Aceituna [Ficción Original] - #002
Título: Aceituna
Fandom: FO
Desafío: #002 - Martini Seco
Personaje: Simon Walkers
Rating: PG - 13
Resumen: Simon y sus fantasmas
Advertencias: Estará relacionado de una u otra manera con el resto de los drabbles de la tabla, aunque intentaré que no sigan un orden.
Tabla: Tabla Alcohol - Luver the Unknown
Icon: microxcuts
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A diferencia de sus compañeros, que seguían creyendo ciegamente en su trabajo de asesinos a sueldo, él pensaba que aquel motel iba a ser el último. Tenía la esperanza de que les cogieran ya, de que les arrancaran las pistolas de las manos, les empotraran a todos contra la pared, les esposaran y se les llevaran a una cárcel de máxima seguridad de donde no podrían salir. En el fondo, sería un alivio; la cárcel para él no era un castigo, ni tampoco era algo terrible de lo que querer escapar a toda costa. Para él, la prisión era una seguridad, un refugio, una garantía de una vida sin fantasmas y sin sangre.
Porque todo el mundo sabía que la cárcel era un mundo sin fantasmas, sin sangre, o al menos sin los fantasmas y la sangre que él estaba acostumbrado a ver desde que aceptara la idea de matar por dinero cuando apenas era un crío que no sabía nada.
Simon suspiró, sentándose desalentado sobre la cama, con la semiautomática entre las manos y los hombros hundidos. La luz de la farola que estaba frente a su ventana entraba filtrada por entre las espesas cortinas, amarillentas por el humo de los cigarrillos de los múltiples inquilinos de aquel viejo motel de carretera. Hacía mucho tiempo que la noche había caído sobre ellos, y ya había perdido completamente la noción del tiempo, como siempre que se embarcaban en un viaje de ese tipo.
Miró hacia la puerta, que parecía una endeble hoja de papel a merced del viento que no soplaba. En noches como aquélla, en la que no tenía un mínimo de sueño y lo único que se le ocurría hacer era sentarse sobre su cama con la pistola agarrada como un naufrago a una tabla, deseaba que un par de policías echasen la puerta de la habitación abajo y le detuvieran por homicidio múltiple. Lo deseaba.
No quería ver más a sus fantasmas. Quería dejarles fuera, olvidarles, perder de vista sus ojos tristes y desubicados, sus cuerpos fríos e incorpóreos. Pero ojalá fuera todo tan sencillo como poner tierra y unos cuantos barrotes entre sus fantasmas y él. Quería creer que estaban fuera de su cabeza, que eran una cosa del mundo y no de él mismo, pero no estaba completamente seguro de ello; estaba tan desquiciado que ya no estaba seguro de nada.
Por eso no dormía. Por sus fantasmas. Porque le perseguían en sus peores pesadillas y le atormentaban en los sueños, de donde no podía escapar tan fácilmente. Y por mucho que huyera en el mundo real, los fantasmas de todas las personas a las que había asesinado vilmente le encontraban y le torturaban con sus dedos fríos en su cabeza, le manchaban con su sangre ficticia, le gritaban con sus voces mudas, le hacían despertarse de sus sueños con un sudor helado recorriéndole la espalda.
Quería ir a la cárcel. Así al menos podría tener una mínima oportunidad de librarse de sus fantasmas de una vez por todas. Quizá, si le encarcelaban, los espíritus de todos sus muertos se comparecerían de él y le dejarían dormir en paz, al menos una noche.
Bostezó. A pesar de todo, seguía teniendo sueño y seguía queriendo dormir. Apretó la pistola entre los dedos, como si aquello le fuera a hacer mantenerse despierto. Parpadeó, sintiendo pesados los ojos, sintiendo cómo se le caían poco a poco.
El único deseo que tuvo antes de dormirse, dejando caer la semiautomática al suelo con un ruido sordo, fue que no le atacaran los fantasmas una noche más.
Los reviews son bienvenidos <3