Troublemaker [ChanBaek] - Capítulo 2
Al día siguiente, BaekHyun había planeado durante la comida una noche en su apartamento con sus dos mejores amigos. Estos aceptaron gustosos, porque esas noches eran las mejores. No hacían nada especial (ver películas y comer cualquier cosa) y les gustaba más que salir de fiesta.
Los tres juntos salieron y bajaron por las escaleras de la entrada de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de un humor muy bueno. Hacía frío, pero iban abrigados. BaekHyun se colocó bien el gorro de lana que llevaba y se ajustó la bufanda alrededor del cuello.
Sin embargo, su buen humor se esfumó cuando reconoció la moto y al chico que estaba aparcado delante del edificio. BaekHyun cerró los ojos e hizo una mueca de dolor y frustración. ChanYeol se había vuelto un verdadero acosador, porque estaba totalmente seguro de que jamás le había dicho dónde estudiaba, ni qué estudiaba. ¡Ni siquiera le había dicho que era estudiante!
ChanYeol lo saludó con una efusividad que no pegaba nada con su apariencia. MinSeok y KyungSoo lo miraron asegurándose de que ese chico vestido en cuero que tenía pinta de tipo malo, estaba realmente saludando a su amigo.
-¿Lo conoces, BaekHyun? -le preguntó el pelinegro.
-Me gustaría decir que no, pero sería una mentira.
Caminó a paso apresurado hasta ChanYeol que le sonreía amplio y maldijo porque todo el mundo los estaba mirando curiosamente y susurrando y BaekHyun sabía que un rumor pronto circularía por allí. Se paró delante de él con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
-¿Qué haces aquí? -la pregunta salió en tono bajo porque la dijo entre dientes.
-Vine a por ti -BaekHyun dibujó una sonrisa entre incómoda y tensa, que dejaba leer un “te voy a matar”-. No me voy a ir de aquí hasta que aceptes subirte en la moto y vengas conmigo.
BaekHyun enarcó una ceja y sonrió con suficiencia.
-Pues bien, quédate ahí -comenzó a caminar hacia su coche, pero la mano de ChanYeol en su brazo lo detuvo.
-Yo no haría eso -advirtió-. Todo el mundo está mirándonos y no creo que quieras que monte una escena, ¿verdad?
BaekHyun lo fulminó con la mirada, totalmente consciente de que eran el centro de atención. Seguramente porque las pintas de ChanYeol destacaban, además de que era muy guapo, y porque BaekHyun no solía relacionarse con ese tipo de personas. Todo el mundo lo sabía.
-Tengo el coche aquí -dijo en un intento por librarse de subir en esa moto.
-No importa, puedes venir a buscarlo en cualquier momento -ChanYeol se movió hacia un lado y le dio palmadas al asiento de la moto con una sonrisa victoriosa.
A BaekHyun no le quedó más remedio que aceptar, pero simplemente porque no le gustaba ser el centro de atención y porque sabía que ChanYeol no lo dejaría en paz hasta que dijera que sí.
-Eres imposible -murmuró, pero se acercó al vehículo y tendió una mano para que el alto le pasara un casco.
La sonrisa de ChanYeol se amplió aún más y con mucho gusto le pasó su casco de repuesto. BaekHyun miró hacia atrás, donde sus amigos lo observaban con la boca abierta. Conjuró un “lo siento” con sus labios y junto las palmas. Luego se llevó una mano a la oreja haciendo el gesto de un teléfono para darles a entender que los llamaría más tarde.
Luego y todavía a regañadientes se colocó el casco y se subió detrás de ChanYeol que ya estaba sentado. Se agarró a las asas que había en el asiento trasero porque se negaba rotundamente a rodear la cintura del pelirrojo con su brazos. Este lo notó y se giró hacia él.
-Puedes agarrarte a mí si quieres -le dijo con una sonrisa ladina.
-Ni de coña.
-Como quieras -se encogió de hombros y encendió la moto y giró un par de veces el manillar, creando ese sonido de aceleración y de la nada arrancó, provocando que BaekHyun se echara hacia atrás y se agarrara más fuerte a las asas.
-¡Idiota! -gritó y lo único que recibió en respuesta fue la estridente risa de ChanYeol.
Después de que se metieran en el tráfico de la ciudad, BaekHyun empezó a disfrutar un poco del viaje. Nunca en su vida se había subido a un bicho de esos y tampoco era que tuviera muchas ganas, pero ahí estaba, montado en una moto conducida por el chico que se había tirado el domingo pasado y que se ha vuelto un acosador en potencia durante el resto de la semana.
ChanYeol aparcó en una calle y esperó a que BaekHyun se bajara para hacer lo mismo, pero de una manera más elegante y extrañamente atractiva. Guardó ambos cascos en la guantera y luego le tendió la mano a BaekHyun. El castaño pasó olímpicamente de ella y comenzó a andar, esperando que ChanYeol lo adelantara o algo, porque era él el que lo había traído allí en primer lugar.
