Recuerdos del alquimista dorado | Automail | Fullmetal Alchemist
Título: Recuerdos del alquimista dorado
Fandom: Fullmetal Alchemist
Tabla: General
Claim: Edward Elric
Prompt: #01. Automail
Advertencias: Ninguna. Esto pueden verlo pasar tanto en el manga como el anime.
Edward escuchó un grito y cerró sus ojos. Ya había comenzado, pensó el pequeño alquimista. Desde que él y su hermano se habían ido a vivir con los Rockbell, los gritos en las operaciones de automail se les hicieron frecuentes.
La abuela Pinako les había dicho que la implantación de un automail era terriblemente dolorosa por más anestesia que se usara. Edward ni quería imaginarse cuan doloroso se sentiría, ¿cómo podían la abuela y Winry encontrar el automail tan fascinante si tenías que sufrir tanto? A veces se preguntaba si les gustaba ver a la gente sufrir.
Otro grito. Ahora Ed podía imaginarse al pobre hombre llorando. Sus llantos eran audibles hasta para él, que se encontraba fuera de la sala de operaciones. Si la memoria no le fallaba, ese era un soldado que al parecer había perdido la pierna derecha en Ishbal. Ishbal… pensó Ed, había sido en Ishbal donde el tío Urey y la tía Sarah habían muerto. La abuela solía mencionar como esa guerra trajo tantas desgracias y aún así era gracias a ella que podían vivir. “La ironía de la vida”, decía ella al final de todo. A pesar de tener una pequeña idea de lo que ella hablaba, cuando le pedía que se lo explicara, ella le terminaba diciendo que eran cosas que un niño no debería pensar. ¡Y después tenía el descaro de llamarlo enano! ¿Quién se creía? ¡Vieja arpía! Todos los adultos eran iguales, ¡ser un niño no tiene nada que ver! ¡Además él todavía estaba creciendo!
-Hermano -la voz de Alphonse lo sacó de sus pensamientos. -Ya encontré el libro, hermano.
-Ya era hora, te tardaste demasiado. -Edward se levantó de la silla y extendió su mano para que Alphonse le pasara un libro. A continuación lo abrió-. Bien, sabía que éste libro contenía de forma detallada la estructura de un ser humano.
Alphonse sólo asintió mientras veía como su hermano dejaba el libro sobre la mesa, al lado de otros de alquimia.
Un nuevo gritó los exaltó y, de forma inconsciente, cerraron los ojos. Cuando los volvieron a abrir, Alphonse habló.
-Debe ser horrible tener automail, espero que ninguno de los dos tengamos que pasar por eso algún día.
-¿Y por qué tendríamos que tener uno? -preguntó Edward horrorizado ante la idea. -Yo nunca usaré automail.
Alphonse volvió a asentir y se sentó, abriendo el libro que había traído. Edward lo imitó. Sí, pensó, él nunca usaría automail. Ya quería revivir a su madre, volver a vivir juntos como antes y no tener que volver a oír los gritos de dolor de las operaciones.
Años más tarde Ed aprendería una lección: nunca digas nunca.
Ada me dijo lo maldita que fui con Ed y lo sé, fui una bitch al escribir esto. Perdón Ed pero la idea era demasiado buena como para desperdicierla xDD. Bien, por fin reviví esta tabla. Me he propuesto acabarla lo más pronto posible y hacer lo mismo con las otras que tengo cuando lo haga (nota mental: la próxima vez acabar primero las tablas que tengo antes pedir más).
Fandom: Fullmetal Alchemist
Tabla: General
Claim: Edward Elric
Prompt: #01. Automail
Advertencias: Ninguna. Esto pueden verlo pasar tanto en el manga como el anime.
Edward escuchó un grito y cerró sus ojos. Ya había comenzado, pensó el pequeño alquimista. Desde que él y su hermano se habían ido a vivir con los Rockbell, los gritos en las operaciones de automail se les hicieron frecuentes.
La abuela Pinako les había dicho que la implantación de un automail era terriblemente dolorosa por más anestesia que se usara. Edward ni quería imaginarse cuan doloroso se sentiría, ¿cómo podían la abuela y Winry encontrar el automail tan fascinante si tenías que sufrir tanto? A veces se preguntaba si les gustaba ver a la gente sufrir.
Otro grito. Ahora Ed podía imaginarse al pobre hombre llorando. Sus llantos eran audibles hasta para él, que se encontraba fuera de la sala de operaciones. Si la memoria no le fallaba, ese era un soldado que al parecer había perdido la pierna derecha en Ishbal. Ishbal… pensó Ed, había sido en Ishbal donde el tío Urey y la tía Sarah habían muerto. La abuela solía mencionar como esa guerra trajo tantas desgracias y aún así era gracias a ella que podían vivir. “La ironía de la vida”, decía ella al final de todo. A pesar de tener una pequeña idea de lo que ella hablaba, cuando le pedía que se lo explicara, ella le terminaba diciendo que eran cosas que un niño no debería pensar. ¡Y después tenía el descaro de llamarlo enano! ¿Quién se creía? ¡Vieja arpía! Todos los adultos eran iguales, ¡ser un niño no tiene nada que ver! ¡Además él todavía estaba creciendo!
-Hermano -la voz de Alphonse lo sacó de sus pensamientos. -Ya encontré el libro, hermano.
-Ya era hora, te tardaste demasiado. -Edward se levantó de la silla y extendió su mano para que Alphonse le pasara un libro. A continuación lo abrió-. Bien, sabía que éste libro contenía de forma detallada la estructura de un ser humano.
Alphonse sólo asintió mientras veía como su hermano dejaba el libro sobre la mesa, al lado de otros de alquimia.
Un nuevo gritó los exaltó y, de forma inconsciente, cerraron los ojos. Cuando los volvieron a abrir, Alphonse habló.
-Debe ser horrible tener automail, espero que ninguno de los dos tengamos que pasar por eso algún día.
-¿Y por qué tendríamos que tener uno? -preguntó Edward horrorizado ante la idea. -Yo nunca usaré automail.
Alphonse volvió a asentir y se sentó, abriendo el libro que había traído. Edward lo imitó. Sí, pensó, él nunca usaría automail. Ya quería revivir a su madre, volver a vivir juntos como antes y no tener que volver a oír los gritos de dolor de las operaciones.
Años más tarde Ed aprendería una lección: nunca digas nunca.
Ada me dijo lo maldita que fui con Ed y lo sé, fui una bitch al escribir esto. Perdón Ed pero la idea era demasiado buena como para desperdicierla xDD. Bien, por fin reviví esta tabla. Me he propuesto acabarla lo más pronto posible y hacer lo mismo con las otras que tengo cuando lo haga (nota mental: la próxima vez acabar primero las tablas que tengo antes pedir más).