Título: Endless love (Smells like teen spirit 10)
Author: margotlove
Pairing: Puck/Kurt
Rated: PG-13, fluff, angst
Disclaimer: No son míos no me encarcelen.
Summary: Kurt quiere a Puck y Puck a Kurt <3
-¿Queda olvidado lo del sobrenombre?-dijo Puck sentado en mi cama mientras yo revolvía mi closet. Su camisa manchada por el slushie estaba tirada en el suelo.
-Lo dije por decir, no te vas a escapar tan facil-dije sacando medio cuerpo del closet.
-Maldición, si pudieras olvidarlo sería... oye oye, ¿necesitas tanta ropa? ¿de verdad?-preguntó lanzando una mirada de desaprobación hacia la pila amontonada a mis pies.
-Voy a hacer de cuenta que no escuché eso, entiendo que estés molesto pero si te metes con mi guardaropa eso sí que no te lo voy a perdonar.
-OK, ok.
-Al fin, la encontré.
-¿Es esa mi camisa?
-La misma, nunca te la devolví pero mira, parece que hoy nos será de ayuda.
Antes de dársela, la sostuve un rato en mis manos; habían pasado muchas cosas desde el día en que me la prestó,que fue cuando nos habíamos besado por primera vez. Aunque hubiera sido de una forma inesperada.
Me acerqué a él para entregarle la camisa, le acaricié distraídamente su mohawk y allí le planté un beso.
-Así que, ¿cada vez que la veías te acordabas de mi?-dijo rodeándome por la cintura.
-Al principio si, por eso la guardé hasta el fondo del closet no quería recordarte- me miró a los ojos con remordimiento- por suerte ya no la necesito, te tengo conmigo.
-Yo digo lo mismo-murmuró dándome un beso suave encima del ombligo, y recargando su frente después-te extrañaba tanto como no te puedes imaginar.
Nos besamos, muy despacio primero, luego con tanta intensidad que terminamos arrancándonos la ropa y retozando en mi cama. Echaba de menos esa sensación, cuando él me amaba de aquella manera tan tierna y bestial a la vez, por algo Puck era el rey de las contradicciones.
Me acurruqué en sus brazos, no quería ir a ningún otro lugar. Era igual que haber viajado por todo el mundo a base de tropezones, en busca de un sitio acogedor para vivir.Su piel era mi hogar ahora, dónde podía vivir una aventura llena de emociones y después sentir la seguridad de quién se sabe en casa.
Todo pareció mejorar en un parpadeo, la vida era tan fácil que me costaba recordar el trago amargo que habíamos pasado. Puck pasaba con naturalidad su brazo por mis hombros en la escuela, yo todavía no me acostumbraba a sus demostraciones públicas de afecto. Me gustaba, pero sentía que estábamos bajo un reflector todo el tiempo.
Puck se sentaba a mi lado en las clases, en el coro, en la cafetería y cuando había alguien más, pedía cambiar de lugar o lo despachaba con una mala mirada. Buscaba tomarse de mi mano en los pasillos y yo aceptaba sin dejar de sentirme ligeramente avergonzado. Y cuando me estampó un beso en la mejilla en frente de todos, comprendí cuánto me amaba realmente y lo que había estado dispuesto a sacrificar por estar conmigo.
***
-¿Por qué esa cara?-le pregunté a Kurt finalmente, y luego de que lo notara incómodo desde hacía varios días.
-¿Mi cara...? No pasa nada.
-Te acabas de sonrojar y eso pasa cuando te avergüenzas o cuando mientes así que...
-Sólo que, no sé, no me gusta provocar que la gente nos mire, me siento como un bicho raro.
-No seas tonto Kurt, si alguien te mira es porque eres sexy, no porque seas raro.
-Ja, ja no me hagas reír.
Lo tomé de la barbilla para levantarle la cara y que me mirara.
-Antes teníamos que escondernos, incluso de nuestros amigos, pero ahora somos libres, a menos de que tengas miedo de otra cosa.