El alto lo alcanzó segundos después y lo guio hasta una pequeña cafetería que hizo que BaekHyun mirara alternamente al interior y a ChanYeol, ladeando la cabeza.
-¿Esperabas que te llevara a un sitio de mala muerte? -le preguntó con sarcasmo y leyendo la mente de BaekHyun.
-Lo siento por dejarme llevar por tus pintas.
-Me ofendes -dijo llevándose una mano al pecho y el castaño le hizo una mueca bastante fea la verdad.
En realidad el sitio era bonito y acogedor. El suelo era de madera clara que contrastaba con el marrón un poco más oscuro de las paredes. Los ventanales que había en la entrada dejaban que se colara la luz suficiente, pero aun así encima de cada mesa colgaban unas pequeñas lámparas que iluminaban lo justo para ver y no molestar. En la esquina derecha del fondo se situaba la barra recubierta de paneles de madera blanca y las mesas eran del mismo material acompañadas de una bonitas sillas con cojines blancos y esponjosos.
ChanYeol lo llevó al fondo del local para tener un poco más de privacidad, ya que casi no había gente. La camarera no tardó en atenderles y tomó sus pedidos con sonrisa amable. Después se quedaron en silencio porque no había nada de qué hablar en realidad. BaekHyun había sido arrastrado a la fuerza hasta allí, él no quería ir.
Sin embargo, se cansó de la mirada de ChanYeol mirándolo fijamente y recorriendo su rostro, con esa sonrisa que estaba empezando a molestar a BaekHyun.
-Eres un acosador, ¿lo sabías?
-Prefiero decir que mi habilidad para seguir a las personas es estupenda -contestó recostándose contra el respaldo de la silla.
-Sabías mi nombre y yo nunca te lo he dicho -su tono era monótono y su mirada decía “a mí no me mientes”.
-Puede que haya mirado en tu cartera aquella noche después de que te quedaras dormido -confesó.
-Como dije, acosador.
-Diría más bien curiosidad, pero como tú quieras, BaekHyun.
El castaño bufó ante su tono condescendiente y se cruzó de brazos, mirando a todos sitios menos al alto delante de él. No hablaron más hasta que la camarera trajo sus tazas humeantes de café caliente.
-Realmente me gustaría saber porque te empeñas en rechazarme, es decir, aquella noche creo que congeniamos muy bien -movió las cejas de arriba a abajo-. Más que bien, diría yo.
-Y a mí me gustaría saber porque eres tan insistente, pero no se puede tener todo en esta vida -borde. No había otra manera para definir la manera en la que dijo aquella frase, ignorando a conciencia la última parte de lo que dijo el alto.
-Nunca me has dado una razón. Lo único que me dices es no, no y no.
-No hace falta ninguna razón, ChanYeol. “No” no es una palabra con muchos significados, solo tiene uno y creo que es el más simple de todos.
-Eres un cabezota.
-Fue a hablar.
ChanYeol levantó las manos en señal de derrota y se llevó la taza a los labios. BaekHyun empezó a remover su café, esperando a que se enfriara un poco. Observó de reojo al pelirrojo. ¿De verdad había una razón por la que lo rechazaba? Sí, sí que la había.
A BaekHyun le gustaba otro tipo de persona, no era que supiera exactamente como era ChanYeol, pero solo por la manera en que lucía podía decir que no. La ropa que llevaba le hacía ver sexy, estaba claro, pero no era su estilo. Otra razón era que le recordaba la manera en la que se descontroló esa noche de domingo, una acción totalmente contraria a como solía comportarse él. Y a pesar de que le se retorcía algo en su interior cada vez que ChanYeol volvía a preguntarle, no quería sentirse así.
Por lo que sí, había varias razones por las que se mantenía diciendo no. Sin embargo, tal vez debería decirle algo a ChanYeol, solo por el mero hecho de que quizás finalmente entendiera que no estaba interesado y se rindiera.
-Está bien. Te diré porque no quiero salir contigo -ChanYeol levantó la mirada, curioso-. No eres mi tipo, así de simple. No me van los chicos malos.
-¿Por qué crees que soy un chico malo? -BaekHyun alzó una ceja y movió ambas manos señalando el cuerpo de ChanYeol-. Eso es juzgar por las apariencias, BaekHyunnie.
El castaño frunció el ceño ante el apodo cariñoso.
-Tienes una tirita en la nariz -dijo señalando el trozo de esparadrapo en un lado del puente la nariz, donde evidentemente había una herida.
-Me pude haber golpeado con cualquier cosa -BaekHyun lo juzgó con la mirada-. Vale, sí, me golpearon en la nariz.
El castaño sonrió amplio y con la suficiencia y satisfacción del que contestó correctamente a una pregunta, remarcando de esa manera su punto.
-Pero no siempre soy así -aclaró.
