La importancia de la silla y la mesa

Sep 12, 2013 19:03


El otro día (¡Bah! Ayer) estábamos hablando con Yuvia acerca de las cosas que consideramos necesarias a la hora de escribir.

Y ella me dijo que nunca se menciona lo que, para mí, es fundamental.

Que la silla y la mesa, sean cómodas.

Sí, sé que muchos dirán “Uno escribe en todos lados”. Y la verdad es que no lo creo.

Creo que escribimos apuntes en todos lados. Que tenemos ideas en cualquier lugar. Y por consiguiente, en el afán de no perderlas, las plasmamos.

Creo también que a veces, si el viaje de regreso a casa es largo, o tenemos que matar tiempo en una cafetería, podemos terminar esbozando escenas, garabateando borradores de ideas...

Pero cuando se trata de escribir, de "bien, me sentaré y arrancaré/terminaré/revisaré con este capítulo", no es en cualquier lugar. En cualquier momento. Con cualquier ambiente.

Recuerdo que allá lejos (LEJOS) en el tiempo, cuando estaba en el secundario, una profesora nos ofreció un consejo para estudiar: "Tienen que tener su lugar de estudio. Adecuado a su gusto, un sitio donde estén cómodos, donde puedan pasar mucho rato porque estudiar lleva tiempo". Recuerdo que la miramos con cara de "No tenés idea de la vida" (por supuesto, resultó ser que los ignorantes éramos nosotros). Tenía toda la razón.

Y a lo largo de los años (y las historias), me doy cuenta que su consejo se aplica a esto de escribir: la silla, la mesa, deben ser cómodas. El lugar, debe ser agradable. Con la luz adecuada, con la tecnología mínima que provea no sólo del editor de texto, sino la pantalla, el teclado, el mouse, el sonido, la música...

Escribir lleva tiempo. MUCHO tiempo. Cualquiera de los que pueden, potencialmente, estar leyendo esta entrada, probablemente llevan meses y meses con alguna historia. Horas infinitas desgranando palabras, ideas, tachando, aporreando teclas y puños contra la mesa porque no se avanza, porque no se puede plasmar lo que está tan claro en la cabeza, porque no se encuentra todo lo que debería ir entre todas esas partes que están tan claras.

Horas buscando otro modo de decir algo porque si no, el texto queda demasiado largo, demasiado enrevesado, demasiado repetitivo. Ojos que arden, muñecas que duelen, espaldas contracturadas son un compañero (no bienvenido) de aquellos que escribimos. Y es por eso que es tan importante la comodidad de la silla y de la mesa.

¿Y por qué me parece importante esta aclaración? Porque justamente yo, no tengo una silla cómoda. Y a veces, todo se resume a ese pequeño detalle.

¡Besos!
Enia

nada que aumente la cultura general

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