-No, no, creo que lo único que tengo qué hacer es adaptarme. Tu yo yo tal vez somos los mismos, pero el mundo me parece tan nuevo.
-Hey sí, cambiamos un poco y el mundo sigue siendo el mismo lugar absurdo y sin sentido de siempre, pero las cosas son mejores cuando estamos juntos, ¿no crees?
-Si-respondío con una sonrisa radiante- es mil veces mejor.
Esa noche Kurt estaba un poco nervioso de conocer a mi madre, algo que era bastante absurdo considerando que su padre me había atemorizado a mi como mil veces más. Estábamos todavía al otro lado de la puerta de mi casa, él respirando agitadamente y con dificultad para hablar.
-¿Me veo bien? ¿Parezco demasiado gay?-decía peinándose el fleco con los dedos de un lado para otro- no debiste dejarme salir con el fleco de Zac Efron.
-Te ves bien, y lo necesariamente gay-le respondí pasándole los dedos por el cabello hacia atrás.
-OK, estoy listo...me siento fantásticamente... y estoy listo...
-Ya dijiste eso, Kurt... no pasa nada...-agarré su mano con fuerza y lo miré a los ojos-estoy muy feliz de que estés conmigo.
Me sonrió ampliamente y luego me abrazó con fuerzas, antes de tomar mucho aire y entrar a mi casa.
Mi madre estaba encantada con él, y no era para menos, su magnetismo es impresionante. En cierta forma creo que ella se sentía aliviada de que el chico que me gustaba no fuera un levantador de pesas o algo parecido.
Pasamos una velada muy divertida. Hacía mucho tiempo que no cenábamos en la mesa juntos como una familia. Mi hermana también disfrutaba la presencia de Kurt, de hecho habían simpatizado rápidamente, lo que era bueno porque todos habíamos decidido decirle que Kurt era más que mi amigo. Mamá nos dejó a los tres mientras iba a la cocina, Kurt y yo nos sentamos frente a mi hermana en el sofá, pero él me susurraba al oído que le dijéramos la verdad otro día. Estaba muy asustado de que ella lo rechazara.
Le di varias vueltas al asunto, y ella me miraba con curiosidad.
-...tu sabes que he traído algunas chicas aquí y...
-si, y las dos últimas eran odiosas.
Kurt intentó levantarse pero lo jalé del brazo obligándolo a regresar a su lugar.
-En fin, eeh... ´sé que esto te va a parecer extraño, pero yo..., siento algo muy especial por Kurt... tu sabes... yo lo quiero como si... como si fuera...
-¿Tu novia?
-S... algo así... se que te puedes sentir un poco incómoda con esto.
-No seas tonto, yo sé de esas cosas, no tengo cuatro años ¿Sabes?. Entonces él es tu novio.
-Wow, es el gen Puckerman el que ha hablado-dijo Kurt.
-Bueno, ya estás avisada enana.
De pronto Lima parecía un lugar mejor para vivir. Kurt y yo nos teníamos el uno al otro y eso era más de lo que muchos podían presumir. Mientras caminamos juntos por la escuela pienso que él ha cambiado mi vida y me gusta pensar que yo también cambié en algo la suya. Todavía me vuelve loco su aroma, y siento mariposas en el estómago cuando lo veo. Es ridículo, pero no es más que la verdad.
Él me dice que le sigue pareciendo un poco absurdo que al llegar a la escuela yo no lo esté esperando con el equipo de futbol al lado del contenedor de basura para molestarlo, sino que esté ahí para recibirlo abriendo mis brazos y estrechándolo para no dejarlo ir.
**FIN**
Espero que les haya gustado y perdonen la tardanza de esta parte final, mi vista no estaba muy buena para sentarme a escribir por mucho rato en la computadora :(, ahora estoy trabajando en otro fic que postearé en cuanto lo termine, hay que aprovechar todo el Puck/Kurt que nos quede hasta la segunda temporada.
Besos y abrazos a tod@s