Reto "Ley de Cierre"

Jul 15, 2010 20:59


(A todos los que he preocupado, muchas gracias por su apoyo. Ya me siento mejor, necesitaba descansar un poco y dejar de fustigarme tanto. ¡¡Os quiero!!)

Dotación Anual de Crack

Comunidad: crack_and_roll 
Reto: Ley de cierre
Fandom: Soul Eater
Claim: Black Star/Kid
Título: Simetrical fate
Palabras: 1.159 (Inusualmente corto en mi. No tenía ganas de explayarme)
Summary: En la batalla final, Kid tiene que tomar la decisión más dificil de su vida.
Advertncias: Spoilers de lo último del manga. Nada que ver con la línea que sigue el anime.


Simetrical fate

-¡Tienes que hacerlo!- Le gritó Black Star, empuñando a Tsubaki. La sangre le cubría medio rostro y las heridas medio cuerpo.

-No puedo- Murmuró Kid, de rodillas en el suelo. Dos de las líneas Sanzu de su pelo se habían completado. -No puedo, no puedo, no puedo.

Eibon, el auténtico Eibon y no el impostor de Noah, del que ya se habían encargado hacía tiempo, los miraba indiferentes. Quizás esperando a que el joven shinigami terminara por derrumbarse. Había resultado todo un placer contarle como en realidad era solo un trozo suelto del poder de Shinigami. Que habían creado Brew sobre todo para que dejara de estar incompleto y fuera un auténtico Dios de la Muerte.

Detrás de ellos Maka seguía peleando contra el Kishin. Su frecuencia de alma era estupenda para soportar la locura que emanaba el dios demonio, pero los ataques eran demasiado fuertes para aguantarlos sola. Soul, a pesar de ser ya una guadaña mortal, estaba agotado. Se mantenía más por al entereza de proteger a su Técnico que por fuerza.

Necesitaban refuerzos.

-¡Tengo que ir a ayudar a Maka y a Soul, no pueden hacerlo sin mí! ¡Kid, tienes que encargarte de él!- Gritó, señalando al enemigo enfrente.

-No puedo… Mi padre.

-¡KID!

Eibon, a lo mejor cansado de los gritos, golpeó a Black Star hasta que chocó contra uno de los muros del Shibusen, destrozándolo.

-Kid- Lo llamó Patty, aun en su mano. -Tenemos que hacer algo.

-¡Morirá!- Gritó Kid, histérico. -¡Si me convierto en un Shinigami completo, si las tres líneas de Sanzu se forman, mi padre morirá!

-¡Él te ha dicho que tienes que hacerlo! ¡Que estabas destinado a ello!- Black Star había vuelto, más magullado si cabe.

-¡Es mi padre!- Hay algo en la forma de decirlo de Kid, ahogado y suplicante. Más aterrorizado que enfadado, que hace que Black Star se sienta mal por dentro. Como un puñetazo en el estómago, pero peor. Como si hubiera tragado plomo. Pero no se calló, porque por doloroso que fuera, sabía que estaba en lo correcto.

-¡Esto va más allá del Shibusen o Death City! Si no los detenemos, la locura gobernará todo el mundo.

Kid se miró las manos que sostenían a Liz y Patty. Notaba a Patty pulsar inquieta, deseando hacer lago. Liz se había mantenido sorprendentemente tranquila y cautelosa.
-Hagas lo que hagas…- Empezó a hablar por primera vez desde que la pelea comenzó. -… te apoyaremos. La decisión que tomes será la correcta.

Kid se puso de pie, lentamente, sin dejar de mirar al suelo. Brew se activó, elevándose en el aire.

La tercera línea de Sanzu se completó.

Kid estaba llorando.

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Ganaron. Pero el coste fue alto. Sid, Azusa y Shinigami-sama murieron ese día, peleando contra Ashura y Eibon. El homenaje hacía ellos fue sobrio, sencillo. Con unas cuantas flores y muchas lágrimas.

Pero el tiempo no se detiene nunca. Death City y el Shibusen tenían que recuperarse de la batalla. Había muchos edificios que reconstruir, muchos trabajos aun por hacer. Gente yendo de un lado a otro, técnicos y armas buscando aun algunos subordinados que habían escapado durante el caos de la pelea.

