Fandom: Tiger & Bunny.
Personajes: Yuri Petrov, Kotetsu T. Kaburagi.
Advertencias: Spoilers de todo el anime.
Resumen: Había sido cuestión de tiempo hasta el regreso de Wild Tiger; aun así, había un interrogante que Yuri quería aclarar.
Tarde o temprano iba a pasar.
Si algo había notado Yuri durante meses de conversaciones telefónicas y visitas varias, era que Kotetsu aún quería hacer mucho más como héroe, en lugar de quedarse en casa y ayudar ocasionalmente a labrar la tierra del jardín, comprar un par de cosas o ir a la licorería de su hermano a ayudar a mover canastas de botellas de cerveza llenas y vacías.
Ese simple deseo era peligroso, mas el que su justicia no se hubiese doblado en ningún momento bajo el peso de sus propias circunstancias, lo había hecho creer que Kotetsu elegiría un camino adecuado y posible.
Y ahora ese era un hecho.
Había tardado más en suceder de lo que Yuri había creído posible, sin duda por los pocos deseos que Kaburagi tenía de alejarse de su familia, pero unas cuantas palabras de Kaede le dieron el impulso que necesitaba para hacer lo que tanto añoraba.
Después, solo fue necesario esperar unas cuantas semanas, mientras los ejecutivos de Apollon Media discutían la rentabilidad de Wild Tiger sin Barnaby Brooks Jr., y una vez aprobaron su regreso, Yuri se encargó de lo demás.
Lo único que faltaba ahora era una formalidad, por lo que ya podía decir que Wild Tiger estaba de vuelta en Sternbild y aun si no había duda de que eso le traería trabajo adicional y una nueva cantidad de problemas, pronto podría ver de nuevo la justicia de Wild Tiger en acción.
Solo pensar en ello bastaba para que Yuri dejase escapar una pequeña sonrisa.
Aun así, ni sus muchas expectativas en el regreso del héroe eran suficientes para que mantuviese una expresión afable frente al caos que estaba presenciando.
-Espera un segundo -repitió Kotetsu, abriendo una nueva caja, cerrándola un instante después y colocándola en uno de los pocos espacios libres en el suelo para poder revisar la que había estado debajo de ésta-, estoy seguro que debe estar por acá...
Eso era lo mismo que Kotetsu había hecho con otras tres cajas y aunque Yuri apreciaba sus intentos por ser un buen anfitrión, aun cuando al mismo tiempo sentía deseos de señalar que antes de ofrecerle una bebida caliente debería abrir espacio para que él al menos pudiese ingresar bien al apartamento, comenzaba a perder la paciencia.
-Kotetsu...
-Creo que en esta sí -interrumpió Kotetsu, ocultando otro de los pocos pedazos visibles del piso antes de abrir una caja más.
Viendo todo el panorama, era evidente que lo que Kotetsu había traído con él desde su hogar en Oriental Town no era tanto como para ocupar de esa manera todo el espacio del apartamento y aun así, faltaba poco para que Kotetsu no pudiese andar sin recoger antes las cajas que él mismo había colocado al su alrededor.
¿Cómo era posible que hubiese terminado así?
-¡Kotetsu! -La forma en que alzó la voz sobresaltó de manera notoria a Kotetsu, pero también logró que se detuviese y dejase en su lugar la caja que había estado a punto de dejar a un lado.
Yuri se tomó unos segundos para contar hasta diez. Detener el incremento del desorden era una mejora, mas no era suficiente.
-¿Qué hay en esa caja?
-¿Esta? -cuestionó Kotetsu, señalando la que acababa de revisar. Yuri asintió con su cabeza al tiempo que dejó su maletín en el suelo, contra la puerta-. Hm... álbumes de fotos, unas revistas, unas cuantas películas... -dijo Kotetsu, examinando una vez más los contenidos de la caja.
¿Acaso Kotetsu solo se fijaba en si estaba o no lo que buscaba, sin siquiera prestar atención a lo que había dentro de la caja que acababa de abrir?
Yuri a duras penas pudo contener un gesto de frustración ante eso; cada minuto que pasaba era más obvio que no podría mantener la tranquilidad si no hacía algo de inmediato.
-¿Y dónde piensas colocarlos? -preguntó, quitándose su chaqueta y colgándola en el pomo de la puerta, queriendo evitar arrugarla o perderla en el caos reinante en el apartamento.
-Ahí, como antes. -Kotetsu señaló una repisa a la izquierda de Yuri, mirándolo con una pizca de confusión.
Tendría que mover algunas cajas para alcanzar el estante, notó Yuri, pero Kotetsu no había ocupado todo el suelo de esa esquina del apartamento, por lo que podría acercarse con facilidad a la repisa y eso bastaría para comenzar a remedir el exagerado desorden que Kotetsu había causado.
