Título: La reina de los escorpiones.
Fandom | Personaje: Harry Potter | Draco y Scorpius, principalmente.
Rating | Advertencia: PG13? | Estupidez. Crack.
Reto: Reto #135: Sirius es la oveja negra de los Black, Percy lo fue en los Weasley....todas las familias tienen una. ¿Quién es la oveja negra de los Malfoy?
N/A: Link a la canción,
You can leave your hat on, cantada por Joe Cocker.
La reina de los escorpiones.
Desde que supo que Astoria estaba embarazada, Draco se obsesionó con la idea de ser un buen padre. Tanto como Lucius, quizás aún mejor. Aunque bien sabemos todos que eso es realmente complicado, él se lo propuso y pensó que, con un poco de insistencia, lo conseguiría.
Pero, ¡ay, pobre de Draco! El destino no parecía estar demasiado interesado en que recibiera el premio al papi del año, y eso quedó demostrado una oscura tarde de octubre, cuando pasó aquello.
Y hablo de 'aquello' porque aún después de todo el tiempo pasado, no puede recordarlo sin sufrir un poquito. Y es que no todos los padres del mundo están preparados para una situación como la que se le presentó.
Aquel día, el matrimonio Malfoy había sido invitado a una comida en casa de los Nott, pero su pequeño hijo se había quedado en casa, cuidado por sus elfos. Apenas había anochecido cuando llegaron a la casa, con algunas copas de más y ganas de más marcha, pero entonces, ocurrió.
Y es que, cuando entraron en el salón y escucharon la música desde el salón (Astoria juraría más tarde que era la mítica You can leave your hat on), tal vez tendrían que haber supuesto lo que iban a encontrarse. Pero no. El espectáculo (nunca mejor dicho) les pilló a todos por sorpresa.
Los elfos (sólo ellos) se agolpaban en torno a la mesa del comedor, mientras su pequeño retoño, vestido con uno de los trajes de su padre y acompañando su indumentaria con el viejo bastón del abuelo Luci (que, sentado en un sillón enfrente de su nieto, movía los hombros al son de la música y le animaba a seguir, con expresiones que quizás sea mejor mantener en secreto), bailaba sobre la superficie de madera, mientras se bajaba lentamente los pantalones.
Años más tarde, el propio Scorpius confesaría a sus padres que siempre había sentido que aquella era su vocación, y que lo disfrutaba aún más llevando alguna de las túnicas de su madre (elegantes y ceñidas al tronco, extremadamente femeninas).
Quizás por eso, ahora que Draco acaba de presenciar el impresionante debut de La reina de los escorpiones en el garito más famoso de Londres, se sienta en el borde de su cama, masajeándose las sienes y preguntándose si no será cierto eso de que, incluso en las mejores familias, nace una oveja negra.