drabble time! #2

Oct 21, 2012 19:52

Continuamos con los drabbles de agradecimiento! La primera parte, aquí.

6. Complementarios, paramartuu. Fandom: Harry Potter. Pareja: Charlie/Tonks

[Drabble Six]
Hay muchas cosas que la gente no sabe de Tonks. Que, cuando tiene un día triste y está sola, le gusta escuchar a Celestina Warbeck. Que una vez se comió una grajea de Bertie Bott con sabor a tierra. Y le gustó. Y que, cuando iba a Hogwarts, le gustaba llevar el pelo verde.
La mayoría de la gente le miraba raro, otros se reían de ella. Pero, seamos sinceros, la gente se solía reír de los Hufflepuff, así que eso no era una gran novedad. Lo malo es que sus propios compañeros de casa, si bien no todos, la criticaban. También puede que tuviera que ver con el hecho de que cada vez que le prestaban algo lo rompía, o que les tiraba de vez en cuando el zumo de calabaza en el desayuno, pero eso ya es otra historia.
Lo que la gente tampoco sabe es que a ella todo eso le daba igual. Y es que, ¿como le podía importar? Lo único que a ella le importaba es que cada vez que Charlie Weasley pasaba a su lado le decía:
-Tu pelo es guay, Tonks. ¿Sabes que el rojo y el verde son colores complementarios?
Con su sonrisa de chico bueno y sus pecas y su pelo rojo fuego. Entonces a Tonks todas las burlas le valían la pena. Ni siquiera sabía lo que significaba "complementarios", pero estaba segura de que tenía que ser algo bueno.


7. Como antes, paraamandabeicker. Fandom: Supernatural. Spoilers hasta la quinta temporada.

[Drabble Seven]

A veces le gustaría que todo fuera como antes. No como antes-antes, antes-de-que-Dean-viniera-a-buscarme, pero sí como antes. Antes-cuando-todo-era-más-sencillo. Ya sabes, el clásico combo monstruos-moteles-carretera, cuando los dilemas morales no lo eran tanto y sólo eran Sam y Dean, no Sam-recipiente-del-Diablo y Dean-recipiente-de-Michael (que dicho sea de paso, se podían buscar una maldita botella y dejarlos en paz).
Y no es sólo que se arrepienta. Es decir, se arrepiente de muchas cosas (porque bueno, eso de empezar el Apocalipsis no es algo que se olvide fácilmente), pero no es sólo eso. Es que echa de menos a su hermano. Al Dean comilón y divertido del que era fácil reírse porque se suponía que él era el listo de los dos y al otro le gustaba hacerse el tonto (a veces sin demasiado esfuerzo, hay que añadir). Y también, para qué engañarse, se echa de menos a sí mismo. Porque puede que siempre haya sido un poco raro, pero hay una diferencia entre ser un poco raro y lo que él es ahora. Una diferencia y un océano de diferencias, si te descuidas. ¿Sabes esa sensación de mirarte al espejo y preguntarte quién coño es ese que te mira porque no eres tú? Pues eso es exactamente lo que siente. Y lo peor no es eso. Lo peor es que no sabe el momento exacto en el que cruzó la línea-de-por-aquí-no-vas-a-volver-chaval, y lo peor de todo es que sabe que no puede volver. No que no pueda porque alguien no le deja o porque es demasiado pusilánime para intentarlo siquiera. Es que no puede. Es como perder la inocencia. Uno ya no puede volver a recuperarla (y eso es algo que sabe con certeza). Tiene que andar hacia delante sin mirar atrás, sabiendo que más tarde o más temprano lo más seguro es que no haya un “delante” hacia el que andar.
En el fondo no culpa a su hermano por querer acabar con todo y decir “Sí”, sí quiero, como si fuera a casarse pero sin boda y sin lunas de miel y nada de lo bueno que puede tener casarse. Lo entiende. Pero no puede compartirlo. Porque tiene que creer, necesita creer, que hay alguna esperanza de que todo acabe bien, tanto o más de lo que necesita respirar. Lo único que le duele es que decir sí significa rendirse. Le duele porque antes Dean Winchester y rendirse eran dos términos contradictorios. Antes todo era distinto. Quizá no mejor, puede que nunca fuera lo mejor del mundo, pero al menos tenía a su hermano. Ahora… ahora ya lo no sabe. Hace tiempo que ya no sabe nada. Y es que hace demasiado tiempo que los dilemas morales le superaron y los monstruos salieron de debajo de la cama y ya no son sólo Sam y Dean.
Y es que puede que, de hecho, nunca hayan sido sólo Sam y Dean.


8. Barbaverde, paraobsscure. Fandom: Harry Potter. Basado en un personaje inventado de un fic que escribí hace tiempo.

[Drabble Eight]
-Barbaverde, ¿qué es lo que ven tus ojos de daltónico allá a lo lejos?
Barbaverde entornó los ojos.
-¿Realmente quiere saberlo, mi capitán?
Draco Malfoy, alias PantalonesdeCueroColetaRubia, más conocido como Rey de los Piratas, carraspeó.
-No, supongo que no.
Y se fue musitando algo así como "brillante idea", "vigía", y "daltónico".
Barbaverde negó con la cabeza. Menos mal que tenía con él a Verdiazul, que se le enroscaba entre las piernas mientras él manejaba el timón. Lo mejor del animal es que ni siquiera bufaba cuando el agua del mar le salpicaba, sino que, de hecho, parecía disfrutarlo. Era un gato extraño, pero adorable. Barbaverde estaba muy contento, porque el Capitán Malfoy le había dejado conservarlo todo ese tiempo.
Sería extraño, pero Barbaverde hubiera jurado que su capitán se estaba volviendo más blando.
Y es que ahora sólo se dedicaban a saquear barcos de gente rica para luego repartir la mayor parte del tesoro entre los pobres. No es que a Barbaverde le importara, pero el súbito cambio en su capitán no podía sino sorprenderle.
Se preguntó si tendría algo que ver con el hecho de haberse casado con aquella muchacha. Posiblemente. De todas formas, Barbaverde lo aprobaba. La muchacha se llevaba muy bien con Verdiazul, y eso era suficiente para el pirata. Aunque la chica tuviera esa rara manía de llamarle Crookshanks.


9. Té, paraaihel. Fandom: Avatar: the Last Airbender.

[Drabble Nine]
Iroh era un maestro del té. Para él, tomar aquella bebida, aquel néctar de dioses, implicaba algo mucho más profundo que simplemente apagar la sed o calentarse el cuerpo. Era todo un ritual, ancestral, pasado de abuelos a padres y de padres a hijos, y así sucesivamente por los siglos de los siglos.
El insolente Zuko le decía que aquello era cosa de viejos. Qué atrevida era la ignorancia. Y la adolescencia.
El té sería cosa de viejos, sí. Pero era una cosa de viejos guays.
Iroh sólo soñaba con el día en el que pudiera pasar la tarde jugando al Pai Sho y bebiendo té con sus amigos, hablando de historias y libros, por el resto de los días de su vida.
Sí, eso quería. Lo cuál sólo era otra de las muchas razones para encontrar al Avatar. Cuanto antes lo hicieran, antes podría él retirarse en paz.

PD: Pequeño guiño a nuestras conversaciones tuiteras XD


Ya sólo queda una tanda! :D

gracias soletes, regalicos, drabble, avatar: the last airbender, harry potter, fanfiction, pero que bonicos sois madreeee, supernatural

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