-¿Ah no? ¿Eres chico malo a medio tiempo? -a BaekHyun le encantaba su propio sarcasmo.
-Se podría decir que sí, aunque no sé si se llamaría ser chico malo -dijo llevándose una mano a la barbilla y reflexionando. BaekHyun abrió la boca sorprendido.
-¿Estás de coña?
-Nop -contestó con una gran sonrisa-. Yo también voy a la universidad, ¿sabes?
-Entonces, ¿de verdad eres un chico malo o es solo postureo?
-¿Ambas? -dijo no muy convencido-. Me gusta vestirme de esta manera si es lo que quieres saber.
BaekHyun estaba sorprendido, pero no iba dejar que el otro lo notara. Realmente pensaba que ChanYeol era el típico muchacho medio barriobajero que se metía en peleas callejeras y esas cosas. Al parecer estaba equivocado. Sin embargo, había algo que aún le olía a chamusquina, pero decidió dejarlo pasar.
Al final, después de mucha insistencia por parte de BaekHyun de que lo dejara en la universidad porque tenía que recoger el coche, ChanYeol obedeció y lo llevó hasta allí. No obstante, antes de que el bajito corriera hasta su vehículo, el alto lo rodeó con sus brazos y lo atrajo hacia sí mismo. BaekHyun que veía sus intenciones le estampó una mano en toda la cara.
-¿No has entendido nada de lo que te he dicho? -bufó molesto, intentando librarse del agarre del alto, pero este era obviamente más fuerte.
-Solo quiero un beso -dijo con un puchero.
-Sí y de paso un poco de lo de la otra noche, no te fastidia -ChanYeol rió y se inclinó más sobre él.
-Hombre, si te ofreces yo no soy quién para negarme -le ofreció una sonrisa ladina y sexy.
-Estúpido.
BaekHyun esta vez puso ambas manos en su cara y empujó. ChanYeol terminó por soltarlo por el evidente rechazo. Le dijo un “adiós, BaekHyun” cuando el otro ya estaba a medio camino hasta su coche, observando entretenido como su bonito trasero se meneaba a medida que caminaba.
***
Cuando llegó a su casa, serían cerca de las seis de la tarde. Llamó a sus amigos para decirles que lo de esa noche seguía en pie. Por razones obvias tanto MinSeok como KyungSoo preguntaron por el chico con el que se había ido, pero BaekHyun respondió vagamente y les dijo que les explicaría esa noche.
A pesar de que era todavía temprano, empezó a colocar los futones en el salón. Cuando se quedaban a dormir, les gustaba hacerlo en la misma habitación, daba verdadera sensación de pijamada. Y BaekHyun nunca se cansaría de ellas aunque ya tenía veintiún años.
Sabía que sus dos amigos traerían algo para picar y KyungSoo incluso para hacer de cenar, pero de todas formas salió a comprar las típicas cosas que se compran para estas ocasiones: Fanta, Coca-Cola, patatas fritas, bollería, helado y más cosas que no son del todo recomendables para la salud. No tardó ni una hora y pronto ya estaba en casa de nuevo.
Se dejó caer en el sofá y su mente empezó a divagar. Pensó en el trabajo de Análisis Económica Internacional que tenía que entregar el viernes que viene. También pensó en que tenía que comprar un nuevo abrigo, el que tenía iba ya viejo y de todas formas necesitaba uno que abrigara mejor. Por último y para su desgracia el gigante pelirrojo cruzó su mente como mosca que pasa delante de tu cara, molesto.
Deseaba con todas sus fuerzas que ChanYeol no fuera nunca más a buscarlo, pero algo en su interior le decía que a partir de ahora iba a ser mucho más insistente que antes, simplemente por aceptar ir a tomar un café con él. No era la primera vez que tenía que lidiar con chicos que andaban detrás de él, pero normalmente su manera cortante de decir las cosas marcaba el límite y alejaba a las personas no deseadas. Sin embargo el pelirrojo eso parecía ser inmune a eso, o solo no lo tenía en cuenta.
En algún punto entre tanto estrujarse la cabeza y maldecir unas cuantas veces más al alto ese, se quedó dormido. Despertó con el sonido del timbre y se levantó de golpe para abrir a sus amigos. Ambos venían con bolsas en la mano y una mochila donde llevaban el pijama y la ropa del día siguiente.
BaekHyun los dejó pasar y mientras MinSeok se dirigió al salón, KyungSoo caminó directamente a la cocina donde dejó una bolsa y empezó a sacar cosas de ellas.
-Soo, ¿no deberías quitarte el abrigo y eso antes de empezar a cocinar? -el pelinegro lo miró un momento y asintió, quitándose la mochila, el abrigo y la bufanda y poniéndoselo todo en los brazos a BaekHyun que se sintió como un perchero.
Se unió a MinSeok en el salón que ya estaba delante de la televisión buscando entre los estrenos que había en Netflix para ver esa noche. BaekHyun dejó las cosas de KyungSoo en la esquina del sillón.
