Hola!!
Les dejo nuevo capi :D
Us - Chapter 48: Small and Far Away - Pequeño y lejano.
La ansiedad de Sam saturaba el espacio alrededor de Dean, pero le necesitaba. Necesitaba a Sam. Se había ido de nuevo al piso, intentando respirar. Parecía imposible, el aire fluctuaba y no podía conseguir suficiente.
Estúpido aire.
Había estado en lo cierto. Su cuerpo estaba realmente mal diseñado para esto. Le apenaba que sea demasiado tarde para hacer algo al respecto. Bueno. Era una pena y algo bueno porque si hubiese sabido… podría no haber llegado a este punto.
Nah. De todas formas, lo habría hecho.
Había algunas ventajas con ser un cabezota.
Confía en que Sam volverá y cuidará de él, porque definitivamente no podía hacerse responsable de si mismo ahora, o de su hijo. Le había explicado la importancia de que sostenga al bebé tan pronto como pueda. Es primordial, Sammy. Tiene que conocerte. Si no puede conocerme…
Dean, cállate. Voy a tener que esforzarme para alejarlo de ti.
Ah, Sammy. Tan confiado. Era dulce, ingenuo y esperanzado en una manera que Dean pensaba ya había perdido. Le alegraba que Sam se mantuviera optimista. Su vida podía apagar eso tan rápido…
-"Muy bien"- Aquí estaba él de nuevo. Los pasos de Sam eran largos. Seguros y fuertes. Dean le miró desde el suelo polvoriento e intentó no demostrar nada cuando un dolor agudo le apuñaló- "¿Cómo vas?"
-"No está mal"- Dean apretó los dientes- "Mal"
-"Hey"- la voz irritantemente calmada de Nathalie le hizo querer gritar, pero también lo hacía la posibilidad de tener las manos de Sam sobre él- "¿Necesitas que haga algo por el dolor?"
-"No"
Ella se aproximó sobre él- "¿Estás seguro? ¿Todavía no es demasiado malo?
¿Todavía? ¿Cuán malo iba a ponerse? Estaba sin aliento y sudando, tratando de no demostrar lo horrible que se sentía y no solo era el dolor. Lo más cercano con lo que puede compararlo es el haber tenido un resfriado realmente feo cuando era un niño pequeño, sin saber si iba a desaparecer alguna vez.
Y entonces algo continuó retorciéndose y oh esto no podía estar pasando, no podía ser normal.
Porque había mucho en esta situación que era normal.
-"Es malo. No quiero… no quiero lastimar al bebé"
-"No seas loco, nada de lo que haga le hará daño. Sólo… vamos… no estés en el piso"
Dean estaba casi de cuatro patas- "¿Por qué?"
-"Está asqueroso"
A él le gustaba el piso. Bueno, más que la cama. El piso no cedía cuando presionaba sus rodillas contra este y necesitaba una superficie dura como esa.
-"¿Sabes mucho sobre bebés?"- preguntó Dean sin moverse.
Ella resopló con indignación- "Lo suficiente"
-"De acuerdo, entonces dime ¿ha cuantos has recibido?"- el tirante dolor disminuyó por un minuto. Estaba seguro que eso significaba que vendría por partes, no como un flujo contiguo, era como ser electrocutado. Sabía cómo se siente la electricidad pasando a través de ti y esto…
Esto era peor
-"Sam"
Oh, grandioso. Ahora estaba siendo ignorado a favor de su hermano. Sam puso las manos suavemente bajos sus brazos y se encontró con un repentino flashazo de recuerdos de Sam intentando levantarle del piso en otro momento, cuando su garganta le quemaba, cuando estaba avergonzado de vomitar y estar de esa forma- "A la cama"
Nunca, un fresco sudor se propagó por el cuello de Dean cuando Sam le tocó, nunca estaría avergonzado de ti. Espera que Sam le diga eso a su hijo. Alguien tenía que hacerlo. Sólo en caso de que todo vaya mal, tiene que recordar asegurarse de que Sam lo sepa. Maldición. Si hubiese sabido que tendría tan poco tiempo, habría escrito una carta, algo, lo que sea, una pequeña prueba de su existencia. Una prueba de su amor- "Aléjate de mí. Puedo levantarme"- no estaba seguro de poder, pero con Sam medio apoyándole lo consiguió.
Sam murmuró algo ininteligible y Nathalie rió de manera tensa y nerviosa, diciendo- "Ah sí, esto es lo usual"
¿Lo usual? ¿Estaba bromeando?
-"¿Conseguirías desvestirle?"
-"Hey"- Dean estiró una mano mientras Sam le ayudaba a sentarse en la cama- "No"
-"Dean, no voy a cortarte a través de tu camisa"
-"No vas a cortar nada. Sammy díselo"
Nathalie hizo un vago sonido de enojo- "¿Vas a hacer esto más difícil?"
Sabía que debería estar enojado. Debería. Pero, de repente, no había nada, excepto un simple miedo interminable de que iba a fracasar. De alguna manera, en todos los sentidos. Dejó su cabeza caer hacia adelante- "No"
La mano de Sam estaba extendida sobre su espalda- "¿Podrías no hablarle así?"- había cierta tensión viciosa en sus palabras y eso redujo la confusión de Dean. Sam estaba aquí y tenía esa voz profunda y protectora.
