[OhMiya] He's a pretty cat [1/??]

Jan 10, 2011 01:44




"Mantén tus ojos abiertos, vamos, ¡Ninomiya!, ¡que los mantengas abiertos!"

-¡NINO!- Dijo Jun, haciendo que la música de fondo se apagara de sopetón, viendo con ojos somnolientos como Jun me miraba con cara de pocos amigos.

-Ah, ¿qué hice ahora?- Dije tratando de parecer normal, pero un bostezo escapo de mi boca.

"Te han descubierto, ¡maldita sea!"

-¿Como que "que hice ahora"? ¡TE HAS EQUIVOCADO 10 VECES EN LA MALDITA COREOGRAFÍA!- Dijo luego, sacando un pequeño abanico de su bolsillo y tirar aire a su sudado rostro enojado. No pasaron ni 3 segundos cuando lo cerro de golpe, apuntando a Aiba. - Y tú, Aibaka, ¡¿qué haces en ese sillón?!

-Eh... ¡LO SIENTO!- Dijo Aiba, para luego susurrarle algo a Sho, sólo pude entender un "La nena despertó de malas hoy", cosa que Jun escuchó, y que Aiba se arrepintió todos los días de su vida.

Y así era mi vida desde hace unos 6 meses. Generalmente, me dormía en medio de los ensayos o simplemente me equivocaba, haciendo que Jun o la coreógrafa de turno me regañaran por eso, argumentando que retrasaba al grupo y todas esas cosas de las cuales a Aiba y a Sho regañaban... Pero nunca a mí, bueno, eso después de hace 6 meses.

La verdad, es que con 2 películas encima, 2 doramas y muchas sesiones fotográficas, el desgaste se hace más notorio, pero me prometí nunca dejar de lado a Arashi, aunque llegase en un 20% dormido a los ensayos y Jun me golpeara con su abanico como ahora golpeaba a Aiba.

Esto podría ser material para maltrato laboral... No lo había pensado.

-Kazu-chan, puedes irte a casa.- Dijo Riida, interrumpiendo mis pensamientos con esa voz armoniosa. Le sonreí de vuelta, yendo hacía el sillón donde había dejado mis cosas. La voz de Jun interrumpió mi trayecto.

-Ohno... ¿De nuevo?

-Soy el líder, y si yo veo a uno de mis integrantes cansado, lo mínimo que puedo hacer, es dejarle lo poco que resta de día para que descanse.- Dijo autoritario... Esperen, ver a Ohno en esas facetas no es muy común, debería grabar esto.

Mejor no, el celular está muy abajo en mi mochila.

-¡Aish!, está bien, enano eres libre.- Dijo Jun, soltando en el trayecto a Aiba para sentarse en el sofá a abanicarse la cara. Y si un miembro era libre, lo eran todos.

Agradecí con una sonrisa a Riida, para luego partir a casa. Él era el que siempre me salvaba de las garras de Jun, el que siempre se preocupaba por mí al ver esas ojeras enormes que adornaban mi cara desde hace tiempo, el que daría lo que fuese para que pudiera dormir como era debido. Ese era Ohno Satoshi...

"Miau..."

Escuché al llegar al edificio donde vivía. Mire hacia los lados, hasta que vi un pequeño gato negro encima de mis zapatillas, mirándome con ojos lastimeros.

-¿Y tu pequeño?- Dije, como si me entendiera. Pude captar que tenía hambre, pero también captaba que en mi edificio no se aceptaban mascotas. Escondí el pequeño gato en mi mochila y entre raudo hacía el ascensor. El gato no paraba de maullar, asustado, quizás, yo no sé lenguaje gatuno.

"Tadaima" dije por costumbre, sabía que nadie me respondería. Dejé la mochila en el sillón, liberando al pequeño gato asustado de su escondite, llevándolo a la cocina para que bebiera un poco de leche, y quizás un poco de atún. Dios, que eficiente es la televisión al enseñarme que comen los gatos. (Que triste suena eso, Ninomiya...)

El teléfono sonó, deje que sonara. Desde hace meses, aprendí que la contestadora era mi mejor aliado cuando lo único que quería, era que no me llamaran para los ensayos o para las promociones de Gantz.

"Kazu-chan~ Espero que hayas llegado bien a casa y ahora estés durmiendo. Mañana habrá un pequeño ensayo antes de tu sesión de fotos para Gantz. Duerme bien. Satoshi."

Sonreí ampliamente, sin saber a ciencia cierta por qué. Quizás, era gratificante para mí, que alguien se preocupara por mí, como lo hacía él, el viejo Ohno Satoshi.

Decidí hacerle caso, y dejando al gato encima de la alfombra, decidí dormir un poco para que ese sueño acumulado de hace semanas, se disipara aunque fuese un poco.

"¿No te han enseñado a no abrirle la puerta a los extraños, idiota?"

"¿O es que a acaso a todos les haces esto?"

Gimmick Game sonaba de fondo, mientras el sol me daba la bienvenida a un nuevo día de trabajo. Apagué el celular de un golpe, pobre... Creo que de este año no pasa. Tapé mi cara con la almohada, simplemente, no quería levantarme, pero mi reloj de pared anunciaba las 7AM, llegaría retrasado si no me apuraba.

Me levante, arrastrando los pies y unas cuantas sábanas hacía al baño, abriendo el grifo del lavamanos para lavar mi belleza facial.

-Hola Ninomiya Kazunari, que hermosas orejas te sobresalen de esa hermosa cabellera, ¡por Dios!- Dije con entusiasmo, preparándome para irme a la ducha, cuando una de mis neuronas hizo corto circuito, haciendo que volviera a verme en el espejo. -Espera un momento ¡¿OREJAS?!-

-Tercera persona-

-¡¿DESDE CUANDO TENGO OREJAS!?- Dijo un Ninomiya, mirándose bien en el espejo, dándose cuenta de esas peludas orejas negras que sobresalían de su cráneo. Acercó más su cara, notando que sus ojos se habían aclarado aún más y se había agrandando unos milímetros. -Un gato... me convertí en un gato, quiere decir que...- Miró horrorizado hacía atrás, dándose cuenta que una juguetona cola se encontraba en su retaguardia. -Ok esto es un sueño, el café, sí, estoy tomando mucho café... De seguro despertaré luego.- Rió luego. -Oh vamos, el gran Ninomiya Kazunari, ¿un gato? ¡Que hermoso sueño fangirl!

Se pellizcó luego, para después dar un gritito de dolor.

Esto no era un sueño.

Corrió por la casa buscando a ese gato negro que gentilmente había llevado a casa, encontrando solo los platos de comida vacíos y una gran bola de pelos en la alfombra. La sangre le subió a la cabeza.

-¡NO ES UN SUEÑO MALDITA SEA!
[

ohmiya, fanfic, arashi

Previous post Next post
Up