-¿Qué te apetece ver, Baek? ¿Romance, drama, terror, acción o comedia?
-Hmm, terror -dijo mirando hacia la pantalla. MinSeok se volvió hacia él.
-A KyungSoo no le gustan, lo sabes.
-En realidad me da igual -dijo, pero rápidamente añadió-, menos drama. No quiero llorar.
El mayor asintió y siguió navegando entre las películas, pero BaekHyun le dio un toque en el hombro y señaló a la cocina. MinSeok entendió y dejó la selección para más tarde. KyungSoo ya había puesto una olla con agua en el fuego y estaba cortando unas verduras. Ambos chicos se ofrecieron a ayudar y acabaron los tres preparando la cena en perfecta armonía (aunque en realidad casi todo lo hizo KyungSoo).
La comida voló en pocos minutos porque estaba riquísima y el menor de todos los veía comer cual madre orgullosa. A BaekHyun le hacía gracia. Después los tres se tiraron en los futones y mientras elegían una película de romance -que irónicamente iba sobre una chica de alta clase y el típico chico malo-, empezaron a hablar y comer lo que BaekHyun había comprado.
-BaekHyun, creo que nos debes una explicación -dijo el mayor recostándose contra el sofá. KyungSoo lo imitó y BaekHyun simplemente rodó, quedándose tumbado boca arriba-. ¿Quién era ese chico?
El castaño pensó un momento como contárselo a sus amigos sin que sonara demasiado y brusco y de una forma en la que consiguiera la menos bronca posible, porque sus amigos tendían a regañarlo cuando hacía algo que no consideraban correcto.
-Pues el domingo por la noche fui a un bar…
-Dijiste que no habías hecho nada especial el fin de semana -interrumpió KyungSoo.
-Mentí -confesó con una sonrisa que enseñaba todos los diente y se ganó un ceño fruncido-. La cosa es que estaba este chico y puede que haya bebido un poco de más y puede que al final acabáramos enrollándonos aquí.
Silencio.
-Te tiraste a un tío que no conocías de nada -resumió MinSeok.
BaekHyun les sonrió como si realmente fuera inocente.
-Byun BaekHyun -empezó KyungSoo con un tono que BaekHyun estaba acostumbrado a oír cuando alguno de ellos dos hacía algo que no le gustaba.
-¡No fue mi culpa! -acabó exclamando-. El chico estaba muy bueno y llevaba tres copas de vodka encima y él simplemente me besó y yo no me pude resistir. Además soy lo suficiente mayor como para decidir qué hago con mi vida, no necesito que me regañes -finalizó con un puchero.
La forma atropellada en que confesó todo aquello hizo que MinSeok y KyungSoo se rieran de él. En realidad no estaban enfadados por eso, es decir, como había dicho BaekHyun, era mayorcito para saber qué hacer. Bueno quizás el pelinegro no estaba del todo de acuerdo, pero en realidad lo que les molestaba era que BaekHyun no se lo hubiera dicho.
-¿Por qué no nos lo contaste? -preguntó MinSeok.
-Porque pensaba que había quedado en una cosa de una noche y luego apareció delante de mi portal pero pensaba que me iba a librar rápido de él. No le tomé importancia.
-Pues no lo hiciste muy bien -señaló KyungSoo.
-Lo sé. Es un maldito acosador.
-Deberías haber visto tu cara cuando lo viste ahí delante -se burló el mayor-. Se te fue el color del rostro, estabas más paliducho de lo que ya eres.
-No me esperaba que se fuera a venir hasta la universidad -se sentó y levantó los brazos al aire, un tanto indignado-. Nunca le dije donde estudiaba, me tuvo que seguir o algo.
-Okey, eso da miedo -KyungSoo se revolvió en su sitio y se colocó mejor.
-Espero que se haya quedado contento y no vuelva más -susurró, dejándose caer de nuevo contra el colchón y enterrando su cara en un cojín.
-¿Lo rechazaste?
-Sí, Min. Por veinteava vez.
Se quedaron en silencio un rato, pensando en eso. La pantalla mostraba la película pausada en el inicio, pero ninguno parecía tener intención de darle al play, sobre todo MinSeok que era el que tenía el mando.
-Pues, o ese chico no entiende lo que es “no”, o realmente está interesado en ti.
BaekHyun arrugó la nariz. La verdad era que no había pensado si le podía gustar a ChanYeol en serio, había estado muy ocupado frunciendo el ceño para él y decirle que no, como para ponerse a analizar bien la situación. De todas formas, aquello no cambiaba nada.
-Pon la peli, anda, hyung.
La película no fue la gran cosa, pero les hizo reír. Cuando acabó los tres se tumbaron en los colchones y empezaron a recordar cosas que había pasado hace tiempo, porque ellos eran amigos desde la secundaria y estaban muy contentos de poder seguir juntos como querían.