Si. Gracias, Sammy, gracias. Después de todo, odiaría que alguien le hablase a Sam de esa manera. Como si fuera menos que una persona.
-"Lo siento. Por favor ¿podrías quitarte la ropa?"- ella siguió rebuscando algo en su bolsa y Dean deliberadamente alejó sus pensamientos de lo que podría ser. No quería ver algo que le haga enloquecer más.
-"Nunca pensé que le dirías que no a una rubia caliente pidiéndote eso"- susurró Sam y Dean exhaló lo que habría sido una risa en un día diferente.
-"Voy a matarla"
-"Lo sé"
-"En serio Sam…"- sucedió de nuevo. Alguien estaba… intentando la maniobra Heimlich y le salía muy, muy mal. Entonces Sam estaba ayudándole a desvestirse y demonios, esto en realidad no era lo que deseaba en este momento. No las manos de Sam sobre él. No a nada. Solo quería acurrucarse y, y… dejarlo ir.
Apartarse.
Dean se obligó a pensar en algo más. Sam dándole ese pequeño traje con la tortuga, el único que Dean aún tenía guardado, esperando, escondido en su cajón de ropa interior como un secreto. Sam será un gran padre, amoroso, sobreprotector. Dean no necesitaba preocuparse por eso.
Se quitó la camisa y ugh, nunca pensó que se sentiría avergonzado de hacer esto- no en este momento, cuando las cosas estaban tan mal, por todas partes- pero lo hacía. En el fondo de su mente, aún seguía preocupado sobre lo que Sam pensara de él. Preocupado por su cuerpo desgarbado y su impotencia. Si tan sólo pudiese tener el control. Por dos minutos.
-"Aquí"- Sam le puso algo en la mano- "Sujeta esto"
Dean jadeó una baja y vana risa- "Cristales. Por el amor de Dios…"- quería explicar, con mucha paciencia, que estaba teniendo un bebé, no un dolor de cabeza.
El tono de Nathalie se había vuelto mucho más suave, ahora, más gentil mientras se acostaba y se quitaba los pantalones de chándal, peleando con cual extraño, cuan real lo volvía esto- "Es un tipo de alivio natural del dolor sobrecargado, no te quejes"
Despierta. Tiempo de despertar ahora.
Nop. La cabeza de Dean golpeó la fina almohada gris. Aunque no era un sueño.
Pero estaba… estaba algo… fuera.
-"De acuerdo, Dean"-La voz de Nathalie era tranquilizadora, una especie de flujo entrando y saliendo de su mente como si nada. Humo viajando a través de cada neurona. No le importaba tanto- "Relájate. Respira. Si permaneces realmente tranquilo, podemos mantener tu cuerpo bien y tranquilo. No necesitas ponerte bajo más presión, ¿de acuerdo?"
Sí, porque sabía lo que ocurría cuando la gente pasaba por un trauma como este. Ellos metían la pata, entraban en shock y eso hacía que todo fuera más difícil. Dean había lidiado con maneras menos comunicativas, estresando a la gente en la que podía confiar. Venía con el territorio, simplemente era parte del trabajo. Pero esto… esto era algo en lo que tenía que estar completamente consciente, totalmente en el mundo
Dean se permitió calmarse e hizo lo que le indicaron. Respiró profundamente e intentó no sentirse estúpido y abrumado.
Deja de hacer eso. Deja de pensar que eres malo. O equivocado. Puedo verlo en tus ojos.
Sammy no quería decir nada de las cosas mala que a veces decía. Él sólo era… ambos eran idiotas, en ocasiones. No estaban seguros de cómo lidiar con el otro siendo débil.
Pero Sam estaba haciéndolo muy bien ahora y si Dean lograba recomponerse, abrazaría a su hermano y le diría: Lo que tú quieres, soy yo. Puedo hacerlo yo.
-"¿Dean?"
Papá
De nuevo, se impulsó hacia arriba de golpe, tratando de controlar sus extremidades- "Hey, aquí arriba"- su voz no salió tan alta y clara como deseaba.
-"Arriba"- gritó Sam. Él fue mucho más poderoso. Era mejor bajo presión.
-"Aquí ¿Sientes eso?"
Dean movió la cabeza de lado a lado para indicar que no podía y oh Dios era real, deseaba que fuera mañana, al día siguiente, incluso cuatro horas a partir de ahora. Quería estar sosteniendo a su bebé, quería a su hijo entre sus brazos, porque eso era seguridad. Su propio cuerpo estaba en su contra, rechazando su creación imposible y es lo hacía un lugar peligroso para ser un campo de batalla.
Espera, espera.
¿Por qué demonios no puede sentir qué demonios le estuviese haciendo?"
-"Dean"- la voz de John era una pésima y terrible distracción porque ahora no era el momento para distraerse con nada, pero Dean estaba completamente atontado- "Oye"- entró en su línea de visión, más viejo que la mayoría de los días, cansado- "¿Cómo lo llevas?"
