Sigo avazando. Pasa el tiempo poco y poco y me hago cada vez más a esta ciudad. Ya voy comprendiendo (tras casi tres años aquí) de qué pie cojea la gente. Me da pena no poder disfrutar más de la ciudad, porque tiene un sol maravilloso y una luz única, pero no tengo tiempo. El trabajo (la nueva esclavitud) me tiene un poco limitado. Trabajar una
(
Read more... )