Futuro
Autor: milkymushi
Fandom: RPF Tokio Hotel
Claim: Bill Kaulitz/Eudoxia Kouzounis (O.C)
Tabla: Momentos
Tema: #11. Futuro
Personajes: Bill Kaulitz, Eudoxia Kouzounis (O.C.)
Resumen: A veces las preguntas surgen, no importa cuan inoportunas o fuera de lugar estén.
Advertencias: Algo adelantado en el tiempo, Bill tiene 24 y Eudoxia 21. Ligera referencia a temas sexuales.
Notas: Se recomienda leer este fic escuchando la canción Angels on the moon de Thriving Ivory. Me inspiró para escribir esto.
De nuevo, estaba llorando, podía escucharla perfectamente y se sentía culpable por no poder darle lo que quería...oh bien, si podía, pero no estaba seguro de que fuese buena idea, ni para ella ni para el. ¿Cual era la necesidad de Eudoxia de seguir insistiendo en un tema que el no quería tocar?
-Eudoxia...
-Vete. - gimió desde dentro del baño.
-No estoy molesto...sal ya. Pero tenemos que ir con el mèdico para que te dé un nuevo diafragma.
-¿Por que simplemente no me ayudas? - dijo entre lloriqueos desde dentro del baño
-Eudoxia ¡Basta ya! No quiero seguir discutiendo.
-Ni yo, y para eso quiero un bebé. - la puerta del baño se abrió de par en par, mostrando a Eudoxia, con los ojos hinchados, lágrimas corriendo por sus mejillas y una prueba de embarazo en la mano que daba negativa.
-Deja de decir tonterías, somos muy jóvenes aún. Tenemos muchas cosas por delante todavía como para empezar a pensar en...un hijo.
-No Bill, yo soy algo más práctica y veo al futuro, quiero un bebé. - Eudoxia era terca, esa era una de las tantas cosas que le molestaban a Bill de ella.
-Al menos vamos a discutirlo para que no me llegue la sorpresa de golpe. - determinó resignado. Tomando a la castaña de la mano y llevandola a sentarse en la cama, a su lado. -Eudoxia, ni siquiera estamos casados, ya llevamos mucho tiempo viviendo juntos pero eso no quiere decir que estemos preparados para una responsabilidad mayor. El futuro viene despacio y me gustaría poder seguir disfrutando de ti, de mi, y de la vida que llevamos, no empieces a hablar de sacrificios, ya dejé de fumar y por mucho que no me gusta, como verduras, de las más asquerosas y repugnantes verduras que existen pero las como y...
Eudoxia empezó a negar con la cabeza y las lágrimas volvieron a desbordarse por sus ojos mientras se abrazaba a Bill. El futuro era una porquería.
-Lo siento, lo siento en verdad. Pero no sabes lo dificil que es verte ir y venir y no saber si algún día vas a ver a otra chica bajo un montón de lamparas rompiendose, es cuando te ríes de las morbosidades de las mujeres que te entrevistan que me llevo las manos al vientre sabiendo que no tengo nada que me diferencie de las demás...
-Eudo, ¿Sabías que me gustas tanto por lo tontita que puedes llegar a ser? - Bill rió mientras acariciaba el cabello de su novia. -Mira, si tenemos un bebé ahora, te garantizo que ambos vamos a adorarlo, pero...toma en cuenta que precisamente por que paso tiempo fuera no puedo dejarte sola con una responsabilidad tan grande y al final vas a terminar por odiarme por no estar contigo y por no poder ver a nuestro hijo en sus primeras veces. Ahora mismo te llevo conmigo a todos lados, pero cuando nazca nuestro bebé no creo que eso nos sea posible.
La chica pensaba mucho en el mañana, en las razones que tenía para amarrar a Bill a la cama todos los días, cuando el pelinegro soltaba aquel peculiar gemido al sentir el sol calentandole la espalda. Se angustiaba tanto al verlo dormir, por que sonreía, se abrazaba a la almohada y ella se moría de miedo.
-Tengo miedo...Aún cuando siempre estamos juntos, me da mucho miedo perderte, me da miedo pensar en que quizá en un par de años, si no es que meses, vas a dejar de quererme contigo. - acarició la piel nivea de las mejillas de Bill y reprimió el deseo de abrazarlo.
-Deja de pensar en lo que pueda ocurrir y disfruta lo que tenemos hoy. Te amo, Eudoxia Kouzounis y es la mayor promesa que puedo hacerte. Amarte tanto como pueda, tanto cuanto pueda y tanto como quieras que lo haga. - pegó la nariz a la de la chica y la abrazó antes de poner una mano sobre el vientre de la chica. Si, ser padre le hacía ilusión, pero no aún, no con Eudoxia siendo tan joven y caprichosa.
Mañana, mañana sería apropiado para pensar en el futuro.