No queriendo perder un solo segundo, Yuri enrolló las mangas de su camisa y con un suspiro, puso sus manos a la obra, abriéndose paso mientras ignoraba la incredulidad en el semblante del Kotetsu.
-Pásamelos -ordenó cuando estuvo a solo un paso del estante.
-Pero...
Kotetsu no lucía convencido, mas una mirada seria de Yuri acalló cualquier réplica de Kotetsu y logró que éste lanzara con sus dos manos, sin usar mucha fuerza, un álbum de cubierta azul pastel.
Aunque tuvo que inclinarse un poco hacia adelante para agarrarlo, Yuri pudo hacerlo y de inmediato lo colocó en posición vertical sobre el mueble.
Después, Kotetsu podía reorganizar todo, si así lo quería; lo que importaba ahora era liberar tanto espacio como era posible cuando antes.
-Buena atrapada -lo felicitó Kotetsu con un silbido de aprecio, antes de repetir el proceso con un par de revistas.
Si bien podía decirse que esa no era la mejor forma de poner todo en orden, era efectiva y pronto dos cajas estuvieron desocupadas y hubo suficiente espacio para poder pasar los objetos solo estirándose un poco, en lugar de tener que seguir lanzándolos.
-Espera, este no -dijo Kotetsu cuando levantó la tapa de una tercera caja, que también parecía llena de libros-. Creo que aquí están las fotos de Kaede cuando dio sus primeros pasos -comentó con una sonrisa mientras sacó un álbum, esta vez de cubierta color crema, y abrió las primeras páginas-. Lo estaba buscando hace mucho.
¿Y por qué Kotetsu había llevado algo así con él a Sternbild en lugar de dejarlo en su hogar en Oriental Town?
Yuri ya se había preguntado lo mismo mientras recibía y acomodaba los diversos objetos, que iban desde recuerdos familiares hasta DVDs de temporadas pasadas de Hero TV, mas no se había decidido a formular la pregunta.
Todavía era demasiado pronto para averiguar si Kotetsu estaba pensando en quedarse en Sternbild de manera permanente sin importar qué pasara con su trabajo o si simplemente, al empacar, había sido incapaz de dejar muchas de sus posesiones llenas de valor sentimental.
Pero era posible que nunca hubiese tenido intenciones de irse por mucho, si juzgaba por el hecho de que no había vendido su apartamento cuando se había retirado poco menos de un año atrás...
-¿Quieres verlo conmigo? -cuestionó Kotetsu, sacándolo de sus pensamientos, y alzó un poco el libro en sus manos.
La respuesta era no y aunque Yuri había llegado a permitirse ser directo con Kotetsu, seguía prefiriendo hablarle de manera menos cortante, aun si a veces Kotetsu se molestaba cuando creía que él no estaba siendo honesto.
-Puedes verlo después -señaló y estiró su brazo derecho para indicarle que se lo entregara. No era el momento para remembranzas cuando todavía faltaba tanto que hacer.
-Estaré ocupado -replicó Kotetsu con una mueca, abrazando el álbum contra su pecho-, persiguiendo malhechores y...
-Y sin tener dónde dormir -lo interrumpió Yuri, usando un tono más severo- o cómo entrar a tu propio apartamento.
Tal vez su poca paciencia en ese momento era demasiada obvia, pues Kotetsu le dio el objeto sin rechistar.
-¿Puedes dejarlo...?
Antes de que Kotetsu terminase de formular su pedido, Yuri colocó el álbum horizontalmente, al borde del estante, donde Kotetsu podría encontrarlo con facilidad más tarde.
Aun si él no tenía ningún interés en las fotos de la familia Kaburagi y en ese momento no aprobaba la distracción que Kotetsu aparentaba querer usar para dejar de organizar, eso no quería decir que estuviese en contra de Kotetsu rememorando sobre su familia, siempre y cuando lo hiciese en un mejor momento.
Ese no fue el único objeto que captó la atención de Kotetsu, mas Yuri logró que él no dejase de desempacar incluso mientras hablaba sobre la historia tras aquel CD o esa revista y en poco menos de una hora los resultados de su trabajo se hicieron evidentes.
Ya había un camino visible que llevaba a la sala, donde los muebles estaban en el que podía ser su lugar permanente y libres de objeto cubriéndolos, y más de una docena de cajas estaban ahora desocupadas y dobladas contra una pared cerca de la puerta, sin estorbar.
Todavía faltaba, por supuesto, y los implementos de cocina que Kotetsu había estado buscando en un comienzo aún no habían aparecido, pero que el lugar comenzase a lucir relativamente presentable era suficiente por ahora.