Al final se quedaron dormidos con una sonrisa suave en el rostro y bien acurrucaditos los unos contra los otros.
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Los tres juntos salieron y bajaron por las escaleras de la entrada de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de un humor muy bueno. Hacía frío, pero iban abrigados. BaekHyun se colocó bien el gorro de lana que llevaba y se ajustó la bufanda alrededor del cuello.
Sin embargo, su buen humor se esfumó cuando reconoció la moto y al chico que estaba aparcado delante del edificio. BaekHyun cerró los ojos e hizo una mueca de dolor y frustración. ChanYeol se había vuelto un verdadero acosador, porque estaba totalmente seguro de que jamás le había dicho dónde estudiaba, ni qué estudiaba. ¡Ni siquiera le había dicho que era estudiante!
ChanYeol lo saludó con una efusividad que no pegaba nada con su apariencia. MinSeok y KyungSoo lo miraron asegurándose de que ese chico vestido en cuero que tenía pinta de tipo malo, estaba realmente saludando a su amigo.
-¿Lo conoces, BaekHyun? -le preguntó el pelinegro.
-Me gustaría decir que no, pero sería una mentira.
Caminó a paso apresurado hasta ChanYeol que le sonreía amplio y maldijo porque todo el mundo los estaba mirando curiosamente y susurrando y BaekHyun sabía que un rumor pronto circularía por allí. Se paró delante de él con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
-¿Qué haces aquí? -la pregunta salió en tono bajo porque la dijo entre dientes.
-Vine a por ti -BaekHyun dibujó una sonrisa entre incómoda y tensa, que dejaba leer un “te voy a matar”-. No me voy a ir de aquí hasta que aceptes subirte en la moto y vengas conmigo.
BaekHyun enarcó una ceja y sonrió con suficiencia.
-Pues bien, quédate ahí -comenzó a caminar hacia su coche, pero la mano de ChanYeol en su brazo lo detuvo.
-Yo no haría eso -advirtió-. Todo el mundo está mirándonos y no creo que quieras que monte una escena, ¿verdad?
BaekHyun lo fulminó con la mirada, totalmente consciente de que eran el centro de atención. Seguramente porque las pintas de ChanYeol destacaban, además de que era muy guapo, y porque BaekHyun no solía relacionarse con ese tipo de personas. Todo el mundo lo sabía.
-Tengo el coche aquí -dijo en un intento por librarse de subir en esa moto.
-No importa, puedes venir a buscarlo en cualquier momento -ChanYeol se movió hacia un lado y le dio palmadas al asiento de la moto con una sonrisa victoriosa.
A BaekHyun no le quedó más remedio que aceptar, pero simplemente porque no le gustaba ser el centro de atención y porque sabía que ChanYeol no lo dejaría en paz hasta que dijera que sí.
-Eres imposible -murmuró, pero se acercó al vehículo y tendió una mano para que el alto le pasara un casco.
La sonrisa de ChanYeol se amplió aún más y con mucho gusto le pasó su casco de repuesto. BaekHyun miró hacia atrás, donde sus amigos lo observaban con la boca abierta. Conjuró un “lo siento” con sus labios y junto las palmas. Luego se llevó una mano a la oreja haciendo el gesto de un teléfono para darles a entender que los llamaría más tarde.
Luego y todavía a regañadientes se colocó el casco y se subió detrás de ChanYeol que ya estaba sentado. Se agarró a las asas que había en el asiento trasero porque se negaba rotundamente a rodear la cintura del pelirrojo con su brazos. Este lo notó y se giró hacia él.
-Puedes agarrarte a mí si quieres -le dijo con una sonrisa ladina.
-Ni de coña.
-Como quieras -se encogió de hombros y encendió la moto y giró un par de veces el manillar, creando ese sonido de aceleración y de la nada arrancó, provocando que BaekHyun se echara hacia atrás y se agarrara más fuerte a las asas.
-¡Idiota! -gritó y lo único que recibió en respuesta fue la estridente risa de ChanYeol.
Después de que se metieran en el tráfico de la ciudad, BaekHyun empezó a disfrutar un poco del viaje. Nunca en su vida se había subido a un bicho de esos y tampoco era que tuviera muchas ganas, pero ahí estaba, montado en una moto conducida por el chico que se había tirado el domingo pasado y que se ha vuelto un acosador en potencia durante el resto de la semana.
ChanYeol aparcó en una calle y esperó a que BaekHyun se bajara para hacer lo mismo, pero de una manera más elegante y extrañamente atractiva. Guardó ambos cascos en la guantera y luego le tendió la mano a BaekHyun. El castaño pasó olímpicamente de ella y comenzó a andar, esperando que ChanYeol lo adelantara o algo, porque era él el que lo había traído allí en primer lugar.
