Y bueh hace tiempo que no colgaba a colgar algún fic por aca principalmente porque soy una vaga del mal XD
Pareja: BrasilxArgentina (Si! hasta que al fin me anime publicar algo de ellos 8D)
Aviso: duh martín confundido y mis cursilerias u.ù
Fue bastante gracioso. Lo que sucedió parecía casi sacado de alguna de las cursis y muchas veces ridículas novelas que pasan por televisión cada tarde.… Martín aún no podía dar crédito a lo que escuchaba, de seguro había comido mucha carne en el almuerzo, ó habían colocado algún alucinógeno en el mate que llevaba a todos lados, porque lo que le había dicho Luciano hace algunos segundos se le hacía imposible de estar pasando en verdad....
-Martin, alguém disse que seria um excelente marido? (Martin, ¿alguien te ha dicho que serias un buen esposo?)
Desde ese momento hasta ahora, esas palabras hacían eco en sus pensamientos. No por el hecho de le que le hubiera molestado, en verdad... era todo lo contrario. Recordó que apenas el moreno le dijo eso, quedo estático por unos momentos y lo peor, para él obviamente, es que se había sonrojado.
Aún se preguntaba si su vecino se había percatado de como lo habían afectado esas palabras….
Era un día como cualquier otro, Luciano había llegado a su casa después de que Martin lo retara a un partido de fútbol, del cual no quería recordar el resultado, y como ambos habían quedado agotados y hambrientos, el rubio preparo el almuerzo. No es que le quisiera quitar el título a Miguel, pero él era el mejor cocinero en lo que respecta a parrillas.
… Y fue ahí cuando sucedió.
Mientras le ayudaba a recoger la mesa, el moreno sonrió y le quedo observando durante unos segundos. No le prestó la mayor atención, no era la primera vez que sucedía esto.
-¿De qué te ríes tanto?, - Le dijo sin dirigirle la mirada- Me estas mirando desde hace un buen rato….
-Si te lo digo te enojarás.
-No me enojaré, boludo… suéltalo de una vez.
Vaciló por unos segundos, y ahora entendía el porqué de eso…
Tenía que admitir que después de eso, y un prolongado silencio bastante incómodo que duro hasta la partida del brasilero, esas palabras aún seguían haciendo eco en su mente y lo peor de todo era que… incluso había fantaseado. Oh Dios, como maldijo el momento en que la mera idea cruzo su mente: En una iglesia, con todos sus vecinos y hermanos, e incluso a un Antonio emocionado junto a Lovino... a él, luciendo un terno blanco, como una sonrojada y emocionada recién casada, incluso llevando un ramo de rosas, llevado en brazos por Luciano quien lucía un terno de novio negro (¡Maldita sea, se veía tan condenadamente bien con el traje!) y le sonreía dulcemente.
Enterró su cabeza entre sus manos. Bien…ahora tendría que eliminar de alguna manera esa imagen mental, y si que le iba a ser difícil hacer eso y lo peor de todo, era que una parte de el...no quería deshacerse de ella.