¿Quién dijo que chingar no es bueno?
No había pasado ni dos semanas desde aquel encuentro en la biblioteca donde varios de los gryffindors de sexto curso fueron acusados por haber molestado a uno de los visitantes búlgaros durante la hora de clase. Lo peor fue que todos recibieron el mismo castigo injustamente y por obvias razones, estaban 'supuestamente' castigados pero no porque les hayan quitado algo o les hayan privado de alguna libertad (bueno, ahí sí había que verlo desde diferentes perspectivas), sino que les habían aumentado los deberes escolares y los trabajos asignados los habían exagerado en número.
"¡Pinche ceboso pendejo weey!" eran las palabras de Gareth quien caminaba en círculos sobre el pasillo entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff "Deberían deportarlo a su puto país y torturarlo por culero" y es que estaba que echaba chispas por la cólera que sentía hacia el búlgaro gandalla ese (¡ganas le daban de ahorcarlo al arde jetas!). "Cálmate Gareth, se supone que debemos ser discretos" bufó uno de sus compañeros que yacía sentado en la banca con un brazo recargado sobre la mesa de Gryffindor, "Sí Gareth, bájale a la carne, no se te vayan a subir los triglicéridos...", pfff segundó otro de ellos que se encontraba igual sentado pero del otro lado de la bolita, porque, efectivamente, como a la mitad de la mesa de Gryffindor, estaban nada más y nada menos que todos los afectados de sexto curso planeando una buena venganza para cierto pendejete que lo merecía. Era hora de la comida, pero pfff cómida mis polainas... éstos alumnos se encontraban NOTORIAMENTE sentados en bolita, muy juntitos unos de otros, excepto Gareth que seguía dando vueltas a lo idiota, ya que sólo una persona estaba realizando lo de la dulce venganza, los demás sólo estaban de amontonados viendo lo que se estaba haciendo.
((Rrrrrrrreserrrrrvado mwahahaha))
"¡Pinche ceboso pendejo weey!" eran las palabras de Gareth quien caminaba en círculos sobre el pasillo entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff "Deberían deportarlo a su puto país y torturarlo por culero" y es que estaba que echaba chispas por la cólera que sentía hacia el búlgaro gandalla ese (¡ganas le daban de ahorcarlo al arde jetas!). "Cálmate Gareth, se supone que debemos ser discretos" bufó uno de sus compañeros que yacía sentado en la banca con un brazo recargado sobre la mesa de Gryffindor, "Sí Gareth, bájale a la carne, no se te vayan a subir los triglicéridos...", pfff segundó otro de ellos que se encontraba igual sentado pero del otro lado de la bolita, porque, efectivamente, como a la mitad de la mesa de Gryffindor, estaban nada más y nada menos que todos los afectados de sexto curso planeando una buena venganza para cierto pendejete que lo merecía. Era hora de la comida, pero pfff cómida mis polainas... éstos alumnos se encontraban NOTORIAMENTE sentados en bolita, muy juntitos unos de otros, excepto Gareth que seguía dando vueltas a lo idiota, ya que sólo una persona estaba realizando lo de la dulce venganza, los demás sólo estaban de amontonados viendo lo que se estaba haciendo.
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