Va el epilogo. Gracias por leer :)
Epílogo
Las semanas siguientes pasaron en un borrón. Dean volvía a casa al final de día agotado, con los músculos adoloridos, sucio y sintiéndose satisfecho, como si hubiese logrado algo. Los edificios dañados por el incendio estaban siendo reparados más rápido con su ayuda y se estaba llevando bien con los hombres con quien trabajaba. La profesora, Alice, estaba feliz de tener mi ayuda con los niños y tener la oportunidad de enseñarles sobre historia, matemáticas y literatura fue una experiencia maravillosa. Solo había sido llamado por la enfermera una vez, para realizar una reducción de una fractura de muñeca a un niño de seis años que se cayó de su bicicleta. Tenían un limitado suministro de medicamentos y eso fue una bendición, porque pudo darle media dosis de hidrocodona y dejar que trabaje en su sistema antes de arreglar el hueso. Mi método usual contra el dolor para darle a una persona lesionada (Dean, nuestro padre o algún otro cazador), una botella de alcohol, no habría ido demasiado bien y hasta donde habíamos visto, nadie en Page bebía alcohol.
En algún momento de nuestra primera semana, desempacamos las mochilas y pusimos nuestra ropa en los cajones de la cómoda. Estábamos haciendo nuestro hogar de esta pequeña casa.
Después de dos semanas, saqué el soldado de plástico del Impala, del bolsillo de una de mis chaquetas y lo puse encima de la mesita de noche cerca de la cama. Dean lo reconoció por lo que era y sabía que no estaba muy seguro de que decir.
-“Sam. Oh, joder, Sam eso es… ese es ¿no?”- Sus ojos llenos de lagrimas e hice lo único que podía- poner mis brazos alrededor de él y dejar que mis propias lágrimas caigan.
-“No hay nada malo con que conservemos algo que teníamos antes ¿cierto?”
Él asintió contra mi hombro y me dejó aferrarme a él.
Sin embargo, eventualmente, el asunto de ‘criar niños’ surgió de nuevo. Nate vino con una idea y estábamos dispuesto a escucharlo, a pesar de que sabíamos que si él sugería que alguno de nosotros tuviera intimidad con alguien más, la respuesta sería no.
-“Creo que he encontrado una manera de que puedan ayudarnos con esto sin romper el compromiso que tienen entre sí”- dijo sonando menos incómodo al respecto de lo que él y los demás habían estado cuando llegamos.
La gente simplemente aceptó la relación de Dean y yo teníamos, algunos más rápido que otros, pero no hubo ningún comentario negativo hecho contra nosotros, ni insultos homofóbicos, ni acusaciones de ser pecadores o por el incesto o algo así. Esperábamos tener que lidiar con al menos algo de prejuicios, pero si alguien tenía una objeción porque estemos juntos, se lo guardaban, o al menos no nos lo dijeron en la cara.
-“Hablé con la enfermera y si ustedes están dispuestos a, uh… donar… bueno, ya saben, si están de acuerdo en contribuir con su… um… parte. Estamos bastante seguros de que el antiguo y verdadero método de perilla para el pavo, podría ser efectivo”- Estaba sonrojado y no nos miró mientras hablaba. Estaba claro que no era una conversación fácil para él, pero el fin justificaba los medios, así que la estaba sufriendo- “Ustedes no tendrían que saber que niños son suyos, si no lo desean. ¿Suena cómo algo que estarían dispuestos a hacer?”
