Autor:
meztli_lu Tabla:
Vida Rokera Tema: # 7 Depresión
Fandom: Original [Sangre en Fa Mayor]
Claim: André / Raúl / Octavio
Rating: General, Angst
Resumen: Los pintores atacaron a los instrumentistas con un mural en el Auditorio. André deprimido busca venganza, entre música y su bajo encuentra una manera.
Nota: También participan los temas para el
quinesob Depresión
André no esperó ese contra ataque. Derribaron todas sus expectativas. Víctor se burlaba internamente de la desgracia de los Instrumentistas. Luego de la intervención de los pintores. André Artisvachev cayó en una gran depresión. Apunto de mandar al diablo todo.
Se encerró por tres días en el estudio. No hablaba con nadie y comía poco. Los noticieros no dejaban de hablar de lo espectacular que lucía el Auditorio Nacional con colores, figuras con alusión a la música, las artes en general. Las imágenes circulaban por todo el país. Había pisapapeles, rocas, teléfonos, todos con las pinturas del Auditorio.
Pensó en el festejo anticipado de Natalia y los hijos del oleo. En las burla de la sociedad hacia los músicos. Porque ese recinto era exclusivo de ellos.
Pensaba entre consolas e instrumentos. Trató de componer un par de canciones y estabilizar el bajo para que las ondas que emitiera fueran más agudas y cimbraran la tierra. Todo eso le dio grandes ideas. Valió la pena desconectarse de todo y odiar más a la raza humana por inútiles y a las otras razas por retar a la supremacía musical.
Papel y lápiz listo para componer la siguiente melodía. Entre acordes y llaves una serie de garabatos fueron trazados con ingenio técnico. Prendió la consola y mezclo sonidos, hizo la prueba con vasos de vidrio y copas. Las ondas emitidas desde la bocina y el amplificador del Rikenbeaker lograron un temblor en la tierra capaz de reventar cristales, mover objetos, sillas mesas. Imagino esto a gran escala.
Nadie más volvería a burlarse de los músicos y menos del bajista de Fa Mayor.
Tema: #13 Dinero
Rating: General
Resumen: Raúl camina por las calles de Bolivar (donde hay muchas tiendas de instrumentos) piensa en su decadencia economica.
Dinero
No tenía con que pagar la guitarra. Sólo observaba las tiendas en la calle de Bolívar. Una tras otra, algunas tenían ofertas, otras implemente remataban sus precios. Muchos Instrumentistas iban y venían. Bolívar tenía esa magia impecable, alucinante de música y vida. El suelo tocaba notas a cada paso, se combinaba con las cuerdas vocales de los que caminaban. Sus locales llenos de melodía y olor a madera. El calor calentaba la cera.
Ahora no importaba esa magia, Raúl no tenía un peso en la bolsa, necesitaba dinero urgentemente porque su vieja guitarra necesitaba cuerdas, maquinaria, trastes. Su padre era avaro y siempre hablaba de economizar. Además de obligar a Raúl a estudiar
Administración. Tan miserable se sentía. Abraham, su mejor amigo no opinaba mucho.
Buscar trabajo era imposible, apenas terminaría la preparatoria y las absurdas ideas de sus compañeras acerca de vender su cuerpo, no lo convencían. Las tocadas que tenía con
Gerardo y los otros no satisfacían ninguna necesidad, pues al considerarlos músicos novatos no había paga. Abraham decía que todos los músicos pasaban por esa etapa, ya después tendría manera de conseguir por lo menos instrumentos extras.
No sabía cómo eso podía pasar, dedicarse a la hacer melodías estaba lejos de sus expectativas y las de su familia. No veía el día que pudiera vender su alma al diablo para no abandonar sus sueños. De todos modos la calle de Bolívar siempre estaría esperando.
Tema: #09 Escenario
Rating: General
Resumen: Sacrificios en un concierto.
Escenario
La vista desde el escenario principal era única. Sobrepasaba todas las postales en la naturaleza y la distancia. La gente formando una sola multitud, una energía simbólica que alimentaría sus almas. El tiempo firmaría ese día las voces, los gritos, emociones encontradas y un sacrificio humano.
El nombre de la banda se escuchaba por todo el auditorio. ¡Fa Mayor, Fa Mayor! André sonreía mientras acariciaba las cuerdas de su bajo. No era su primer concierto, sino el segundo; habían ganando más experiencia. Octavio miró detrás del telón y contempló extasiado como la energía de los humanos explotaba sobre ellos formando una niebla azul espesa. Respiró, deseaba poder mezclar la música con ella. Los técnicos iban de un lado a otro perfeccionando el audio y el escenario. Raúl se estaba desesperando, después del primer concierto, las ansias lo consumían endemoniadamente hasta hacerle cambiar la apariencia de sus ojos. La guitarra deseaba construir frases, las cuerdas entraban y salían de las manos del más joven.
- ¿Quieres tranquilizarte? Disimula, si haces algo extraño en el escenario no será bueno para el ritual.
Cada presentación se convertía en eso, un ritual. Los grandes observaban desde sus privilegiados lugares. Raúl caminó al escenario cuando les confirmaron que todo estaba en orden.
