Número: [94/94]
Título: El mejor en eso.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Pairing: SORPRESA 8D
Extensión: 317
Advertencias: OoC. Spoilers del Arc del Futuo.
Notas: Primera vez que escribo de este pairing y…. *se va al rincón emo* why, sosedad? Whyyy?
Intentó separarse, golpeando con sus puños el pecho del otro. Apretó fuertemente los labios cuando vio que el más alto tenía intenciones de profundizar ese contacto, negándose a que lo lograra, empujándolo con más ímpetu. Estaba seguro que un fuerte sonrojo cubría sus mejillas en esos momentos y, cuando sintió una mano deslizarse lentamente por su espalda, estuvo más seguro aún de que el rojo en su cara se había hecho más intenso.
El mayor, no conforme, presionó la cintura de Gokudera provocando que este suspirara y entreabriera los labios. Cosa que, por supuesto, aprovechó, introduciendo su lengua en la boca del otro, recorriendo el interior lentamente, rozando tentativamente la lengua del italiano que, sin poderlo evitar, tímidamente había comenzado a corresponder, suspirando contra el beso cuando el otro profundizó el contacto.
Cuando se dio por satisfecho, se separó, dejando ir al de cabello gris, presionando sus labios contra los otros por última vez antes de alejarse completamente.
Y, viendo las mejillas sonrojadas de Gokudera así como su respiración agitada, no pudo más que sonreír engreída y altaneramente, con un brillo de satisfacción refulgiendo en los ojos.
―Te dije que besaba mejor que tú―dijo con orgullo, disfrutando completamente encantado al ver cómo Gokudera abría los ojos ampliamente, con un ligero temblor recorriéndolo y el sonrojo aumentando, cubriendo prácticamente todo su rostro.
Sonriéndole una vez más, decidió que ese era el momento perfecto para desaparecer.
―Cuando quieras te doy clase práctica para que al menos dejes de ser patético en ese aspecto.
Y se desvaneció en el aire, escuchando, con gran diversión, el grito histérico que no tardó en soltar Gokudera, ampliando su sonrisa por la parte de “¡Eres un maldito enfermo, G!”.
Solo por eso iba impartirle pronto esa clase. Después de todo, necesitaba algo de diversión, y molestar al italiano era una gran fuente de diversión para él. Además, el beso no había estado nada mal.