Dean y yo tuvimos una conversación silenciosa, no eran necesarias las palabras, antes de responder por ambos- “Más que felices, Nate. Y estoy bastante seguro de que sabremos, con el tiempo, cuales serían nuestros. Ayudar a criar a los niños que tengamos no es algo a lo que nos opongamos. Ninguno de nosotros pensó que tendríamos hijos, honestamente, pero siempre y cuando se entienda que ninguno de nosotros estamos abiertos a tener relaciones románticas o sexuales con otras personas, no tengo duda de que Sam estaría de acuerdo, en que nos gustaría tomar parte de la responsabilidad por cualquier niño que ayudemos a procrear, sin importar las circunstancias”
-“Él tiene razón, estoy de acuerdo. Haremos nuestra parte y si resulta que nuestro esperma hace un bebé, ambos haremos lo posible para ayudar al niño. Como lo hablamos antes, necesitamos más personas y si hay mujeres dispuestas a pasar por la gestación y el nacimiento, estaremos más que dispuestos a dar nuestro apoyo a ellas y a los niños que sean biológicamente míos o de Dean. Sólo dinos cuando y estaremos ahí”
Nate suspiró aliviado- “Espero que ambos sepan cuanto significa para nuestra comunidad que accedan a esto. Demonios, hacen lo suficiente para cuidar a los otros niños aquí, eso es obvio. No me sorprende que quieran estar involucrados con los propios. Por supuesto, les vemos como parte de la comunidad. Saben eso ¿verdad?”
-“Si”- respondió Dean- “Nosotros nos sentimos de esa manera, también. Acogernos, dejándonos ser parte de lo que está sucediendo aquí, nunca podremos agradecerles lo suficiente”
-“Hey, no actúen como si la gente de aquí solo los tomó como huérfanos. Ambos han hecho mucho para ayudar en nuestro esfuerzo de comenzar una nueva vida aquí. Dean, tú acabas de reparar un techo ayer, evitando que una anciana tuviera que abandonar la casa donde creció. Y Sam, la semana pasada le enseñaste a más de una docena de niños como luce el sistema solar. Tenían razón la primera vez hablamos, no son un peso muerto. Todos nos estamos ayudando unos a otros, eso es lo que importa”
Y Nate tenía razón. Lo que realmente importaba era que Dean y yo, por primera vez en nuestras vidas, éramos parte de una verdadera comunidad, no de una red de cazadores, no de una conexión de ida y venida con ángeles y demonios (quienes, por cierto, todavía no se habían aparecido, al menos no cerca de aquí), si no de una comunidad real, algo que podía beneficiarnos y en la que podíamos contribuir al mismo tiempo. Era sorprendente la facilidad con la que habíamos hecho la transición de una vida sin rumbo, a echar raíces en un lugar donde hacíamos una diferencia, sin importar cuán pequeña sea en el día a día. Ninguno de nosotros podía haber esperado algo mejor que esto, especialmente después de sobrevivir lo que se supone sería el fin de todo el maldito mundo, incluso después de haber sobrevivido a todo lo que experimentamos antes de eso.
Un año después, había setenta personas en Page. Una de ellas era la hija de Dean, una pequeña bebe recién nacida, su madre la había llamado Hope. Ella no era una Winchester de nombre, pero lo era por la sangre. Nos equivocamos cuando asumimos que el linaje de los Winchester terminaría con nosotros. Esta pequeña niña era la continuación de nuestra familia y tendría un primo pronto. No había forma de saber si mi hijo sería un niño o una niña, pero eso no importaba.
Había una ambiente feliz serpenteando a través de nuestro nuevo hogar, todo el pueblo retumbaba con alegría por la próxima boda de una joven pareja, ambos apenas estaban en sus veinte pero era evidente que estaban enamorados. Como todos los miembros de la comunidad, nos reunimos para celebrar la boda. Dean y yo nos sentamos juntos en un banco en el patio trasero de una de las casas más grandes del pueblo mientras la gente bailaba, reía y celebraba. Max y Amy corrían con los otros niños, tratando de agarrar pedazos de pastel y jugando a las escondidas.