Dean tragó y se concentró en dar una respuesta que no asuste a su padre. El hombre lucía como si pudiera necesitar quince horas de sueño ininterrumpido, no esto. No a su hijo cayéndose a pedazos carnosos por todas partes, por todas partes- "Estoy bien ¿cómo está Bobby?"
Los parpados de John aletearon parecía sorprendido porque Dean preguntara por un amigo. Más que un amigo. Familia- "Bien. Despierto. Quiere verles chicos ¿Cómo está?"
La pregunta no tenía sentido con todo lo demás que había dicho y Dean iba a decir: no lo sé, pero Sam interrumpió- "Tiene una fiebre muy alta"
Ah. Ahora estaban hablando de él.
-"¿Eso es… normal?"
¿Por qué no dejan de usar esa palabra? Era una broma. Tenía que serlo.
Nathalie exhaló bruscamente- "No, no es del todo normal, pero nada lo es. Así que, mantenerlo consciente y sacar al niño es todo lo que podemos hacer. Y ya sabes, rezar un poco"
¿Rezar? ¿Ahora necesitaba oraciones?
Se escuchó a si mismo arrastrar las palabras- "¿Dónde está Sammy?"- y entonces la mano de Sam estaba sobre su frente y susurrándole.
-"Shhh, Dean. Solo tienes que aguantar por nosotros cariño. Todo está yendo bien. Lo estás haciendo bien"
Dean se esforzó por mirarle y vio las lágrimas en su rostro. Se preguntaba cuan enfermo estaba, si definitivamente iba a morir y si así era, entonces eso hacía que él lo sintiera tanto porque deseaba al menos sentir el peso de su hijo antes… antes de que todo termine. Eso sería suficiente. Entonces sería bueno. Perdería el control sobre su respiración y lo dejaría ir, haría que nadie tenga que verle luchar.
-"Aún sigo aquí"- dijo y Sam hizo un ruido parecido a un sollozo.
-"Está bien. Por supuesto que estás aquí"
-"¿Sammy, qué está pasando?"
-"Todo está bien"- Nathalie le interrumpió antes de que pueda escuchar la respuesta de Sam- "Dean, solo concéntrate en tu respiración y no te preocupes. Casi estamos ahí. ¿Ruthie, puedes asegurarte de que estoy haciendo esto bien? Soy mala con las cosas prácticas
¿Casi ahí? ¿A alguien más que a Sam y él, le preocupaba que su hijo no sobreviva? No. Dean era un experimento científico para ellas. Su hijo… un fenómeno.
-"Él es mío, Sammy. Sammy, ellas no se lo llevaran. No las dejes, Sam. Por favor"
Ruthie sonó como si estuviese luchando por no enojarse y estaba bien, ella siempre estaba enojada con él. Como si él estuviera defectuoso de alguna manera. En un montón de formas- "Por favor Sam. Sé que es difícil pero tienes que conseguir que este calmado. Nosotras solo podemos ayudar con el dolor, nadie puede impedirle que enloquezca"
-
"Vamos"- Sam se arrodilló y besó la mejilla de Dean- "No necesitas asustarte. No falta mucho"
-"Ah, mierda"- la voz de Nathalie fue del mismo tipo de extraña simpleza como siempre, pero tenía un toque de enojo también. O preocupación.
Dean intentó levantar la mirada y Sam puso una pesada mano sobre su hombro. No consolando. Restringiendo. La diferencia puede no ser notoria para cualquier persona. Tiró hacía adelante- "¿Qué fue eso?"
-"Nada de qué preocuparse"
Su padre hizo un sonido estrangulado, cercano a un gruñido y repentinamente Dean no le creía a nadie- "¿Sammy?"
-"Sigue respirando"- dijo Sam. Había removido cuidadosamente cualquier rastro de emoción de su voz y era más aterrador que escuchar el miedo o la tristeza. Dean alcanzó a sujetar su muñeca.
-"Por favor…"- Dime la verdad. Dime que tan jodido se ve desde donde estás.
-"Dean solo continua respirando"- se quebró. Sus palabras se destrozaron y Dean se estremeció pero al menos había algo. Emoción. Dean deseaba que pudiese sentir más. Algo que pudiese establecer esto como su realidad.
Quisiera decir un millón de cosas a su pequeño hermano en este momento. Quisiera solo dejar salir cada una de las asquerosas palabras que había estado reteniendo, asustado de avergonzarse a sí mismo o ser reducido a nada. Quisiera decírselo a todos ellos, pero se conformaría solo con una. Se conformaría con darle las gracias.
En su lugar, hay solo un latido largo y aburrido y vio la sangre en las manos de alguien, más sangre de la que debería haber, entonces el rostro de Sam estaba muy cerca del suyo y estaba diciéndole algo, pero Dean estaba realmente… a varios kilómetros de distancia al menos. Tal vez Sam estuviese gritando, cerró los ojos y pensó que esto no era tan malo. Dean juraría que vio el rostro de su madre flotando bajo sus parpados cerrados. Esto no era tan malo