Ya lo sabéis. En unas horas acaba la que probablemente sea la mejor serie del mundo. Después de tantos capítulos al borde del asiento, con el pulso a cien y los momentazos que te cortaban la respiración.
De verdad me da pena la gente que no ve Perdidos, porque no sabe lo que se pierde. Toda la emoción, las lágrimas, las risas, la sensación de que
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