El alto lo alcanzó segundos después y lo guio hasta una pequeña cafetería que hizo que BaekHyun mirara alternamente al interior y a ChanYeol, ladeando la cabeza.
-¿Esperabas que te llevara a un sitio de mala muerte? -le preguntó con sarcasmo y leyendo la mente de BaekHyun.
-Lo siento por dejarme llevar por tus pintas.
-Me ofendes -dijo llevándose una mano al pecho y el castaño le hizo una mueca bastante fea la verdad.
En realidad el sitio era bonito y acogedor. El suelo era de madera clara que contrastaba con el marrón un poco más oscuro de las paredes. Los ventanales que había en la entrada dejaban que se colara la luz suficiente, pero aun así encima de cada mesa colgaban unas pequeñas lámparas que iluminaban lo justo para ver y no molestar. En la esquina derecha del fondo se situaba la barra recubierta de paneles de madera blanca y las mesas eran del mismo material acompañadas de una bonitas sillas con cojines blancos y esponjosos.
ChanYeol lo llevó al fondo del local para tener un poco más de privacidad, ya que casi no había gente. La camarera no tardó en atenderles y tomó sus pedidos con sonrisa amable. Después se quedaron en silencio porque no había nada de qué hablar en realidad. BaekHyun había sido arrastrado a la fuerza hasta allí, él no quería ir.
Sin embargo, se cansó de la mirada de ChanYeol mirándolo fijamente y recorriendo su rostro, con esa sonrisa que estaba empezando a molestar a BaekHyun.
-Eres un acosador, ¿lo sabías?
-Prefiero decir que mi habilidad para seguir a las personas es estupenda -contestó recostándose contra el respaldo de la silla.
-Sabías mi nombre y yo nunca te lo he dicho -su tono era monótono y su mirada decía “a mí no me mientes”.
-Puede que haya mirado en tu cartera aquella noche después de que te quedaras dormido -confesó.
-Como dije, acosador.
-Diría más bien curiosidad, pero como tú quieras, BaekHyun.
El castaño bufó ante su tono condescendiente y se cruzó de brazos, mirando a todos sitios menos al alto delante de él. No hablaron más hasta que la camarera trajo sus tazas humeantes de café caliente.
-Realmente me gustaría saber porque te empeñas en rechazarme, es decir, aquella noche creo que congeniamos muy bien -movió las cejas de arriba a abajo-. Más que bien, diría yo.
-Y a mí me gustaría saber porque eres tan insistente, pero no se puede tener todo en esta vida -borde. No había otra manera para definir la manera en la que dijo aquella frase, ignorando a conciencia la última parte de lo que dijo el alto.
-Nunca me has dado una razón. Lo único que me dices es no, no y no.
-No hace falta ninguna razón, ChanYeol. “No” no es una palabra con muchos significados, solo tiene uno y creo que es el más simple de todos.
-Eres un cabezota.
-Fue a hablar.
ChanYeol levantó las manos en señal de derrota y se llevó la taza a los labios. BaekHyun empezó a remover su café, esperando a que se enfriara un poco. Observó de reojo al pelirrojo. ¿De verdad había una razón por la que lo rechazaba? Sí, sí que la había.
A BaekHyun le gustaba otro tipo de persona, no era que supiera exactamente como era ChanYeol, pero solo por la manera en que lucía podía decir que no. La ropa que llevaba le hacía ver sexy, estaba claro, pero no era su estilo. Otra razón era que le recordaba la manera en la que se descontroló esa noche de domingo, una acción totalmente contraria a como solía comportarse él. Y a pesar de que le se retorcía algo en su interior cada vez que ChanYeol volvía a preguntarle, no quería sentirse así.
Por lo que sí, había varias razones por las que se mantenía diciendo no. Sin embargo, tal vez debería decirle algo a ChanYeol, solo por el mero hecho de que quizás finalmente entendiera que no estaba interesado y se rindiera.
-Está bien. Te diré porque no quiero salir contigo -ChanYeol levantó la mirada, curioso-. No eres mi tipo, así de simple. No me van los chicos malos.
-¿Por qué crees que soy un chico malo? -BaekHyun alzó una ceja y movió ambas manos señalando el cuerpo de ChanYeol-. Eso es juzgar por las apariencias, BaekHyunnie.
El castaño frunció el ceño ante el apodo cariñoso.
-Tienes una tirita en la nariz -dijo señalando el trozo de esparadrapo en un lado del puente la nariz, donde evidentemente había una herida.
-Me pude haber golpeado con cualquier cosa -BaekHyun lo juzgó con la mirada-. Vale, sí, me golpearon en la nariz.
El castaño sonrió amplio y con la suficiencia y satisfacción del que contestó correctamente a una pregunta, remarcando de esa manera su punto.
-Pero no siempre soy así -aclaró.
-¿Ah no? ¿Eres chico malo a medio tiempo? -a BaekHyun le encantaba su propio sarcasmo.
