He vuelto, no, no he muerto. Testimonio de ello lo siguiente. Siguen siendo los amantes destrozados. Mérope y Tom. Tema concreto: el otoño. La evolución de los años en la misma época. El orden, obviamente, es cronológico. Cada uno es la secuela del anterior, por así decirlo.
14. Hojas
Las hojas crujen bajo sus pies en otoño. El Londres de color arena es precioso con Tom a su lado. Tiene unas ganas increíbles de correr y saltar para que todas esas hojas vuelen de nuevo. Entonces mira a Tom y parece que se entienden a la perfección. Y corren arrastrando los pies, dados de la mano. Y las hojas se levantan.
Siempre había admirado la tenacidad de las hojas, lo que tardan en caerse del árbol. Si nunca has mirado unas, no puedes saberlo. Mérope se pasaba las tardes de otoño observando el viejo plátano con el tronco podrido y sus hojas. Cada hoja empezaba a moverse con el viento. Rápido, se agitaba como las alas de una mariposa a una velocidad nunca imaginada, haciendo brillar el sol en una de las caras de su ser. Y de repente, cesaba. Volvía tranquilamente a su posición. Se soltaba parte del tallo del tronco. Frush. Crick. Poco a poco. Clac. Tic. Clop. Y entonces caía.
Con el viento malo, que la alejaba de su árbol. A una lado. Al otro. Como en un columpio infernal, que iba del cielo al infierno, atravesando las partículas del aire una a una, atraída por la gravedad de la tierra. Muerta. Se posaba en el suelo. Muerta.
Y ahora, con Tom a su lado, ver cómo mueren las hojas es un deleite de placer. Significa que pronto volverá la vida. Ahora que todo muere, que la nieve cae, que llega el frío que pudre las hojas. Mañana que todo nace, las flores, los árboles, los niños, los amores. Sobrevivirán a este invierno, su amor quedará registrado en los libros de historia. Superviviente del invierno. Y celebrarán la venida del 1926 con un amor renovado en ruta hacia un año más. Otro año nuevo... Al que ninguno llegará.
04. Otoño
El otoño es muerte, es vejez, es adiós. Es tardes frías contra un cuerpo cálido. El otoño pasado jugaba con Tom a levantar las hojas caídas. Y este no está. ¿Dónde está? Se ha ido. ¿A dónde ha ido? Lejos, donde no pueda verle. ¿Por qué? Porque su amor ha muerto.
Otoño es mantas, abrigos, bufandas. Otoño es frío sin nieve, calor sin sol. Otoño es transición. El otoño pasado recuerda haber jugado con las hojas junto a Mérope. Esa bruja. La dejó. La abandonó, y nada serviría que le intentase encandilar con un embarazo. El otoño es adiós y un adiós definitivo. Las hojas mueren, los amantes se marchan. No hay rencores ni cargos de conciencia. Es el final para que empiece algo nuevo.
Otoño es pobreza, otoño es ayuda. No busca justificarse, el otoño pasado contemplaba una hoja dorada y este vende su oro en Borgin y Burkes. No puede hacer otra cosa. En otoño muere ella para que nazca su hijo en invierno. Debe aguantar, por muy delgada que esté, por muy en la calle que viva. Aguantar el otoño como su amor sobrevivió el pasado.
Otoño es mejor que primavera. Otoño es reorganizar las ideas. Otoño es buscar a Cecilia, enamorarla, o por lo menos intentarlo. Otoño es tardes de buen tiempo con menos sol. Otoño es atardeceres desde su balcón. Otoño es libertad desde que no la ve. Hace un año comparaba los naranjas de las hojas con el bonito atardecer, ahora anochece paseando.
Otoño es separación. Otoño es pensar en común desde la lejanía. Un año entero han pasado y no pueden olvidarlo. Otoño es amor no correspondido. Otoño es rojo, amarillo, verde, naranja, ámbar. Cielo añil, rosa y violeta. Otoño es todo. Otoño es nada.
24. Crujido
Oye el crujir de las hojas bajo sus pies. Una rama partida, una hoja seca hecha pedazos. Los paseos vienen bien para despejar la mente. Después de haber llevado a esos niños a la roca al lado del mar, disfruta de su hazaña. Tom Marvolo Riddle no sabe nada. No sabe que su madre siente el crujido de las plantas en su corazón muerto. No sabe que su padre la recuerda a ella cada vez que las plantas amarillean, cada vez que el viento eleva las hojas caídas, recordando un otoño que fue y no volverá.
No sabe por qué esa es su estación preferida. No lo sabe. Nadie sabría decir si es genética, o si es una marca, como los antojos de la madre en la piel del recién nacido, pero en la mente, sin que se vea. El otoño significó mucho. Significó el apogeo del amor de mentira, de Tom y Mérope dados de la mano. Y al año siguiente, cada uno por su lado, separados y unidos en los recuerdos. La Amortentia no borra los recuerdos, Tom padre lo ha experimentado.
El pequeño Riddle, el que no sabe de la existencia de su padre en una mansión en Pequeño Hangleton, el que no sabe de la magia de su madre y la suya propia, juega con las hojas de los árboles. Arranca una - no es tan paciente como su madre, no puede esperar. Crac. Arranca otra. Cric. Y una tercera. Clop. Y entre las tres coge al gusano que se retuerce entre la tierra húmeda, hace un buen rollito y lo aplasta, para lanzárselo después a la serpiente.
-Buen provecho.
Así es como tratas la naturaleza que tanto amaron tus padres. Así es como demuestras que su sufrimiento no sirvió de nada. Así es como rompes el corazón que dejó de latir cuando lloraste por primera vez. Con un simple crujido, el gusanito se ha roto por la mitad y la serpiente lo devora.