Tabla Fantástica: 05, 09, 12, 20, 23, 27

Apr 27, 2013 21:02

Y heme aquí, de nuevo, con un mes justo que acaba de pasar delante de mis narices, sin posibilidad de un banner guay para mi... Pero bueno.

05. Bar (James)

Si alguien le preguntase qué es lo que más echa de menos de la vida normal, es decir, de la vida que ha tenido hasta que Voldemort se cruzó en su camino, o mejor, de la vida que ha tenido hasta estar encerrado en su propia casa, diría que los bares.
Aunque cuando piensa en un bar, piensa en Cabeza de Puerco con Abe al mando y cervezas de mantequilla acompañadas por polvo de otro tiempos que ni siquiera el propio Abe es capaz de despegar de sus vasos. También piensa en Las Tres Escobas, aunque eso era más cosa de Lily. Pero sobretodo piensa en el bar muggle del callejón muggle perdido en medio del Londres muggle. Si los merodeadores estuviesen aquí, es decir, el resto, le entenderían.
Ese Bar era un bar con mayúsculas y se emborrachó por suerte más de una vez. Era un Bar con música extraña - muggle - y gente extraña. Nadie pregutaba nada y Canuto y él podían cantar a voz en grito canciones normales - o sea, no muggles - o hablar de Voldemort sin que nadie, absolutamente nadie les prestara atención. Ni siquiera Gus, que encontraba en el Bar todo lo que quería. A Remus le gustaba menos, pero fue culpa de la primera impresión.
Sí, ese Bar le trae tan buenos recuerdos que los usa para crear algún patronus. Además, allí le había pedido matrimonio a Lily.

09. Brindis (Sirius/Remus)

Remus estaba con él, en la salita del apartamento. Comiéndose el coco. Como Sirius. Estaban ideando un brindis para la boda de James y Lily. Peter se había ido hacía una hora, y los había dejado trabajando.
Claro que no habían trabajado. Habían intentado trabajar, pero se habían desconcertado el uno al otro. Remus había intentado ser razonable, incluso: Sirius, el brindis, el brindis, Sirius, no hagas...
Después de besarle y separarse había cogido el papel y el lápiz y había dicho: entonces, ese brindis...
Remus le había pegado. Todo lo demás había sido bueno. Y ahora no habían avanzado en el brindis y Peter iba a aparecer en una hora y media, dos como mucho. Nos va a castigar, había dicho Remus. Claro que Remus era el supuesto responsable del grupo.
Podríamos...
Volver a empezar. Por ejemplo. A James y Lily les da igual un brindis. Prefieren que nos lo pasemos bien. Así que vuelven a empezar. Y qué le den al brindis.

12. Razón (Peter)

Hubo un tiempo en el que se preguntó por qué. Se preguntó si había una especial razón por la que tuviese que ser él. Seguramente nadie se lo imaginaba. Ni siquiera... Ni siquiera ¿quién? ¿Quién era el que habitualmente desconfiaba de él? Nadie. ¿Quién podría pensar antes que ningun otro que él era el espia? Nadie. Nadie podía pensar eso. Sirius ya había desconfiado de Remus. El bueno de Remus. Porque era el hombre lobo, el que no tenía pleno uso de sus facultades.

20. Hogar (Remus)

Andando sobre las piedrecitas del camino, las sentía aplastarse y crujir bajo la suela de su zapato. Se metió por un oscuro callejón. El techo casi tocaba su cabeza, así que se agachaba sin necesidad de ello. Se dio cuenta de que había crecido desde la primera vez que puso allí los pies. Al salir del callejón, el sol le acarició cálidamente. Era el buen tiempo de principio de curso. Ese que se acababa tan pronto.
Se dijo que si eso no era un hogar, entonces no tenía ninguno. Se preguntó si se acababa de dar cuenta, midiéndose con las rocas del castillo, o si ya lo sabía, quizás desde que les cogió cariño a Sirius, a James y a Peter.
Se pregunta, también, cómo hemos acabado así. James y Peter más muertos que sus padres, causando más dolor, haciendo llorar, y Sirius en Azkaban. Hay veces - muy a menudo - en las que duda. No puede ser, claro que no puede ser. Es imposible.
Ha tardado doce años en darse cuenta, ha tenido que pisar Hogwarts para darse cuenta, pero ahora lo sabe: no es posible que Sirius traicionase a James. Conocía a Sirius más que él mismo. Sirius no podía haber hecho eso. Nunca. Para nada.
Cuando suena la campana, la certeza se desvanece como llegó. A veces no conoces a las personas como crees. Entre los muros de su hogar - qué bien sienta estar en Hogwarts - se siente más tranquilo. Sirius fue apresado, por algo sería. Es culpable. Pero Remus respira hondo y va a vivir la vida. Por lo menos, queda Harry.

23. Humo (Lily/James)

Lily miraba el humo salir del pitillo de Sirius y tenía ganas de cogérselo y tirar un poco. Además sabía que a James le encantaban las chicas que fumaban. Y a ella le parecía muy sexy eso del humo. De hecho se dedicaba muy a menudo a "fumar" sus lápices. Era muy divertido cuando estaba sola.
Y luego llegaba James y la besaba, no sin antes tacharla de insana y decirle "te vas a morir como sigas fumando mina de lápiz".
Y el humo de la mina volaba por los aires mientras esos dos le demostraban su amor al mundo. O simplemente a los que hubiese en los alrededores.
Lily no ha fumado nunca, en el fondo sólo le interesa la pose. James sí lo ha hecho pero no se engancha. Tiene su propia droga.

27. Tintineo (Sirius)

En una de sus tardes melancólicas en su casa de Grimmauld Place, Sirius se preguntaba si la muerte estaba para hacernos ver todos los factores que han implicado en nuestra vida, y enseñarnos dónde nos habíamos equivocado y dónde no.
Sobretodo, se pregutaba si una vez muerto se enteraría por fin de qué significaba la vida que acababa dedejar atrás. Lo dudaba bastante. Estaría bien volver a ver a James y a Lily. Contárles qué pasó. ¿Se preguntaría James cómo había llegado Voldemort hasta su casa? ¿Habría llegado a pensar en Peter antes de morir?
Una cosa estaba clara: se habría puesto muy triste. Pero Sirius sabía que no era posible. Él había estado allí. Después del soplo, Voldemort se mueve, el Valle de Godric, Voldemort en Godric's Hollow. Había visto la casa explotada, había visto ese cacharro que tenían en la puerta y que hacía un tintineo insoportable cada vez que alguien abría la puerta, había oído llorar a Harry.
James en la puerta, su varita en la Sala, con un último grito en la cara. Lily, corre, es él, Lily, coge a Harry y vete. Y Lily arriba... Todos esos muebles patas arriba y la cuna de Harry y Lily muerta delante y Harry mirando y llorando. Mamá, mamá, mamá y ni siquiera lo reconoció, otro señor más.
En Grimmauld Place había sonado el tintineo... ¿O se lo había inventado? ¿Por qué no se habría desaparecido Lily en vez de...? Era una pregunta estúpida. Lily era James y James era Lily. Ella debió de haberle oído caer y dejar de gritar. Debió de saberlo, no pudo irse.
Sirius querría haber muerto en su lugar. Así nada lo torturaría. Así no oiría el horrible tintineo.

(r) tabla fantástica, (g) merodeadores, (c) 30vicios, (a) reto, (f) harry potter

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