-Se podría decir que sí, aunque no sé si se llamaría ser chico malo -dijo llevándose una mano a la barbilla y reflexionando. BaekHyun abrió la boca sorprendido.
-¿Estás de coña?
-Nop -contestó con una gran sonrisa-. Yo también voy a la universidad, ¿sabes?
-Entonces, ¿de verdad eres un chico malo o es solo postureo?
-¿Ambas? -dijo no muy convencido-. Me gusta vestirme de esta manera si es lo que quieres saber.
BaekHyun estaba sorprendido, pero no iba dejar que el otro lo notara. Realmente pensaba que ChanYeol era el típico muchacho medio barriobajero que se metía en peleas callejeras y esas cosas. Al parecer estaba equivocado. Sin embargo, había algo que aún le olía a chamusquina, pero decidió dejarlo pasar.
Al final, después de mucha insistencia por parte de BaekHyun de que lo dejara en la universidad porque tenía que recoger el coche, ChanYeol obedeció y lo llevó hasta allí. No obstante, antes de que el bajito corriera hasta su vehículo, el alto lo rodeó con sus brazos y lo atrajo hacia sí mismo. BaekHyun que veía sus intenciones le estampó una mano en toda la cara.
-¿No has entendido nada de lo que te he dicho? -bufó molesto, intentando librarse del agarre del alto, pero este era obviamente más fuerte.
-Solo quiero un beso -dijo con un puchero.
-Sí y de paso un poco de lo de la otra noche, no te fastidia -ChanYeol rió y se inclinó más sobre él.
-Hombre, si te ofreces yo no soy quién para negarme -le ofreció una sonrisa ladina y sexy.
-Estúpido.
BaekHyun esta vez puso ambas manos en su cara y empujó. ChanYeol terminó por soltarlo por el evidente rechazo. Le dijo un “adiós, BaekHyun” cuando el otro ya estaba a medio camino hasta su coche, observando entretenido como su bonito trasero se meneaba a medida que caminaba.
***
Cuando llegó a su casa, serían cerca de las seis de la tarde. Llamó a sus amigos para decirles que lo de esa noche seguía en pie. Por razones obvias tanto MinSeok como KyungSoo preguntaron por el chico con el que se había ido, pero BaekHyun respondió vagamente y les dijo que les explicaría esa noche.
A pesar de que era todavía temprano, empezó a colocar los futones en el salón. Cuando se quedaban a dormir, les gustaba hacerlo en la misma habitación, daba verdadera sensación de pijamada. Y BaekHyun nunca se cansaría de ellas aunque ya tenía veintiún años.
Sabía que sus dos amigos traerían algo para picar y KyungSoo incluso para hacer de cenar, pero de todas formas salió a comprar las típicas cosas que se compran para estas ocasiones: Fanta, Coca-Cola, patatas fritas, bollería, helado y más cosas que no son del todo recomendables para la salud. No tardó ni una hora y pronto ya estaba en casa de nuevo.
Se dejó caer en el sofá y su mente empezó a divagar. Pensó en el trabajo de Análisis Económica Internacional que tenía que entregar el viernes que viene. También pensó en que tenía que comprar un nuevo abrigo, el que tenía iba ya viejo y de todas formas necesitaba uno que abrigara mejor. Por último y para su desgracia el gigante pelirrojo cruzó su mente como mosca que pasa delante de tu cara, molesto.
Deseaba con todas sus fuerzas que ChanYeol no fuera nunca más a buscarlo, pero algo en su interior le decía que a partir de ahora iba a ser mucho más insistente que antes, simplemente por aceptar ir a tomar un café con él. No era la primera vez que tenía que lidiar con chicos que andaban detrás de él, pero normalmente su manera cortante de decir las cosas marcaba el límite y alejaba a las personas no deseadas. Sin embargo el pelirrojo eso parecía ser inmune a eso, o solo no lo tenía en cuenta.
En algún punto entre tanto estrujarse la cabeza y maldecir unas cuantas veces más al alto ese, se quedó dormido. Despertó con el sonido del timbre y se levantó de golpe para abrir a sus amigos. Ambos venían con bolsas en la mano y una mochila donde llevaban el pijama y la ropa del día siguiente.
BaekHyun los dejó pasar y mientras MinSeok se dirigió al salón, KyungSoo caminó directamente a la cocina donde dejó una bolsa y empezó a sacar cosas de ellas.
-Soo, ¿no deberías quitarte el abrigo y eso antes de empezar a cocinar? -el pelinegro lo miró un momento y asintió, quitándose la mochila, el abrigo y la bufanda y poniéndoselo todo en los brazos a BaekHyun que se sintió como un perchero.
Se unió a MinSeok en el salón que ya estaba delante de la televisión buscando entre los estrenos que había en Netflix para ver esa noche. BaekHyun dejó las cosas de KyungSoo en la esquina del sillón.
-¿Qué te apetece ver, Baek? ¿Romance, drama, terror, acción o comedia?