-Gracias -dijo Kotetsu, examinando sus alrededores tal como Yuri había estado haciendo-, ya comienza a parecer que no me mudé hoy.
-¿Imagino que puedes encargarte del resto? -cuestionó Yuri, señalando las demás cajas que todavía estaban cerradas.
Una pequeña sonrisa se hizo visible en el rostro de Kotetsu.
-¿Te estás ofreciendo a ayudarme?
Casi sonaba como una pregunta dicha en broma, mas esta vez Yuri decidió responderla con seriedad y sin permitir lugar a dudas, no queriendo arriesgarse a terminar comprometiéndose a colaborar en lo que faltaba de la mudanza de Kotetsu.
-No.
Su escueta respuesta no amedrentó a Kotetsu, quien rió y le señaló con un gesto de manos el sofá; Yuri aceptó el ofrecimiento y se sentó con un suspiro. Desempacar junto a Kotetsu, luego de haber pasado todo el día trabajando, no era algo que pudiese llamar una forma de descansar.
-No pensé que vendrías a ayudarme -dijo Kotetsu al tiempo que se dejó caer junto a Yuri en el sofá-. Muramasa solo me trajo con todo en su camioneta y subió algunas cosas, pero dijo que tenía que volver temprano...
-No lo hice -lo interrumpió, poniéndose de pie y dirigiéndose hacia su abandonado maletín.
Las palabras de Kotetsu le habían recordado el motivo por el que se había desviado de su camino inicial y ahora, que el estado del apartamento no lo estaba distrayendo y no sentía deseos de hacer algo para solucionarlo, era un buen momento para encargarse de lo que se había propuesto.
Ignorando el desconcierto de Kotetsu, Yuri se mantuvo en silencio hasta que sacó lo que buscaba y regresó a la sala.
-Es un gusto tenerlo de regreso, Wild Tiger -dijo, deteniéndose frente a Kotetsu y entregándole una copia del documento que lo acreditaba como un héroe aprobado por la Administración de Justicia-. Ya fueron enviadas varias copias a Apollon Media y el original está registrado oficialmente -continuó-, por lo que esta semana podrá unirse a la segunda liga y comenzar a trabajar con ellos.
Kotetsu observó con seriedad la hoja de papel en sus manos y asintió con su cabeza con solemnidad, mas poco después alzó su mirada para observar a Yuri e hizo una mueca de descontento.
-¿Tenemos que volver a las formalidades?
Ni siquiera podía decir que le sorprendía escuchar algo así.
-Mientras estemos trabajando -replicó Yuri, permitiéndose un asomo de una sonrisa.
Su respuesta pareció satisfacer a Kotetsu, quien le dedicó una sonrisa y señaló de nuevo el espacio libre en el sofá.
Era imposible no sentir una pizca de renuencia en momentos como ese, pero Yuri sabía que no tenía sentido volver a buscar motivos para pasar tiempo con Kotetsu y esquivarlo si no tenía ninguna excusa, por lo que se sentó a su lado una vez más.
Además, este era un buen momento para averiguar algo que sí deseaba saber antes de que Kotetsu comenzase a trabajar.
-¿Estás seguro de querer ingresar a la segunda liga?
Kotetsu dejó el documento sobre el brazo del sofá y apartó su mirada por unos segundos, antes de recostarse por completo contra el espaldar y suspirar sonoramente.
-Sí -dijo con un tono firme que contradecía su titubeo inicial-. Sabes que... -Kotetsu tragó saliva y clavó su vista en el techo-. Bueno, mis poderes ya no duran mucho. Y creo que quieren usar eso como lema para publicidad. El punto es -continuó, girando su cabeza para ver a Yuri de frente- que no quiero estar estorbando.
El parloteo de Kotetsu estaba incluyendo explicaciones adicionales que expresaban todo lo que Yuri quería saber.
Estaba claro que Kotetsu entendía sus limitaciones actuales y no estaba contento con ellas, pero estaba dispuesto a probar qué podía hacer y quizás, pensó Yuri, en un futuro usaría sus capacidades al máximo en vez de limitarse a los pequeños casos de los que la segunda liga se encargaba.
Eso era algo que Yuri estaba dispuesto a aprobar.
-Confío que no causarás demasiados daños -dijo, contento con la respuesta y sin deseos de continuar con el tema.
-Prefiero verte por otras razones -comentó Kotetsu con un semblante de fingida seriedad al tiempo que asintió.
Yuri no pudo evitar dejar escapar una nueva sonrisa y responder con total sinceridad:
-Yo también.
25/10/2012