Kid se ocupaba de dirigirlo todo. Porqué era el nuevo Shinigami-sama. Porqué solo puede existir un Shinigami a la vez. Porque cuando Kid completó sus tres líneas de Sanzu, que ahora se reflejaban perennes en su pelo, significaba el final de la vida de su padre. Porque al parecer, ese era su destino.

-Así que te estabas escondiendo aquí- Black Star apareció de repente, como buen ninja que era, saltando desde el tejado al balcón donde estaba descansando el shinigami. -¿Mirando las obras en Death Citiy? Está quedando todo muy… equilibrado. Muy simétrico.

Intentaba bromear un poco, pero Kid hacía ya bastante tiempo que no estaba de humor.

-Ya no me alegra la perfección y la simetría.- Contestó, sin apartar la mirada. -Ahora la odio.

-Mentiroso.- Increpó. -Hoy te has despertado antes para comprobar que todas las velas de al casa tenían la misma altura.

-¡Es que si no la iluminación queda mal!- Gritó. Luego carraspeó, volviendo a serenarse.

Black Star se situó a su lado, guardando silencio durante un instante. Luego fue a abordar el tema que más le preocupaba y menos quería admitir.

-Liz y Patty están preocupadas por ti. Dicen que no quieres estar con nadie.

-Estoy contigo ahora mismo, ¿no?

-Pero eso es normal, todo el mundo quiere estar con el grandioso Black Star.

Kid rodó los ojos, más por costumbre que por que las palabras le molestaran. En realidad siempre le había gustado la confianza en si mismo que portaba el espadachín.

-Hiciste lo correcto, Kid. Te lo dijo Shinigami-sama, te lo dije yo y te lo dijo tu propio instinto. Era necesario para derrotar a Eibon.

-Eso no puedes saberlo. Quizás hubiera habido otra manera y no la vimos. Yo no la vi.

-¿Qué quieres decir?

Kid lo miró directamente a los ojos por primera vez en todo la charla. Sus ojos ambarinos, claros, eran demasiado tristes. No quedaba nada de al calmada lógica que solían reflejar antes.

-Fue mi culpa.- Habló con rotundidad. Como si no se estuviera fustigando, sino aclarando más nada más que un contrastado un hecho. -Mi deseo de ser simétrico. Mi maldita obsesión por la perfección. Quizás pude haber sido más fuerte, hacerlo diferente, sin las líneas… Pero me obcecó mi búsqueda del equilibrio. Porque soy completamente incapaz de considerar que algo es correcto si no es perfecto.

-¿Eso es lo que crees?- Black Star parecía contrariado, confuso. -Kid…

Le obligó a encararlo, sujetándole de los hombros. Llevó una mano a su nuca y le besó. Un beso suave, tanteando los labios, buscando amoldarse a ellos. No se habían besado muchas veces, la verdad. Su relación, que se inició tras esa pelea en el libro de Eibon, cuando Kid había sido manipulado, no había avanzado demasiado. Era algo que ambos querían. También era algo que resultaba extraño.

Pero besarlo en ese momento parecía lo correcto. Lo que Kid necesitaba. Un consuelo, una caricia, un apoyo.

Cuando se separaron, no lo soltó. Kid no dijo nada, no se movió. Black Star tampoco lo esperaba o lo necesitaba. Lo que el dijera iba a ser lo más importante.

-Estabas destinado a eso. Tú búsqueda de la simetría, de la perfección. Tenías que completarte, Kid. Sólo buscabas completarte. Y tu padre lo sabía. Por eso construyó la herramienta Brew.

-Eso no lo sabes. Puede haber mil razones.

-No, lo sé. No hay otra que lo explique mejor.- Le sonrió, pegando su frente a la de él. -Y yo soy el magnifico Black Star. Lo sé todo.

Kid no rió ante sus palabras. Pero la punta de sus labios se torcieron hacía arriba. Y eso ya se podía considerar un gran logro.

-Y ahora vamos, Shinigami. Tus guadañas mortales esperan órdenes.

Y juntos se adentraron de nuevo entre los pasillos del Shibusen.

End

No sé que opinar del fic, aunque estoy muy contenta de haber hecho un Black Star/Kid por fin, porque es una pareja que adoro y nunca se me ocurría alguna historia para ellos.

fandom: soul eater, claim: black star/kid, fanfic, comunidad: crack&roll

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