Un acorde en Re salido de la guitarra desató la euforia y energía de las personas. El primer grito formó una espiral azul que fue atraída a las cuerdas de la gipson. Todo empezaba a mezclarse, la agudeza del bajo con los golpes de la batería. Enviaban mensajes a través de las notas. El más débil las escucharía. La clave estaba en la que dicta la naturaleza. Los débiles mueren o son asesinados, los enfermos, los defectuosos. No existe nada tan perfecto como la música. Los sacrificios eran una regla en todos los conciertos, en presentaciones de cualquier músico nombrado por la secta.
Los cuerpos se tambaleaban de un lado a otro seducidos por la música. Hipnotizados por los acordes. Cerraban sus ojos mientras entregaban su escancia, su energía y algo más. Porque siempre alguno de ellos terminaba por morir. Raúl miraba de vez en cuando la orgía de sonidos, buscaba en ellos uno que le mostrara el cadáver del sacrificio. Sonreía con una naturaleza maligna que desconocía en sí mismo. André sabía que el poder de la música lo dominaba, lo cautivaba, era ingenuo porque no dominaba su propio poder y se dejaba llevar.
En el instante que terminó la quinta canción, un cuerpo cayó desde el palco central. Una serie de gritos y agonía se desplomó. Los humanos cercanos intentaron correr. André sonrió.
- Hecho está. No fallaremos.
Tema: #20 Fans
Rating: General y un poco se sexo
Resumen: Una fiesta, muchas chicas y músicos, cerveza y más.
Fans
Para Raúl las mujeres eran como juguetes nuevos, nunca duraba más de cuatro meses jugando con ellas. André las tenía que contar y a veces organizar sus tiempos compartidos con ellas. Cuidaba de su imagen de conquistador. No tenía problemas con ello, las mujeres lo seguían. Octavio era más reservado, si conseguía una conquista lo mantenía en secreto, aunque al la chica en cuestión lo tomara como un engaño.
En otras palabras, las mujeres eran complicadas. Ninguno sabía manejarlas y era mejor no liarse con ellas en un tiempo, por lo menos hasta que supieran lo que querían.
Sin embargo, las fans o gruppies eran otro tema. No pedían nada, con un beso, firma o abrazo eran felices. En las fiestas, las Danzantes hacían los suyo, embellecían las melodías al bailar semi desnudas en la mesa o la cama. André se había aburrido de la misma escena. Llevarlas a la cama, deslumbrarlas con el contrabajo. Todas eran las mismas muñecas en serie.
Para los nuevos músicos, era nuevo, siempre era así. Octavio bebía una cerveza mientras analizaba el comportamiento de los posers rocks stars. Eso era más entretenido que coger con una gruppie danzante. Raúl y sus amigos se apoderaron de un sillón en la esquina de la sala. Reian como idiotas mientras veían a Jimena bailar.
- Es la ex novia de Mauricio- explicó André, se sentó a un costado de Octavio en el suelo, prendió un cigarro- ese amigo de Raúl que estuvo en la iniciación.
- Ya sé quien- recordó el baterista al muchacho que parecía un cosplay de Slash.
Ambos lo buscaron entre los presentes, tocaba la guitarra con otros tipos. Regresaron la mirada a otras tres gruppies que bailaban con Jimena.
- Mira su cara- rió André- como si nunca en su vida hubieran visto una mujer.
- Sólo por eso me gustan estás fiestas. Las fans tienen su estilo…
- A mi ya se me olvido cuando quede pendejo por verlas.
- ¿Apostamos?- preguntó Octavio con una sonrisa traviesa. André encogió los hombros, le daba lo mismo- uno de los amigos de Raúl, sino es que es él mismo, pierden la virginidad está noche.
André se hecho a reír. La carcajada llamó la atención de todos. Seguía riendo, se levantó con las manos en el estómago. Cinco minutos después del ataque de risa, aceptó.
Tema: #14 Sangre
Rating: General y misterio
Resumen: después de un concierto, descubren algo...
Sangre
Despacio los cuerpos salían del recinto. Desganados, los ojos rojos y húmedos, enormes ojeras dibujaban sobre su rostro. Su corazón palpitaba lentamente. Al ritmo de One These peaces de Pink Floyd se consumía lo que quedaba de su sistema auditivo. Frágiles sombras que se desplazaban por las calles fuera del Foro.
Mientras revisaban lo que había quedado del concierto. El eco de la su música resonaba suave. André miró la sangre en el piso en medio de las butacas, latas de cerveza, papeles, basura. Se supone que no había sangre en los eventos ni los rituales. Sólo muerte. La sangre no alimentaba la música ni a los demonios de ella.
―Debió ser la emoción o una simple hemorragia nasal- opinó Octavio tras acercarse a su compañero y mirar la mancha roja.
- Es curioso. No se ha evaporado por el alcohol. No creo que sea sangre.
― Que será, tinta china, oleo, plastilina, capsu- Raúl se acercó curioso, tomó una silla y se sentó.
André pasó su dedo por la mancha, apreció la textura, el olor. Era pintura roja.
- Un pintor o un hibrido. Cuál es el objetivo de venir- observó el baterista atando su cabello.
- Ninguna, sólo decirnos que están ahí. Vigilándonos― André estaba consiente que no podían evitar su rivalidad con las otras razas.
― Aunque no será nuestra sangre la que pinte la ciudad sino la de ellos- Raúl se levantó indignado, farfulló algo. Regreso al escenario.