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La humanidad perdió un doctor, pero ganó un compositor, poeta, músico y cantante como la copa de un pino. Verlo en directo es un lujo que todo el mundo debería permitirse. Aparte, claro está, de que es una persona sencillisima y muy cercana con el público. El viernes por la noche me enamoré de él aún más si eso es posible.
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