conserve. Han sido maduros, no se deja a la harmonía, la química de un compañero por un lío de faldas, la música es primero.
Yifan, con un pase preferencial en el bar los días de música viva, sábados y jueves, puede pasar al frente donde tiene un lugar reservado en la primera mesa, junto a los otros conocidos de los músicos. Chanyeol esa noche especial ha invitado a su hermana que está por casarse y que quiere saber si son un buen dueto para tocar en su boda. Yifan y Yixing, sentados uno junto al otro, después de meses de no poder verse las caras y meses de forzarse a hacerlo, a sonreír como antes, finalmente cómodos uno junto al otro, le aseguran que sí.
Junmyeon y Kyungsoo no se miran cuando cantan, pero ambos miran al frente, a la oscuridad tras las luces del escenario, alzan los rostros pálidos y esculturales a la luz y cantan, Junmyeon tan agudo como su voz dulce le permite y Kyungsoo tan grave como su voz más cruda le puede, con melodía salvaje y control increíble, canciones desde lo más profundo de sus entrañas que a Yixing, a Yifan, a Yura y a todo quien les presta un momento su corazón y su oído, les provocan escalofríos en la piel.
FIN