Tabla: Frases - Retrato [Bobby Singer - Sobrenatural]
Y aquí está. Unos doce días más tarde de decidir completar la tabla de fandom_insano , aquí está. Sobre mi queridísimo Bobby Singer, al que cada capítulo que pasa le tengo aún más cariño. Si es que es un cielo.
Título: Retrato
Fandom: Sobrenatural
Personaje: Bobby Singer
Rating: PG-13 (muerte, sangre, alcoholismo)
Advertencias: 'Retrato' es un intento de hacer ver lo que yo considero que es Bobby, ese personaje genial que siempre está en las sombras pero sin el cual la serie no tendría mucho del sentido que tiene. Posibles spoilers hasta la T6.
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001. Hielo - Muchos eran los que decían que Bobby Singer era frío como el hielo, pero los que de verdad le conocían sabían que no era frío; realmente sólo era un viejo borde y cascarrabias con un extraño sentido del humor.
002. Secreto - No es que odiara a Crowley, es que no soportaba el hecho de que, con él, el término ‘secreto’ no existiera; desventajas de que fuera el demonio que había tenido su alma durante un tiempo.
003. Espejo - Bobby Singer se miraba al espejo y se veía a sí mismo con lástima, pues era un superviviente; uno entre tantos que no lo habían conseguido.
004. Tintero - Tenía la maldita manía de hablar con alguien y no dejarse nada en el tintero, escupir hasta la más fuerte de las groserías aunque supiera que iba a doler, pero soltarlo todo; después, suspiraba, cogía dos botellines de cerveza del frigorífico e intentaba remediar su estupidez.
005. Nostalgia - Nostalgia de los buenos tiempos, de su mujer, de cuando su absurdo taller funcionaba, de cuando no se jugaba la vida día a día, de cuando no quería suicidarse cada dos minutos, de cuando no era un alcohólico sin remedio, de cuando su móvil no sonaba a todas horas, de cuando no quebrantaba la ley a cada paso, de cuando era Bobby el mecánico y no Bobby el cazador.
006. Sepia - Su vida era como una fotografía en sepia: vieja, triste y con algo de color, pero no lo suficiente como para iluminar sus días.
007. Olvido - Sabía que Cas tenía esa capacidad; muchas veces había pensando en pedirle que le hiciera olvidar todo el sufrimiento que había tenido en su vida y que le convirtiera en un simple viejo cascarrabias que se emborrachaba con whisky frente al televisor y que tenía un antiguo taller de coches lleno de vehículos que no funcionaban.
008. Travesura - Cuando veía a Sam y a Dean, a veces deseaba volver a esos tiempos en los que sólo eran niños más o menos inocentes (porque nunca lo fueron del todo) que lo único que querían era hacer travesuras en el piso de arriba mientras él y John tomaban una cerveza hablando de cualquier cosa sin demasiada importancia.
009. Mordida - Muchas noches se levantaba con la visión de su mujer mordida, apuñalada, devorada por su propia sed de muerte, clavada entre ceja y ceja, jadeando, queriendo viajar al pasado para remediar lo que había hecho.
010. Corset - El peso de la responsabilidad le apretaba el pecho como un corsé y le hacía pensar en que, a lo mejor, le compensaba más abandonar y respirar tranquilo.
011. Tempestad - El mundo parecía de acuerdo al decir aquello de ‘después de la tempestad siempre llega la calma’ pero, para Bobby, después de una tormenta siempre seguía lloviendo.
012. Lujuria - Ya había olvidado lo que era la lujuria, tantos años encontrándose y buscando cosas que lo único que le provocaban eran ganas de quemar, arrancar, apuñalar y disparar.
013. Pies - La vida le había enseñado a andarse con pies de plomo, ya que nunca sabía de qué esquina podía saltarle un demonio cabreado.
014. Sangre - Bobby había limpiado tanta sangre de su casa que ya no se sorprendía cuando un demonio moría sobre su alfombra.
015. Poema - Su vida estaba llena de los que los niños pequeños llamaban aventuras, pero no era, ni mucho menos, un poema épico, y él tampoco podía considerarse a sí mismo un héroe de la antigua Grecia.
016. Caballo - Vivía a caballo entre el suicidio y la locura, sintiendo que sólo una delgada línea separaba donde estaba él de ellas dos y que, en cualquier momento, con un paso en falso, la podría atravesar.
017. Estropicio - Siempre era él al que llamaban para arreglar los estropicios y, sinceramente, empezaba a estar un poco harto de coser los descosidos de los demás.
018. Lirios - Las flores preferidas de su mujer eran los lirios, siempre lo habían sido, y por eso mismo, aunque no los veía nadie, tenía unos lirios plantados en las macetas de las ventanas de la que había sido la habitación de ella.
019. Medias - Para él, el trabajo a medias no existía; un monstruo sólo podía estar muerto e incinerado, el trabajo inacabado no tenía ningún valor.
020. Atardecer - Era durante el atardecer cuando más ganas tenía de acabar con su tediosa y sangrienta existencia.
021. Sabana - Se preguntaba si sería capaz de huir a algún lugar lejano donde nadie pudiera preguntarle por sus problemas de cazador y pudiera centrarse en sus propios problemas, un lugar como la sabana africana o la estepa rusa, pero sabía perfectamente que la respuesta era que no; no era capaz de abandonar a su suerte a gente que lucharía hasta la muerte por él.
022. Bufandas - Aquel día que se levantó con ganas de limpiar y vació el armario, encontró un par de bufandas manchadas de sangre y se sintió mal, ya que no pudo recordar de cuál de sus muchos amigos eran esas manchas casi negras sobre la lana verde.
023. Anillo - Podía ser que tuviera el anillo de compromiso de su mujer guardado en un cajón, envuelto en un pañuelo, pero eso no quería decir que, de vez en cuando, cuando se sentía solo, no lo sacara y lo contemplara durante horas mientras se emborrachaba con sus propias lágrimas y whisky barato.
024. Gotera - Oía cómo la gotera de la cocina llenaba el caldero con el agua de la lluvia que caía sobre el tejado, pero eran las cuatro y cuarto de la mañana y él seguía investigando sobre cómo matar a Eva mientras mezclaba whisky malo con café y rezaba por no quedarse dormido sobre las páginas del libro.
025. Subterráneo - La principal razón de su refugio subterráneo (o al menos la oficial) era el tener un lugar a prueba de demonios, ángeles y demás criaturas amenazadoras, pero eso sólo era una excusa barata y creíble; lo que realmente quería era un sitio para refugiarse de sí mismo.
026. Perdón - Llevaba años y años preguntándose por si su mujer, estuviera donde estuviera, le habría dado el perdón que necesitaba para descansar mejor por las noches.
027. Hambre - Notaba el hambre que le crujía dentro; miró con desazón a la cocina por encima del libro que estaba investigando, vio la suciedad que se acumulaba en la encimera, y decidió que otro vaso de whisky le acallaría el rugir de su estómago.
028. Carne -Se hacía viejo; sentía su carne pudrirse poco a poco alrededor de sus huesos.
029. Obsesión - Lo suyo por su profesión no era amor, ni dedicación, ni siquiera pasión, era obsesión; por ella se quedaba levantado hasta altas horas de la noche, por ella hacía cosas que ni siquiera había hecho por su mujer.
030. Monstruo - No dejaba de matar monstruos y eso le hacía pensar que él era uno más entre ellos; a lo mejor también merecía morir.
Los reviews son bienvenidos <3