Patricia se sentó junto a nosotros en las primeras horas de la noche y hablamos de todo lo que había pasado el último año. El crecimiento de los nuevos cultivos, los pocos que habían pasado por el pueblo y decidieron quedare, la evitación del Virus del Nilo con el repelente de insectos y mosquiteros, los niños que habían aprendido a leer y escribir, las casas y edificios públicos que habían sido reparados y renovados. Incluso hubo unas cuantas personas que pasaron y nos dieron noticias de otras ciudades, otros grupos de gente haciendo lo mismo que estábamos haciendo. Aún no había progreso con los medios de comunicación, pero la gente seguía trabajando en ello. Y las luces seguían funcionando, la gente continuaba conservándola, utilizando la electricidad para lo absolutamente necesario y la comida aún estaba cuidadosamente racionada (pero no hoy, este no era un día para contenerse)
Nos habíamos vuelto especialmente cercanos a ella desde que llegamos. Ella nos dijo que nunca se había casado, ni tenido hijos propios. Con el tiempo, supo casi todo lo que había que saber sobre Dean y yo, más de lo que alguien más sabía. Le hablé de Lucifer, la pelea en Stull y las alucinaciones que sufrí después. Dean, sorprendentemente, una noche en medio de una partida de póker, en la mesa de su cocina, le había hablado de Castiel. De cómo había sido su amigo más cercano y luego le traicionó, volviendo el tiempo suficiente para pedirle perdón a Dean, antes de irse de nuevo.
Sin embargo, esta noche no se hablaría de la angustia o pérdidas, solo sobre optimismo y del presentimiento de cosas buenas esperando por todos. Finalmente, todos estábamos sintiendo que realmente teníamos una oportunidad de comenzar de nuevo. Después de sentarnos en silencio por un rato, ella sacó a relucir una idea propia.
-“Saben, si ustedes quisieran, también podrían tener esto”
Dean rio- “¿Una boda? Vamos, Patricia. Sé que la gente ha sido tolerante, pero debe haber una línea en alguna parte. Brian podría ser capaz de realizar la ceremonia pero nunca le pediríamos a alguien que haga eso por nosotros. Estamos bastante agradecidos por lo que tenemos”
Le dirigí una mirada, ya saben, una mirada y añadí mis propios dos centavos- “Aunque, si él no se opone, Brian (el único oficial sobreviviente de Page) podía hacerlo por nosotros, supongo. Haciendo nuestras propias reglas y todo”
Dean se fijo en mí, con una mirada seria y Patricia se excusó amablemente- “¿Quieres eso?”- me pregunto con una mirada aturdida en los ojos- “¿Casarte? ¿Conmigo?”
En ese momento supe que estaba sonrojado y no pude mirarle a los ojos mientras respondía- “Um… si. Si, en realidad, lo haría. Tal vez Brian no lo haga, tal vez si, no lo sé. Y no es que realmente cambie nada, pero…”- respiré profundamente y continué- “Me gustaría casarme contigo. Llevar un anillo y hacerlo oficial, sé que no hace una diferencia, pero seguro que sería agradable. He pensado en ello una o dos veces, especialmente desde que me di cuenta que iba a haber una boda”- Dios sobaba como una enorme chica y sólo esperaba que Dean dijera lo mismo, pero no lo hizo.
-“Entonces ¿estás diciendo que te casarías conmigo?”
-“Uh-huh”- finalmente reuní el valor de mirarle directamente- “Si, lo haría. Definitivamente”
-“¿Tengo que pedírtelo? ¿Igual que, ya sabes, una propuesta o algo?”
-“Ya lo hiciste”- respondí, besándole suavemente en la mejilla- “Después de que ya había dicho que si”- entonces le di un codazo en las costillas para alejar el marco de cursilería que fluía por todo el lugar.
I promise to sing to you
When all the music dies
And marry me
Today and everyday
-“Entonces, vamos a hablar con él”
Un mes después, fue nuestro turno. La niña de Dean y su madre, Kaitlyn, estaban sentadas cerca de Elizabeth, quien estaba a punto de tener a un niño concebido con mi semilla, cualquier día de estos. Mientras nuestro juez pronunciaba con decisión palabras seculares sobre los lazos del matrimonio, compromiso, renunciando a todos los demás, sentía mis lagrimas resbalaban y deslicé la argolla en el dedo de Dean, justo después de que él había hecho lo mismo conmigo.
Después de todo lo que habíamos pasado, resulto que esto no era el fin del mundo. Era un comienzo. Para todos nosotros.
~fin~