Fandom: RPF Tokio Hotel
Claim: Bill Kaulitz/Eudoxia Kouzounis (O.C)
Tabla: Momentos
Tema: #11. Futuro
Personajes: Bill Kaulitz, Eudoxia Kouzounis (O.C.)
Resumen: A veces las preguntas surgen, no importa cuan inoportunas o fuera de lugar estén.
Advertencias: Algo adelantado en el tiempo, Bill tiene 24 y Eudoxia 21. Ligera referencia a temas sexuales.
Notas: Se recomienda leer este fic escuchando la canción Angels on the moon de Thriving Ivory. Me inspiró para escribir esto.
De nuevo, estaba llorando, podía escucharla perfectamente y se sentía culpable por no poder darle lo que quería...oh bien, si podía, pero no estaba seguro de que fuese buena idea, ni para ella ni para el. ¿Cual era la necesidad de Eudoxia de seguir insistiendo en un tema que el no quería tocar?
-Eudoxia...
-Vete. - gimió desde dentro del baño.
-No estoy molesto...sal ya. Pero tenemos que ir con el mèdico para que te dé un nuevo diafragma.
-¿Por que simplemente no me ayudas? - dijo entre lloriqueos desde dentro del baño
-Eudoxia ¡Basta ya! No quiero seguir discutiendo.
-Ni yo, y para eso quiero un bebé. - la puerta del baño se abrió de par en par, mostrando a Eudoxia, con los ojos hinchados, lágrimas corriendo por sus mejillas y una prueba de embarazo en la mano que daba negativa.
-Deja de decir tonterías, somos muy jóvenes aún. Tenemos muchas cosas por delante todavía como para empezar a pensar en...un hijo.
-No Bill, yo soy algo más práctica y veo al futuro, quiero un bebé. - Eudoxia era terca, esa era una de las tantas cosas que le molestaban a Bill de ella.
-Al menos vamos a discutirlo para que no me llegue la sorpresa de golpe. - determinó resignado. Tomando a la castaña de la mano y llevandola a sentarse en la cama, a su lado. -Eudoxia, ni siquiera estamos casados, ya llevamos mucho tiempo viviendo juntos pero eso no quiere decir que estemos preparados para una responsabilidad mayor. El futuro viene despacio y me gustaría poder seguir disfrutando de ti, de mi, y de la vida que llevamos, no empieces a hablar de sacrificios, ya dejé de fumar y por mucho que no me gusta, como verduras, de las más asquerosas y repugnantes verduras que existen pero las como y...
Eudoxia empezó a negar con la cabeza y las lágrimas volvieron a desbordarse por sus ojos mientras se abrazaba a Bill. El futuro era una porquería.
-Lo siento, lo siento en verdad. Pero no sabes lo dificil que es verte ir y venir y no saber si algún día vas a ver a otra chica bajo un montón de lamparas rompiendose, es cuando te ríes de las morbosidades de las mujeres que te entrevistan que me llevo las manos al vientre sabiendo que no tengo nada que me diferencie de las demás...
-Eudo, ¿Sabías que me gustas tanto por lo tontita que puedes llegar a ser? - Bill rió mientras acariciaba el cabello de su novia. -Mira, si tenemos un bebé ahora, te garantizo que ambos vamos a adorarlo, pero...toma en cuenta que precisamente por que paso tiempo fuera no puedo dejarte sola con una responsabilidad tan grande y al final vas a terminar por odiarme por no estar contigo y por no poder ver a nuestro hijo en sus primeras veces. Ahora mismo te llevo conmigo a todos lados, pero cuando nazca nuestro bebé no creo que eso nos sea posible.
La chica pensaba mucho en el mañana, en las razones que tenía para amarrar a Bill a la cama todos los días, cuando el pelinegro soltaba aquel peculiar gemido al sentir el sol calentandole la espalda. Se angustiaba tanto al verlo dormir, por que sonreía, se abrazaba a la almohada y ella se moría de miedo.
-Tengo miedo...Aún cuando siempre estamos juntos, me da mucho miedo perderte, me da miedo pensar en que quizá en un par de años, si no es que meses, vas a dejar de quererme contigo. - acarició la piel nivea de las mejillas de Bill y reprimió el deseo de abrazarlo.
-Deja de pensar en lo que pueda ocurrir y disfruta lo que tenemos hoy. Te amo, Eudoxia Kouzounis y es la mayor promesa que puedo hacerte. Amarte tanto como pueda, tanto cuanto pueda y tanto como quieras que lo haga. - pegó la nariz a la de la chica y la abrazó antes de poner una mano sobre el vientre de la chica. Si, ser padre le hacía ilusión, pero no aún, no con Eudoxia siendo tan joven y caprichosa.
Mañana, mañana sería apropiado para pensar en el futuro.