El domingo pasado, por ser Pascuas, y porque mi amiga apocrypha73 la había recomendado y recomendado, y porque Richard Armitage aparece como protagonista, me vi de un tirón North & South, la miniserie de la BBC
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Los Cristian Grey de hoy dan cosa. Aunque estoy segura de que en aquella epoca abundaban, claramente no se los consideraba un ideal. Y coincido con vos: esos estereotipos probablemente estaban para dar señales de lo que querían(mos), aunque claro, ¡ellos no leen esos libros! Tus recomendaciones nunca me defraudan, amiga. Y por cierto, ¿lo que estoy escribiendo ahora? ¿A que no sabés quién (o cómo) es él? Te doy tres intentos para acertar :P ¡Besos grandes!
Qué interesante entrada y reflexión :) La verdad es que mi personaje masculino clásico favorito es Rochester pero precisamente porque aunque encaja en cierto modo en el molde del resto, al mismo tiempo es muy diferente. Me refiero, no diría que es contenido. Obviamente se guarda para sí su pasado, por el que está muy atormentado, pero no lo considero un hombre callado y de apariencia fría. COmo bien dices, explota bien a menudo. Es impertinente, mal educado y muy temperamental. Y también es sensible, no he visto a ningún otro protagonista de este estilo llorar como lo hace él
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Rochester es mi favorito porque es el más honesto y directo. Por no mencionar, falto de prejuicios y desesperado por aferrarse a la más mínima posibilidad de ser feliz. Ninguno de los otros personajes, me parece, ha sufrido lo que él. Debe ser desesperante encontrarse en semejante situación. Que aún así se arriesgue e intente. Que se castigue a sí mismo. Que se haga cargo de tantas personas, en silencio, como si las cosas fueran su culpa... Amo a Rochester. Cuando se trata de novela romántica, por algún motivo, siempre prefiero la de época. Mis favoritas (series completas) son de época. Quizás porque el lenguaje, las situaciones, las costumbres, o incluso estos hombres irreales, me suenan mejor en otra época. O menos probables en ésta, no estoy segura. ¡Besos!!
Pues qué interesante! No tengo ni un amago de respuestas a las preguntas que planteas pero me ha parecido interesántisimo lo que cuentas y he caído en que no me había preguntado lo último: cómo se monstrarán en el futuro los hombres de esta época
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¡Dios! ¡Mulder, Spike y Joe! Complicado, complicado... ¿hablamos de Joe Dubois, verdad? POrque si es así, es Joe. Por lejos. Porque Spike es Spike, y Mulder es Mulder, pero Joe es un compañera para toda la vida, durante una cena tranquila mirando cualquier idiotez en la televisión. No sé qué deparará el futuro como estereotipo (masculino o femenino) de historias románticas. Coincido con tu temblor ante las posibilidades, eso seguro. Siempre tuve esta idea de escribir algo en donde los protagonistas siempre respondieran con la verdad. Como en esa película en donde nadie mentía, no sé si la viste. Como sea, dos personas que por elección (no impulsados, impelidos, coaxionados, ni nada de eso) siempre se dijeran la verdad. Creo que sería interesante ver cómo se las apañarian entre el impulso de no herir al otro y el mandato del cerebro humano de no mentir. ¡Me alegra que la entrada te gustara! Cualquiera diría que este lugar ya tenía más telarañas que cueva de película de terror. ¡Besos!
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Aunque estoy segura de que en aquella epoca abundaban, claramente no se los consideraba un ideal.
Y coincido con vos: esos estereotipos probablemente estaban para dar señales de lo que querían(mos), aunque claro, ¡ellos no leen esos libros!
Tus recomendaciones nunca me defraudan, amiga.
Y por cierto, ¿lo que estoy escribiendo ahora? ¿A que no sabés quién (o cómo) es él? Te doy tres intentos para acertar :P
¡Besos grandes!
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Ninguno de los otros personajes, me parece, ha sufrido lo que él. Debe ser desesperante encontrarse en semejante situación.
Que aún así se arriesgue e intente. Que se castigue a sí mismo. Que se haga cargo de tantas personas, en silencio, como si las cosas fueran su culpa... Amo a Rochester.
Cuando se trata de novela romántica, por algún motivo, siempre prefiero la de época. Mis favoritas (series completas) son de época.
Quizás porque el lenguaje, las situaciones, las costumbres, o incluso estos hombres irreales, me suenan mejor en otra época. O menos probables en ésta, no estoy segura.
¡Besos!!
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Complicado, complicado... ¿hablamos de Joe Dubois, verdad? POrque si es así, es Joe. Por lejos.
Porque Spike es Spike, y Mulder es Mulder, pero Joe es un compañera para toda la vida, durante una cena tranquila mirando cualquier idiotez en la televisión.
No sé qué deparará el futuro como estereotipo (masculino o femenino) de historias románticas. Coincido con tu temblor ante las posibilidades, eso seguro.
Siempre tuve esta idea de escribir algo en donde los protagonistas siempre respondieran con la verdad. Como en esa película en donde nadie mentía, no sé si la viste.
Como sea, dos personas que por elección (no impulsados, impelidos, coaxionados, ni nada de eso) siempre se dijeran la verdad.
Creo que sería interesante ver cómo se las apañarian entre el impulso de no herir al otro y el mandato del cerebro humano de no mentir.
¡Me alegra que la entrada te gustara!
Cualquiera diría que este lugar ya tenía más telarañas que cueva de película de terror.
¡Besos!
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