Autor: milkymushi
Fandom: RPF Tokio Hotel
Claim: Bill Kaulitz/Eudoxia Kouzounis (O.C.)
Tabla: Momentos
Tema: 23. Ayuda
Personajes: Bill Kaulitz, Eudoxia Kouzounis
Resúmen: En algunas ocasionas una ayuda extra siempre viene de maravilla
Advertencias: New-Born Kaulitz Girls *----------* Montones de mamá Simone burlandose de su hijo y su nuera. Tío Tomy sin saber cargar a las bebés
¡Y ahí lo tenían!, con cara de concentración y gotas de sudor corriendole por la frente, haciendo el esfuerzo más grande que jamás había tenido que realizar y con miedo de equivocarse. A continuación, Eudoxia entró a la habitación, con un bote más de leche en polvo y otra bolsa de mamilas...al ver a Bill con una cara de shock que ni el mismo podía creerse no hizo más que reírse.
-¿Puedo ayudarte a ponerle el pañal limpio a Irina? - preguntó recargandose contra la puerta.
-¿Lo harías? - le brillaban los ojos, como si estuviera a punto de llorar y al dar la vuelta a su rostro para mirarla, Eudoxia pudo notar la enorme mancha de talco que tenía en el ojo derecho.
-¿Como es que el talco terminó ahí? - le señaló su ojo mientras se acercaba a la bebé para terminar de ponerle el pañal. Bill se derrumbó en la mesedora para luego pasarse un brazo sobre los ojos.
-Nunca pensé que tener hijos sería algo tan agotador.
-Bueno, seguro sabías que una fiesta no iba a ser ¿Verdad? ¿Al menos le has dado gracias a tu madre por cuidar de las niñas mientras no estamos y por ayudarnos?
-Mamá sabe que le agradezco todo lo que hace por nosotros, hasta intentar enseñarle a Tom como se debe cargar un bebé. - Se rió con suavidad, se notaba, de algún modo, que el pobre estaba cansado.
-Podrías ir a dormir un rato, Tom sigue con Simone y tengo que darle el biberón a Irina antes de dejarla durmiendo también. - dijo levantando a la niña tras arreglarle el mameluco y arrullandola.
-No entiendo ¿Como es que estas tan tranquila y ni pareces cansada?
-Es que no tengo tiempo para estar cansada, las nenas y tu consumen todo mi tiempo y no no hay momentos para descansar. Tampoco me dan ganas de hacerlo cuando observo estas caritas tan lindas y que tanto se parecen a la tuya. - besó la mejilla de su bebé y rió lo más bajo que pudo.
-Te admiro bastante, no más de lo que te amo Eudoxia, pero de verdad, ahora entiendo todo lo que padecieron mis padres cuanto nacimos Tom y yo. - sonrió pensando en lo agotados que había dejado a sus padres, aún a su padrastro, y más que nunca se sintió muy agradecido con su madre, y ahora, ver a la madre de sus hijas, con el rostro lleno de ilusión, feliz y no solo enamorada de el, si no de las pequeñas maravillas que habían nacido de su amor...no podía sino provocarle que la quisiera mucho más. Se levantó de la mecedora y salió de la habitación para ir a buscar a Tom. Lo encontró en uno de los sillones de la sala. Sosteniendo a Simone, que no dejaba de llorar y de quejarse.
-Eres un tío adorable, Tom. - Se burló Bill mientras lo miraba desde el otro lado de la habitación.
-Oh, bueno, sabes que no soy bueno con esto de los niños. - dijo moviendo a Simone de arriba a abajo.
-Dámela, antes de que la marees. - Bill extendió los brazos, tomando a la niña y acunándola entre sus brazos. -Es adorable ¿Verdad?
-Bueno, se parece a ti, así que no tanto. - dijo Tom levantandose, señalando y observando a la pequeña, que extendió el brazo y tomó entre sus deditos, el dedo estirado de Tom. -...pero, debo admitir que ambas, son unas cositas hermosas. Mamá también está enamorada de ellas ¿Lo sabías?
-Sí, se nota que a pesar de que piensa que fue algo prematuro, esta orgullosa de ellas. - Dijo Bill mientras Simone, con lagrimillas en los ojos, finalmente bostezaba para luego quedarse dormida. Simone, como su madre, y no por elección de el, si no de Eudoxia y resultaba que el nombre de aquella niña ya estaba decidido desde que Eudoxia solo tenía 14 años, lo que era el destino.
La puerta de la entrada se abrió de par en par, revelando a una mujer rubia que batalleaba por entrar a la casa con la cantidad de cosas que llevaba, Tom corrió a auxiliarla, y Bill siguió acunando a su niña.
-Mamá ¿De donde has sacado todo eso? - preguntó Bill señalando las cajas que su madre llevaba consigo.
-¿De donde crees? Del ático, es ropa vieja de ustedes dos, quizá sea ropa de niños, pero pienso que a las niñas puede llegar a quedarles algo...vaya, cariño...pero si te ves cansado. - dijo Simone con cierto tono de sarcasmo y evidente risa en la voz. Bill hizo caso omiso a las intenciones de su madre con esa frase y ese tono y simplemente dijo lo que cualquiera habría dicho en semejante situación.
-Gracias mamá, si te hubieras marchado cuando las niñas nacieron ahora mismo Eudoxia y yo estaríamos llorando en el suelo junto con las niñas.
-Dudo mucho que Eudoxia estuviera llorando, no sé tu, pero se le nota en el rostro de alegría que tiene, que desde hacía mucho tiempo tenía la ilusión de tener hijos...
-Si, Eudoxia siempre ha sido una chica muy maternal, esta muy emocionada con las niñas. Justo como yo.
-Me refiero, se nota que estuvo esperando mucho tiempo para tener a TUS bebés. - Bill se sonrojó y su madre, sonriendo, se acercó para besarle la frente. -No estoy aquí por que piense que necesiten mi ayuda, estoy aquí por que he querido verte como padre. Los niños consumen mucho tiempo y energías, vas a estar cansado estos meses, pero lo vas a soportar, cuando sientas que ya no puedes dar más, vas a ver el rostro de tus niñas, vas a ver la felicidad de Eudoxia al sostener a esos pedacitos de ti entre sus brazos, y vas a querer romperte la espalda, esforzandote por que esas cosas que amas estén seguras.
-Mamá, lamento si Tom y yo llegamos a comportarnos como completos idiotas ahora entiendo lo dificil que quizá fue para ti y para papá cuidarnos a ambos. Estoy muy orgulloso de ti.
-Eudoxia y tu me enorgullecen mucho más, sabes que estoy aquí para ayudarte, hijo.