-Hmm, terror -dijo mirando hacia la pantalla. MinSeok se volvió hacia él.
-A KyungSoo no le gustan, lo sabes.
-En realidad me da igual -dijo, pero rápidamente añadió-, menos drama. No quiero llorar.
El mayor asintió y siguió navegando entre las películas, pero BaekHyun le dio un toque en el hombro y señaló a la cocina. MinSeok entendió y dejó la selección para más tarde. KyungSoo ya había puesto una olla con agua en el fuego y estaba cortando unas verduras. Ambos chicos se ofrecieron a ayudar y acabaron los tres preparando la cena en perfecta armonía (aunque en realidad casi todo lo hizo KyungSoo).
La comida voló en pocos minutos porque estaba riquísima y el menor de todos los veía comer cual madre orgullosa. A BaekHyun le hacía gracia. Después los tres se tiraron en los futones y mientras elegían una película de romance -que irónicamente iba sobre una chica de alta clase y el típico chico malo-, empezaron a hablar y comer lo que BaekHyun había comprado.
-BaekHyun, creo que nos debes una explicación -dijo el mayor recostándose contra el sofá. KyungSoo lo imitó y BaekHyun simplemente rodó, quedándose tumbado boca arriba-. ¿Quién era ese chico?
El castaño pensó un momento como contárselo a sus amigos sin que sonara demasiado y brusco y de una forma en la que consiguiera la menos bronca posible, porque sus amigos tendían a regañarlo cuando hacía algo que no consideraban correcto.
-Pues el domingo por la noche fui a un bar…
-Dijiste que no habías hecho nada especial el fin de semana -interrumpió KyungSoo.
-Mentí -confesó con una sonrisa que enseñaba todos los diente y se ganó un ceño fruncido-. La cosa es que estaba este chico y puede que haya bebido un poco de más y puede que al final acabáramos enrollándonos aquí.
Silencio.
-Te tiraste a un tío que no conocías de nada -resumió MinSeok.
BaekHyun les sonrió como si realmente fuera inocente.
-Byun BaekHyun -empezó KyungSoo con un tono que BaekHyun estaba acostumbrado a oír cuando alguno de ellos dos hacía algo que no le gustaba.
-¡No fue mi culpa! -acabó exclamando-. El chico estaba muy bueno y llevaba tres copas de vodka encima y él simplemente me besó y yo no me pude resistir. Además soy lo suficiente mayor como para decidir qué hago con mi vida, no necesito que me regañes -finalizó con un puchero.
La forma atropellada en que confesó todo aquello hizo que MinSeok y KyungSoo se rieran de él. En realidad no estaban enfadados por eso, es decir, como había dicho BaekHyun, era mayorcito para saber qué hacer. Bueno quizás el pelinegro no estaba del todo de acuerdo, pero en realidad lo que les molestaba era que BaekHyun no se lo hubiera dicho.
-¿Por qué no nos lo contaste? -preguntó MinSeok.
-Porque pensaba que había quedado en una cosa de una noche y luego apareció delante de mi portal pero pensaba que me iba a librar rápido de él. No le tomé importancia.
-Pues no lo hiciste muy bien -señaló KyungSoo.
-Lo sé. Es un maldito acosador.
-Deberías haber visto tu cara cuando lo viste ahí delante -se burló el mayor-. Se te fue el color del rostro, estabas más paliducho de lo que ya eres.
-No me esperaba que se fuera a venir hasta la universidad -se sentó y levantó los brazos al aire, un tanto indignado-. Nunca le dije donde estudiaba, me tuvo que seguir o algo.
-Okey, eso da miedo -KyungSoo se revolvió en su sitio y se colocó mejor.
-Espero que se haya quedado contento y no vuelva más -susurró, dejándose caer de nuevo contra el colchón y enterrando su cara en un cojín.
-¿Lo rechazaste?
-Sí, Min. Por veinteava vez.
Se quedaron en silencio un rato, pensando en eso. La pantalla mostraba la película pausada en el inicio, pero ninguno parecía tener intención de darle al play, sobre todo MinSeok que era el que tenía el mando.
-Pues, o ese chico no entiende lo que es “no”, o realmente está interesado en ti.
BaekHyun arrugó la nariz. La verdad era que no había pensado si le podía gustar a ChanYeol en serio, había estado muy ocupado frunciendo el ceño para él y decirle que no, como para ponerse a analizar bien la situación. De todas formas, aquello no cambiaba nada.
-Pon la peli, anda, hyung.
La película no fue la gran cosa, pero les hizo reír. Cuando acabó los tres se tumbaron en los colchones y empezaron a recordar cosas que había pasado hace tiempo, porque ellos eran amigos desde la secundaria y estaban muy contentos de poder seguir juntos como querían.
Al final se quedaron dormidos con una sonrisa suave en el rostro y bien acurrucaditos los unos contra los otros.
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