El cerebro humano es un gran queso. De esos del Carrefour que saben a la bandeja que lo contiene y que al fundirse están llenos de grumitos y zonas blanquecinas, testigos de una infancia de queso fabricado con otros quesos.
Vale, ¿qué queréis? Entre zonas ganglionares menores, amigdálicas, hipofisarias, hipotálamo, tálamo, adenohipófisis, pars
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