Fandom: Tennis no Oujisama.
Personajes: Kitazono Kotoha/Osakada Tomoka.
Resumen: Luego de ser rechazada por Atobe, Kotoha se encuentra con Tomoka.
Habían veces en las que era imposible ganar.
Kotoha se encogió de hombros, guardando la caja de almuerzo en su bolso mientras veía a los regulares de Hyoutei alejarse.
Su trabajo recogiendo información había terminado en el momento en que su equipo había sido eliminado, por lo que no tenía sentido insistir o dar vueltas por las canchas. En lugar de eso, tendría que regresar al hotel para preparar su equipaje y hablar con el profesor encargado del club antes de encargarse de conseguir los tiquetes para el viaje de regreso a Hokkaidou.
Era una lástima tener que irse tan pronto, pero no tenía sentido que se quedasen llorando por una derrota.
Kotoha acomodó el bolso en uno de sus hombros y se habría dirigido inmediatamente hacia una de las salidas de no ser porque un potente grito la detuvo.
-¡Tú!
Kotoha dio media vuelta de forma grácil e inmediatamente encontró, a unos pasos tras ella, a la persona que había gritado: una chica menuda, más baja que ella, vestida en el uniforme de su colegio y con su cabello recogido en dos coletas.
Recordaba haber visto el uniforme en uno de los colegios que había visitado poco antes de que comenzara el torneo, pero no exactamente en cuál y mucho menos se acordaba de la chica. Ésta sí parecía hacerlo, ya que al ver que había conseguido su atención exclamó nuevamente, señalándola:
-¡Te acabo de ver! -Kotoha sólo inclinó su cabeza hacia un lado, esperando una explicación-. ¡Tú no eres fan de Ryoma-sama!
-Ah, de Seigaku -dijo al reconocer el nombre. Con razón le parecía conocido el uniforme.
-Soy Osakada Tomoka, presidenta del club de fans de Ryoma-sama -dijo con orgullo, alzando su rostro y poniendo sus brazos en jarra-. ¡Si al menos fueras su fan no habrías ido tras alguien de Hyoutei!
Kotoha parpadeó, sorprendida, no porque la otra la hubiese visto sino por estar recibiendo un sermón así por acercarse a Atobe después de haber fingido estar interesada en el famoso príncipe del tenis.
-Las chicas de Tokyo sí que son adorables -rió sinceramente, causando que Tomoka se quedase mirándola con la boca abierta.
-¿Qué? -murmuró Tomoka, confundida-. ¡No intentes cambiar el tema!
Kotoha movió su cabeza, negando tal acusación. Sin duda no tendría sentido insistirle, pero aquella extrovertida franqueza realmente tenía su encanto y la hacía querer ver cómo reaccionaría si realmente lo hacía.
Con esa idea en mente y queriendo divertirse, Kotoha sacó su celular del pequeño bolsillo exterior de su bolso.
-¿Intercambiamos números? -sugirió, enfrentando la mirada desconcertada de la otra con aparente amabilidad.
-¿Para qué? -preguntó Tomoka, obviamente desconfiada pero extrañamente calmada-. No querrás robar la información secreta de Ryoma-sama...
-Para hablar -la interrumpió-, pero no de tenis.
Kotoha no esperaba que la chica accediese, pero Tomoka sacó su propio celular a pesar de sus evidentes dudas. Curiosa por saber si realmente podría convencerla con un último empujón, añadió:
-O de chicos.
-No te creo -aseguró Tomoka, pero asintió después de un momento y la miró fieramente mientas dijo-: Sólo lo estoy haciendo para asegurarme que no intentarás nada más.
Kotoha no estaba segura cuál era la lógica que había llevado a que Tomoka creyese que obteniendo su número podría impedirle que se acercase al "príncipe", pero cualquiera podía ver que realmente lo creía.
Aquella "Osakada Tomoka" era divertida y adorable, decidió, y sólo por ello valía la pena conservar su número en vez de borrarlo en cuanto estuviese lejos de ella.
Kotoha sonrió, causando una nueva acusación de parte de Tomoka, la cual ignoró para despedirse animadamente. Al final, aunque el equipo de su colegio no se llevaba los mejores recuerdos de ese torneo nacional, ella había conseguido un pequeño y entretenido souvenir.
La oportunidad de aprovecharlo llegó durante el silencioso viaje de regreso, luego de contestar algunos mensajes de sus compañeras y enviar unos más.
¡Voy de regreso a Hokkaidou! ¿Has venido alguna vez?
¡Te mandaré fotos! ♥
P.D.: Muéstraselas también a Ryoma-kun *beso*
Kotoha contuvo una sonrisa al escribir el corto mensaje, imaginando el rostro de Tomoka, y esperó con su celular en mano por la respuesta que seguramente llegaría muy pronto.
No se equivocó.
31/01/2010